Las mejores botas de agua (katiuskas) para que los niños disfruten de la lluvia

Las botas de goma o katiuskas son especialmente adoradas por los niños ya que con ellas pueden correr y saltar sobre los charcos sin miedo a mojarse y haciendo honor a Pepa Pig, uno de los personajes animados favoritos de los pequeños.

Ellos estarán encantados y los adultos, tranquilos, al saber que sus pies se mantienen secos en todo momento.

Las katiuskas son unas botas de caña media o alta con suelas de goma antideslizante y fabricadas con caucho natural o con PVC (Policloruro de Vinilo).

Una pincelada de historia

Katiuska es el hipocorístico del nombre ruso Katja, es decir, una designación cariñosa o familiar, como aquí podría ser Pepe.

Las botas de agua se comenzaron a popularizar con este nombre por una famosa zarzuela estrenada en los años 30 del pasado siglo que llevaba como título Katiuska, la mujer rusa. En ella la protagonista calzaba unas botas de media caña como las utilizadas para protegerse los días de lluvia.

Los asistentes a la obra comenzaron a pedir, desde entonces, unas botas como las que vestía Katiuska. Evidentemente solo en España se las conoce con este nombre, y el sustantivo tiene su propia entrada en la RAE.

Esta simple bota es una prenda imprescindible en el armario de cualquier niño. Pero a lo largo de los años ha ido mejorando el diseño, por lo que convendría fijarse bien en ciertos detalles antes de realizar una compra.

Cómo escoger bien la talla. Es un paso crucial. Y no es tan sencillo como pueda parecer. Porque dependiendo del fabricante o del diseño (con o sin calcetín), la guía de tallas cambia. Y para dar una pista, por lo general se podría afirmar que las botas que no incorporan forro son algo más grandes que el calzado habitual, para que quede espacio suficiente para ‘vestir’ nuestros pies con calcetines gordos.

Los fabricantes también hacen hincapié en el cuidado tras su uso, especialmente cuando las vayamos a guardar en el zapatero hasta que llegue un día lluvioso. Recomiendan secarlas bien, limpiarlas con agua jabonosa y no exponerlas a la luz solar para que los colores no se deterioren.

El mercado ofrece un sinfín de modelos y diseños, clásicos o con vistosos estampados y colores. Para facilitar la búsqueda y la decisión de compra se ha realizado un exhaustivo estudio de este producto guiados por las opiniones de expertos y que reúnen las mejores características. Los precios comprenden una horquilla desde los 15 hasta los 50 euros.

Las mejores botas de agua (katiuskas) para niños

Las katiuskas más vendidas: Crocs Handle It Rain Boot

La marca Crocs es conocida por sus famosos zuecos de descanso utilizados por trabajadores que deben pasar largas jornadas de pie. Los han escogido como favoritos desde médicos hasta celebridades como Frank ‘de la Jungla’, que se adentra en parajes recónditos e inhóspitos con ellos puestos.

A los expertos les encantan sus botas de agua para niños además de por su precio ‒el mejor de esta guía comparativa‒, por su gran ligereza, flexibilidad y por sus asas laterales que ayudan en la autonomía para calzarse de los pequeños de la casa.

La marca patentó el material de fabricación Croslite, un tipo de resina que se calienta y se suaviza con el calor corporal adaptándose a la piel. También es antialérgico y antibacterias (una particularidad importante teniendo en cuenta que son prendas que la mayor parte del tiempo estarán mojadas o húmedas).

Las Crocs están diseñadas en vivos colores, sin estampados, y ofrecen un tallaje desde el número de pie 22/23 hasta el 34/35. Se facilita la guía de tallas clicando aquí.

Al igual que otros modelos no va forrada, por lo que habrá que acompañarla de un buen calcetín calentito en los días de frío.

Las botas de agua para niños originales: Hunter Original Kids

La marca británica Hunter lleva fabricando desde finales del siglo XIX calzado, ropa y accesorios diseñados para su uso en climas hostiles, lluviosos y fríos.

Probablemente el artículo que más distingue a la firma son sus icónicas botas para adultos. Y lo que han hecho es calcar el diseño para la clientela infantil.

Están fabricadas artesanalmente en una pieza de caucho vulcanizado natural, con acabado mate, que las hace flexibles y 100% impermeables.

A diferencia del modelo para adultos, se ha creado una suela más plana con puntera redondeada para que resulte fácil caminar. Además, una caña ancha ofrece libertad de movimientos y hace que sean sencillas de poner y de quitar.

En la parte de atrás incorporan una tira reflectante de arriba abajo que da visibilidad al niño cuando baja la luz solar. Y su color rojo unisex le da un toque alegre a esos días grises de invierno.

Las botas Hunter no defraudarán a los amantes de la marca que buscan protección, estilo y diseño sin importarles pagar por ello: son el modelo con el precio más elevado de esta comparativa.

A diferencia de las anteriores no tienen forro por lo que para algunas personas resultarán frías. Pero la marca tiene gran variedad de calcetines para combinar con sus botas. Si no, unos altos y gorditos también cumplirán dicha función, aunque los originales encajen mejor.

La página oficial de Hunter explica unos sencillos pasos para su almacenaje, limpieza y cuidado para que las botas estén siempre en perfecto estado. Aquí se ofrece su propia guía de tallas que van desde el número 26/27 hasta el 34.

Las preferidas: Stormer Lux de Demar

El modelo mejor valorado tanto por expertos como por padres es el Stormer Lux de la marca Demar. Con estas botas, especialmente diseñadas para los días lluviosos, dar un paseo se convertirá en un momento divertido. Los pequeños podrán pisar charcos y correr sin miedo a mojarse o caerse.

Y si viene la nieve, también nos pueden servir. Porque además de resguardarnos del agua son capaces de protegernos del frío.

La bota incorpora un calcetín de forro polar extraíble que la hace muy abrigada en los días más duros del crudo invierno. Y ese revestimiento se puede lavar a máquina a una temperatura de hasta 40º.

Su diseño es otro aspecto que llama la atención, en especial para los terremotos de la casa. Pueden escoger entre nueve estampados divertidos y originales con caras de animales, planetas o con motivos de coches y motos, entre otros.

Comodidad y seguridad deben ir de la mano. Gracias a su suela antideslizante caminarán seguros y sin riesgo de resbalar.

La marca ha pensado en todo, por eso ha creado estas botas con materiales seguros que respetan la piel de los niños, duraderos y de alta calidad.

A diferencia de otros modelos, están fabricadas en Europa con plástico PVC (Policloruro de Vinilo) no contaminante y sin caucho que, normalmente, desprende un fuerte olor.

Son ligeras y este detalle resulta importante porque la caña alta y la rigidez de la bota suelen molestar hasta que se amoldan al pie.

Las tallas se enmarcan desde el número 20/21 hasta el 34/35. Los expertos recomiendan adquirir una talla más de la habitual, ya que el calcetín le resta espacio y va ajustado. De este modo, podrán seguir usándolas sin forro en primavera, aunque les haya crecido el pie.

En resumen, las botas de agua Stormer Lux de Demar son chulísimas, resistentes, están exentas de sustancias contaminantes y tienen una muy buena relación calidad/precio.

Una buena opción: LADEHEID

Las botas de agua de Ladeheid son similares a las favoritas de Demar, pero con un precio algo más elevado.

Fabricadas en la Unión Europea, están hechas con PVC resistente, fuerte y elástico para que, además de proteger del agua, resulten confortables.

Al igual que las favoritas incluyen un práctico forro interior con forma de calcetín que se quita para lavar y mantiene calentitos los pies. Así pueden usarse en los días gélidos, pero también, quitándole el forro, en los días de lluvia de las estaciones menos frías.

La puntera y el talón están reforzados para optimizar la durabilidad de las botas. Y la suela, esculpida, le otorga su característica antideslizante.

Los expertos también destacan estas botas de goma por sus coloridos y variados diseños, que encantarán tanto a niños como a niñas.

Dispone de once modelos a escoger con tamaños que van desde el número 21/22 hasta el 35/36.

La única pega que se ha encontrado respecto a estas botas es que resultan más pesadas que el modelo de Demar. Esto podría condicionar en especial a los niños pequeños, que tienen por lo general un pie endeble.

Para facilitar la compra y acertar con el número se añade una guía de tallas. Tallan un pelín grandes, por lo que si existen dudas respecto a qué tamaño escoger, con un número superior será suficiente para la temporada.

Katiuskas de diseño: Aigle Lolly Pop

Las botas Lolly Pop de la marca francesa Aigl se distinguen por su reconocible diseño, que incluye dos rayas blancas en la parte superior de la caña, y la tira reflectante de su talón, lo que hace visibles a los incansables “saltacharcos” durante la noche.

El americano Hiram Hutchinson fue el fundador de la marca en 1853. Su legado como maestro artesano del caucho ha trascendido hasta nuestros días y sus herederos siguen diseñando calzado, katiuskas y ropa que combinan estilo, diseños únicos y practicidad.

Las Lolly Pop originales tienen un diseño clásico en colores lisos como el azul marino o el amarillo que evoca a los intrépidos marineros. Pero han sabido adaptarse a los tiempos creando diseños con estampados y ampliando la paleta de colores para que los pequeños grumetes escojan su favorito.

Al igual que el modelo de Hunter, están fabricadas en caucho natural y tienen un revestimiento interior compuesto por un 65% de poliéster y un 35% de algodón para darles calidez. Aun así, en los días fríos será necesario ponerse unos calcetines bien abrigados para que los pies no se queden helados.

Aigle presenta el tallaje más amplio de esta comparativa ya que sus botas de goma pueden usarlas desde niños bien pequeñitos, con un 19 de pie, hasta adolescentes o adultos con un 38. Para dar en el clavo con el tamaño la marca también ofrece su propia guía de tallas.

Última actualización el 2024-04-19 at 08:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados