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Radio vintage: tecnología de hoy y diseño de ayer para regalar a tu pareja de siempre

Radio vintage: tecnología de hoy y diseño de ayer para regalar a tu pareja de siempre
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Desde que muy a finales del siglo XIX se logrará la primera conexión sin cable entre una distancia de apenas 50 kilómetros hasta hoy, la radio ha sido, sin duda, uno de los aparatos más importantes en el desarrollo de las comunicaciones.

Es más, antes de la, primero pujante y luego avasalladora, llegada a los hogares de la televisión, la radio era mucho más que un dispositivo electrónico. Se trataba del objeto más venerado de información y divertimento.

En el siglo XX, y qué decir del siguiente con la galopante revolución tecnológica, la evolución de calidad y el abanico de posibilidades se ha multiplicado.

Sin embargo, las radios antiguas han conservado, e incluso aumentado, el atractivo que aportan sus materiales externos y su diseño. Una radio de las de antes es una de las piezas más codiciadas en las tiendas de antigüedades.

La conjunción de tecnología y estética ha dado lugar a una gama actual de radios vintage que ofrece un catálogo vistoso y muy amplio en opciones y precios.

De entre las aquí elegidas, nos hemos decantado por situar de líder una imitación de una clásica de principios del siglo XX de Auna por su fidelidad al modelo original en diseño complementado con una gran nitidez de sonido a un precio razonable.

Qué tener en cuenta antes de comprar una radio vintage

  • Sintonización: En una radio, con independencia de los tiempos, una sintonización nítida de las emisoras es fundamental. En la actualidad, como es lógico, es mucho mejor que en los años que funcionaban las originales. Por supuesto, los aparatos de sintonización digital son mucho más precisos a la hora de rastrear las emisoras y ofrecer calidad de sonido.
  • Extras: Aunque se puedan definir como tales, la inmensa mayoría de los modelos de esta gama incorporan ya prestaciones como las señaladas. Es decir, puerto USB y Bluetooh con todas las ventajas que comporta. También se pueden insertar tarjetas de memoria.
  • Tamaño: Dependerá mucho de lo que se busque, pero, sin duda, la baza estética es la principal y, dentro de ella, las dimensiones del aparato variables. Como ha hemos avanzado, si lo que se busca es una reproducción lo más fiel posible de las radios más añejas, el tamaño tirará normalmente a grande.

Si se es fan de los míticos años 60 y sus muchas variables estéticas, los diseños ya serán muy distintos tanto en la viveza cromática como en el material y en un tamaño más reducido.

La versión transistor tiene una demanda bastante menor y, al igual que la de coche, cuenta con menos alternativas de diseño.

  • Autonomía: Las hay de red eléctrica y otras, sobre todo las más pequeñas, con baterías recargables o sistemas alternativos de suministro. Como es norma en este apartado, habrá que comprobar la duración de uso autónomo.
Qué tener en cuenta antes de comprar una radio vintage

Las mejores radios vintage del mercado

De las más clásicas: Madison

Rebajas

Hemos elegido un modelo retro por derecho propio ya que es una réplica de un modelo de principios del siglo XX. Un diseño clásico en esa época en que las radios presidian los salones con tapetes de ganchillo y figuritas encima.

Como es obligado por la época en que inspira la carcasa evoca la madera de aquellos aparatos a una escala menor y, por supuesto, con una ligereza acorde con los materiales y componentes electrónicos modernos.

Estos últimos ofrecen gran nitidez de sonido y una óptima sintonización de las distintas emisoras aunando así diseño y tecnología por un precio bastante asequible para lo que luce y lo bien que se escucha.

El estilo responde a los cánones antiguos con una protección frontal para los altavoces de tela con ribetes dorados. El dial gana en estética cuando se activa la fuente de luz.

Para mantener el aire retro no incluye, como si hacen otros modelos híbridos, ningún visor digital. Se trata de una radio en esencia ya que, por ejemplo, en este caso no cuenta con puerto USB.

Con carácter general, y este caso no es una excepción, hay que mirar las medidas ya que no se trata de armatostes como los originales.

Este aspecto puede ser una ventaja o inconveniente en función del sitio en el que se quiera poner y el cometido principal que se le quiera asignar. En concreto, el ancho de este modelo está en los 30 cm.

Pequeña pero muy completa: Prunus J-160

Un modelo muy económico y más moderno dentro de los márgenes temporales en los que nos movemos. Muy vistoso por diseño gracias en buena parte a su vivo color que le hace destacar en cualquier rincón.

Tampoco se queda atrás, ni mucho menos, en aportación estética el disco del dial rematado con un cromado dorado y con las numeraciones de las emisoras para detenerse con la aguja en la que se quiera escuchar.

Muy pequeña de tamaño (13 cm. de ancha) y con su antena desplegable incorporada que es parte del diseño de le época y también un accesorio importante para captar con claridad las frecuencias.

En este caso, sí incorpora de serie complementos muy prácticos para aumentar sus prestaciones como es ranura USB y Bluetooh que es su sistema de conexión. También admite tarjeta de hasta 32 GB.

Se carga a través de la ranura USB y su sonido, dentro de las limitaciones de tamaño y precio, resulta correcto. Muy adecuada para llevarla por la casa por sus dimensiones y ligereza.

Versión radio cassette: Fepe FP-319U

Aunque en este escenario temporal pueda parecer exagerado, lo cierto es que este modelo da un notable salto generacional respecto a los anteriores.

Este formato de radio cassette se convirtió en un aparato mítico para, principalmente, los adolescentes de los 70 que grababan y regrababan música de la radio. Una auténtica revolución en su día, aunque a los más jóvenes les parezca mentira al lado de los dispositivos que manejan ahora.

Casi una antigüedad que se limita a su apariencia, que es lo que se busca, ya que en su interior, y por un precio muy económico, incorpora unos altavoces X-Bass de rendimiento satisfactorio además de puerto USB y tarjeta.

No obstante, la posibilidad más atractiva en este caso no es lo nuevo que añade sino lo viejo que recupera como la posibilidad de escuchar cintas para aquellos que todavía conserven en casa.

Radio vintage para el coche: Wovelot

Tal y como se reseñaba en el apartado de tipos, una versión vintage para el coche a un precio más que económico.

Sin embargo, alcanza para que incorpore prestaciones impensables cuando estaban de moda como las llamadas manos libres a través de Bluetooh.

No solo lo lleva sino que su conexión es bastante ágil. Como componentes más actualizados, el frontal opta por facilitar los diales u otros datos en una pantalla LED con dígitos azules.

Muy buena relación calidad-precio sin pedirle una calidad de sonido que se paga muy por encima y con una instalación relativamente sencilla si se tiene cierta habilidad manual.

Mini cadena en formato radio vintage: Roadstar

Una alternativa más completa, sofisticada y también de precio mucho más elevado. El exterior preserva en general el aspecto de una radio retro, pero se complementa con otras prestaciones como la opción CD.

Es decir, viene a ser una minicadena presentada en formato exterior como una radio combinada con componentes más modernos como la pantalla LED central de forma circular.

La potencia de sonido ya es considerable, en sintonía con el desembolso que supone, con 30W de salida.

Qué tipos de radio vintage hay

Qué tipos de radio vintage hay

En función de sus prestaciones tecnológicas, material, tamaño o lugar de instalación, destacamos los siguientes:

  • Con puerto USB: Como ha hemos adelantado, estas nuevas radios antiguas, valga la contradictio in terminis, van dotadas de tecnología actual. En este caso, una ranura USB que permite la conexión de terminales externos. Es muy recomendable que tenga esta opción, muy habitual por otra parte, para que pongamos nuestra música favorita de la manera más sencilla posible.
  • Con Bluetooh: Otra ventaja añadida para, por ejemplo, escuchar con auriculares inalámbricos sin molestar a nadie. Al igual que en el caso anterior, es una prestación muy habitual entre las radios de este tipo que están actualmente en el mercado. En cuanto a los materiales, señalamos los dos más habituales:
  • Madera: Se pueden considerar las más vintage entre las de esta gama, muy vistosas y consistentes en función de la calidad de la madera.
  • Plástico: Los derivados más sólidos de los plásticos son la otra gran opción que se corresponde con las radios que se pudieron de moda ya en la década de los sesenta y que, además del cambio de material, se caracterizan por sus llamativos colores.

Por el tamaño las hay para todos los gustos:

  1. Grande: Si se quiere una reproducción más fidedigna de las radios más antiguas, la opción es un tamaño mayor con la madera de carcasa como material.
  2. Pequeña: Fácilmente desplazables dentro de la casa y de precio más económico que las anteriores.
  3. Portátil: También hay opciones actuales con aire retro de los transistores de toda la vida.

Por último, en el caso de los usos e instalaciones destacamos:

  • De coche: Sí, también hay versiones que imitan las antiguas radios extraíbles que eran comunes en los vehículos de hace años que no incorporaban las sofisticadas prestaciones de sonido que vienen ahora de serie. Hay, como es lógico, menos variedad de elección que en las anteriores, pero se puede encontrar ese capricho para nostálgicos.

Cambio de uso

Como es obvio, su modo de uso no reviste dificultad alguna, pero, para los más jóvenes y ya no tan jóvenes, no está de más señalar que en los modelos más ortodoxos las emisoras no se ponen pulsando un botón.

El disco con las referencias numéricas de cada emisora se va girando hasta que se sintoniza la elegida.

Última actualización el 2024-04-20 at 08:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados