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Cargando...Siempre es un buen momento para abrir una buena botella. Y aunque parezca algo muy sencillo necesitamos tener la mejor herramienta para culminar con éxito una maniobra que puede ser cómoda y rápida… o hasta infernal. Sobre todo con los mejores y más viejos ‘caldos’.
Si no tenemos la mejor herramienta podemos entrar en un mundo de riesgos que acaben por dañar el vino. Corchos rotos, trozos caído dentro de la botella, cava perdido por la explosión de la apertura… El sacacorchos es un accesorio imprescindible para los amantes de la buena mesa. Y es demasiado habitual que lo que tenemos en casa no nos acabe de satisfacer tanto como debería.
Así que a la hora de elegir, una de las mejores opciones son los sacacorchos típicos de camarero que podemos ver en los restaurantes, llamados de 2 tiempos y que no son fáciles de superar. Es un modelo que inventó a finales del siglo XIX el alemán Carl Wienke. y todavía es el más utilizado en nuestros días.
Claro que las primeras referencias históricas de los sacacorchos son de dos siglos antes. Del XVII concretamente. Cuando en el Tratado de la Sidra de 1676, James Worligge habla de un tornillo clavado en los tapones de las botellas para facilitar su extracción.
Después, la primera patente de sacacorchos fue registrada en 1795 por el inglés Samuel Hensall, que inventó el de forma de T que continúa existiendo. Aunque entonces era un tornillo sujeto de forma perpendicular a un asa de madera. Había que hacer fuerza, pero se facilitaba y mucho la extracción del tapón.
A mediados del siglo XIX los diseños y patentes de distintos tipos de sacacorchos se multiplicaron en Europa, hasta que
Hoy en día, y para aquellos que no quieren complicarse la vida, los expertos recomiendan los sacacorchos eléctricos. Pero tienen el problema de que vivimos en casas más bien pequeñas y necesitan un nada desdeñable espacio de almacenamiento. Además, hay que estar pendientes de las pilas.
Existen múltiples tipos de sacacorchos que se adaptan en función de nuestros gustos y comodidad. Estos son los de dos tiempos, de alas, en forma de ‘T’, de palanca, de rosca, de aire comprimido, de láminas, para cava y champán, y los abridores eléctricos.
A continuación desvelamos el mejor de cada uno de ellos, las diferencias, su uso y sus características.
¿Por qué un sacacorchos? El corcho mantiene la integridad del vino preservando sus características. Pero además, el corcho puede revelar el estado del vino y las variaciones en el almacenamiento.
El favorito: Sacacorchos de 2 tiempos
El sumiller Ferran Centelles es uno de los expertos en vino más reconocidos de nuestro país, fue sumiller de El Bulli y es delegado de Jancis Robinson en España. Ferran Centelles recomienda el clásico sacacorchos de palanca de dos tiempos. Ya que es seguro y fácil de usar. Lo más importante es que la espiral sea suficientemente larga, de unos 54 a 70 milímetros. Ya que una espiral más corta podría dañar o romper el tapón.
Los sacacorchos que el sumiller no recomienda son los del tipo tirabuzón de barrena, los que tienen forma de ‘T’. Porque suelen triturar los corchos, y dejar partes dentro de la botella.
Aunque, Ferran Centelles siente predilección, como otros sumillers, por los sacacorchos de palanca de la marca francesa Laguiole, fabricados con materiales nobles.
Este abridor es el más usado entre profesionales camareros y aficionados al vino, por su facilidad de uso y precisión. Utiliza dos pasos de apoyo para abrir la botella de una forma sencilla. Es pequeño, perfecto para guardarlo en un cajón sin ocupar mucho espacio, y suelen llevar insertado en su estructura un corta cápsulas para facilitar el descorche.
Y puede ser un regalo único e inigualable para los amantes del vino.
El más fácil de usar: sacacorchos eléctrico
Estos son los abridores más fáciles para abrir una botella de vino, cava o champán sin problemas. No requieren fuerza ni habilidad. Solo tenemos que colocar el abridor en el cuello de la botella y accionar hasta que el corcho salga de la botella. Algunos puede parecer que les cuesta mucho, por lo lento que avanzan, pero realmente funcionan. Su único inconvenientes es que necesita una batería o pilas, y sobre todo que hace falta más espacio de almacenamiento.
Aun así, también los hay muy rápidos, que descorchan botellas en menos de 10 segundos, y la batería puede permitir que abramos entre 30 y 80 botellas sin que se gaste, dependiendo de la potencia de cada sacacorchos eléctrico.
Son la opción ideal para personas con manos débiles o problemas de fuerza, y además evitan daños en el corcho. Podemos ahorrar muchos esfuerzos porque son muy eficientes.
El mejor abridor de Cava y Champán
Un abridor de cuatro puntas de acero es la mejor opción para personas con poca fuerza en las manos o que les cuesta abrir botellas de cava, sidra o champán. Es un sistema muy cómodo, ocupa relativamente poco espacio en los cajones de la cocina, y es barato.
Es además un regalo perfecto ya que su funcionamiento es muy bueno. Incluso facilita poder abrir envases tetrabrik de leche o zumos.
Existen otros tipos de sistemas aunque mucho más caros, como los siguientes.
De alas
Este sacacorchos es el más habitual en los hogares y nos permite abrir una botella sin necesidad de fuerza, aunque ocupa demasiado espacio comparado con el abridor de dos tiempos. Y hay que tener cuidado con algunos modelos porque resultan tan ligeros que se doblan sus alas y dan un pésimo resultado.
En forma de ‘T’
No recomendamos ningún sacacorchos en forma de ‘T’ ya que los riesgos de que rompa el corche y nos complique la botella son excesivamente elevados..
Realmente es uno de los sacacorchos más complicados de utilizar y el que requiere más habilidad y fuerza a la hora de descorchar una botella. Tiene un diseño simple pero menos práctico. No tiene ningún punto de apoyo y a veces hace un verdadero estropicio.
Sacacorchos de aire comprimido
No recomendamos ningún sacacorchos de aire comprimido ya que puede remover sedimentos y alterar el vino.
Aunque es muy eficiente y popular, este sacacorchos puede remover sedimentos y alterar el sabor del vino al introducir aire a la botella, así como salpicar y manchar la mesa. Es muy fácil de utilizar y no requiere fuerza, tiene una aguja que atraviesa el corcho y bombea para introducir aire hasta que el tapón sale de la botella.
De rosca
Es ideal para los principiantes o que no se han acostumbrado a utilizar otros abridores. Tiene un uso muy sencillo, solo tenemos que girar la pieza superior en la misma dirección hasta que el corcho salga de la botella. Su tamaño es muy parecido al de los sacacorchos de alas aunque un poco más caro.
De láminas
Este sacacorchos es especialmente recomendado para amantes del vino bueno y de reserva. Permite sacar el tapón intacto sin dañarlo, es uno de los sacacorchos más complejos de utilizar y requiere mucha habilidad.
Para abrir una botella es necesario introducir las láminas en la parte exterior del corcho, entre el cuello de la botella, sin realizar ningún agujero. Su uso más específico es para los corchos de botella estropeados, aunque puede introducir este dentro de la botella.
Sacacorchos de palanca
Es uno de los sacacorchos que necesitan más espacio pero resultan más precisos. Necesitan una superficie para apoyarse, como la mesa o encimera, para accionar su mecanismo. Es uno de los más fáciles de utilizar aunque es poco práctico y más bien incómodo.
Para descorchar una botella es necesario colocarlo alrededor del cuello de la botella y accionar la palanca hacia abajo para introducir la espiral en el corcho, y de nuevo hacia arriba para sacar el tapón.
Existen en versiones de pared, aunque mucho más caros, y en ambos casos es necesario aguantar la botella con una mano y accionar la palanca con la otra.
Última actualización el 2024-04-25 at 15:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados