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Coches de radiocontrol para todos los públicos

Coches de radiocontrol para todos los públicos
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Los coches teledirigidos han sido a lo largo de los años uno de los juguetes soñados por los más pequeños.

Sin embargo, la variedad de esta gama es amplísima no solo en modelos, modos de tracción o precios sino en edades.

No solo hay alternativas para adultos sino que se celebran competiciones de alto nivel en el mundo del radiocontrol.

Con vehículos que, obviamente, nada tienen que ver con los más convencionales.

Un excelente buggie todoterreno: Carson

Un modelo eléctrico en el que convergen un buen número de aspectos positivos.

Por ejemplo, puede abarcar distintas edades sin problema por diseño y fácil funcionamiento.

También lo es en el tipo de superficies por las que puede correr.

Así, su tracción en todas las ruedas le permite transitar también por terrenos de difícil orografía como puede ser el campo o la playa.

Por tamaño también resulta de apariencia poderosa con algo más de 30 cm. en su lado más largo y una velocidad que, según el fabricante, puede alcanzar los 20 km/h.

Todo ello a un precio bastante asequible para la media de esta gama.

Por ese desembolso, la estructura del coche resulta muy trabajada con detalles tan positivos como la suspensión independiente en las ruedas delanteras con eje rígido en las traseras.

Unas ruedas, por cierto, más que notables por dimensiones y calidad.

El mando de control consiste en un gatillo para acelerar, frenar y dar marcha atrás (basta con presionar hacia delante) y una rueda que hace las veces de volante.

Reto para los hábiles: Tamiya Subaru WRX STI

Una de las opciones que hemos mencionado en la introducción y que se tiene que montar por piezas.

Todo un reto que precisa de una habilidad y paciencia no al alcance de cualquiera.

Tampoco se trata de una alternativa barata, pero sí de un producto diseñado al detalle con todos los accesorios necesarios para contar con esta réplica del coche de resistencia de la marca Subaru.

Hay que destacar, como valoración general, que Tamiya es una de las marcas más prestigiosas en este tipo de artículos tan específicos.

Carrocería de policarbonato con alerón trasero, regulador electrónico de conducción o motor eléctrico 540 son algunos de los componentes que esperan a los más mañosos.

Una vez montado a escala 1/10, el coche cuenta con prestaciones muy valoradas como suspensiones individuales en rueda delantera y trasera.

Por tamaño, su parte más larga se queda muy cerca del medio metro y, en el caso del peso, de los dos kilos.

Como es obvio, se trata de un producto orientado a personas jóvenes y adultas por la dificultad que reviste el montaje.

Acrobacias para los más pequeños: Diswoe&1

Si la anterior alternativa estaba pensada para personas de más edad, esta es para que se diviertan los más pequeños y se vayan soltando en el manejo del cuadro de mandos.

Un coche que nada tiene que ver con réplicas de vehículos convencionales y deportivos y sí con un diseño propio del juguete que es.

Así y todo, cumple bien sus funciones por un precio más que económico en esta gama.

Funciones que, principalmente, pasan por la ejecución de acrobacias sobre sus grandes ruedas.

Su baza más fuerte son los giros que puede ejecutar tanto en tierra como en agua.

O, por ejemplo, bajar escaleras.

En suma, un coche teledirigido de juguete que puede ser el inicio de adentrarse en el mundo del radiocontrol.

El lujo se paga: KRCT

Salto mayúsculo para incluir un modelo de precio mayormente prohibitivo.

Un lujo en forma de réplica a gran escala (1/8) de un camión Cragsman súper trepador.

Como es lógico por sus características de escalada de choque, y por su astronómico desembolso, se trata de un vehículo con tracción a las cuatro ruedas.

Para hacerse idea del tamaño, se va a cerca de los 70 cm en su parte más larga.

Fabricado con materiales de alta resistencia como es obligado en un coche teledirigido destinado a transitar por los lugares más escarpados y chocarse de manera frecuente.

El mando, acorde a la categoría del producto, incorpora incluso una pequeña pantalla para facilitar información sobre el manejo.

Opción de combustible: Pbzydu

No podía faltar la opción gasolina.

En este caso, un modelo básico dentro de esta gama que, como hemos adelantado, es la que copa las grandes competiciones con vehículos de gran tamaño y muy elevado precio.

No es el problema de este, aunque tampoco es barato, y tiene la ventaja de que está abierto al uso de personas de todas las edades, incluidos niños.

Incorpora interesantes detalles como chasis de aluminio, tracción a las cuatro ruedas o sistema de freno con almohadilla reemplazable.

Qué es el radiocontrol

Como concepto genérico, es la técnica que permite el control de un objeto a distancia y de manera inalámbrica mediante una emisora de control remoto.

Cuenta con tres componentes fundamentales:

  1. La electrónica que transforma los comandos ordenados en ondas de radio en el transmisor y a la inversa en el receptor.
  2. La electricidad que proporcionar la energía necesaria a los dispositivos tanto al transmisor como el receptor.
  3. La mecánica que mueve los accionadores (o servos) que emiten las señales eléctricas demoduladas o decodificadas en movimiento mecánico.

Cómo funciona

Para que funcione tiene que contar con los siguientes elementos:

Transmisor

El mando a distancia que utiliza la persona que lo maneja para controlar el vehículo.

Su función es traducir los movimientos del usuario sobre los mandos (sticks, pulsadores o interruptores) y convertirlos en una señal de radio susceptible de ser transmitida al modelo.

Receptor

Se trata de una caja de pequeño tamaño ubicada en el modelo que incorpora la electrónica necesaria para recibir la señal del emisor.

Y que se comunica con los servomotores para ejecutar las órdenes de quien lo maneja.

Es decir, descodifica las señales que recibe del radio control y las convierte en impulsos eléctricos que moverán los componentes mecánicos.

Servomotores

Son comunes a los coches eléctricos y a los de combustible.

Son los encargados de transformar las señales eléctricas en movimiento mecánico.

Generan fuerza mecánica a través, generalmente, de un pequeño motor y un sensor para detectar la posición del servo.

Por ejemplo, mueven la dirección de las ruedas delanteras para que el coche gire a derecha o a izquierda.

En los eléctricos pequeños (1/16 de escala, por ejemplo) suele haber uno solo, aunque se puede añadir otro.

En escalas 1/8 suelen incorporar ya dos para tener la potencia necesaria.

Qué tipos de coches teledirigidos hay

La gran división viene determinada por la clase de motor:

Eléctrico

Funcionan mediante corriente continua con voltajes que suelen oscilar entre 7.2V y el doble e incluso más en modelos concretos como los conocidos como Monster.

Podemos distinguir, a su vez, dos tipos:

– Con escobillas o Brushed.

Funcionan con el bobinado en el rotor al que le llega la corriente mediante dos escobillas situadas atrás.

Su potencia se mide en las vueltas que lleve el cableado (12T, 17T, 21T…). A más vueltas, más fuerza y a menos mayor velocidad. Para estos motores se necesita un variador al motor de dos cables.

– Sin escobillas o Brushless.

Llevan el bobinado en el interior de la carcasa y en el rotor únicamente imanes.

Son, en su mayoría, mucho más eficientes que los anteriores. En este caso, la potencia se suele medir por las vueltas/voltio que es capaz de girar. Precisan un variador de tres cables al motor.

De gasolina

Una opción ya destinada a adultos y a la competición. Las cilindradas se definen en función de las escalas.

Así, en los de escala 1/4 y 1/5 no pueden tener una cilindrada superior a los 23 cc. Son motores de explosión y que usa gasolina como combustible.

En los de 1/8 se un máximo de 3,5 cc., en los de 1/10 se utilizan motores de 2,11 cc como máximo en la categoría Turismo y de 2,5 cc en la categoría pista.

En estos dos últimos casos se trata de motores glow y usan como combustible una mezcla de metanol y nitrometano.

¿Eléctrico o de gasolina?

Primero señalar que, por orden cronológico, primero llegaron los de gasolina.

Las diferencias entre ellos son varias y de calado. Señalamos algunas con carácter general:

Grado de dificultad

Los de combustión requieren ciertos conocimientos básicos de mecánica y saber cómo carburar el motor.

Por ejemplo, hay que tener en cuenta factores tales como el tiempo que va a hacer o la cantidad de aire y combustible que debe tener.

Sin embargo, en el caso de los eléctricos le basta la electricidad generada por la batería del interior para empezar a funcionar.

Velocidad

Con carácter general, los de combustión son más rápidos.

No obstante, la evolución tecnológica ha posibilitado que algunos modelos eléctricos se acerquen ya.

Los eléctricos cuentan con mayores picos de aceleración.

Manejo

Dentro de la complejidad señalada de los de combustión hay que añadir que antes de empezar a conducirles hay que hacer un rodaje al ralentí hasta apurar hasta unos tres depósitos en función del tamaño.

Si no se hace, la durabilidad será seguramente menor.

Los eléctricos son los más adecuados para empezar en este mundo del radiocontrol ya que su conducción resulta mucho más sencilla.

Autonomía

Mayor en los de combustión. Con una garrafa de unos cinco litros el coche puede funcionar durante horas.

En el caso de los eléctricos, como es lógico, depende de la capacidad de sus baterías, pero más allá de media hora es un registro estimable. Más que recomendable llevar dos baterías.

Mantenimiento

Exigen más mantenimiento los de combustión que además demandan de un buen asfalto mientras que los eléctricos son más versátiles en superficies.

Qué tener en cuenta en los coches teledirigidos

  • Velocidad: No tiene por qué ser sinónimo de mucha velocidad. Como es norma en casi todos los productos, depende quien sea el destinatario o lo que se busque. Como es lógico, nada tiene que ver este factor en un coche teledirigido para un niño con el peso que tiene en las competiciones de adultos en la que resulta totalmente fundamental.
  • Tamaño: Grande no significa que sea mejor. Vaya por delante este matiz. De hecho, con un coche pequeño el manejo será más ágil y el control superior incluso con alta potencia. Como parámetros para elegir el tamaño se pueden mencionar el cómo, dónde y con qué frecuencia se va a utilizar.
  • Autonomía: Ya hemos detallado este aspecto en la comparativa entre los de combustible, que gozan de mayor autonomía, y los eléctricos, más dependientes de la duración de las baterías, pero muy por debajo del margen de sus rivales.
  • Montado o no: Una opción no poco extendida es comprar el vehículo desmontado y ser uno mismo quien lo monte pieza a pieza. No suele ser por precio, de hecho no son los más económicos, como por satisfacción personal. Si se tiene habilidad y confianza en uno mismo es una buena alternativa.
  • Transmisión: Los vehículos por radiocontrol con transmisión a dos ruedas se controlan con mayor dificultad sobre todo si va deprisa. Es muy probable que, en ese caso, al girar haga un trompo. Por contraste, los de transmisión a cuatro son mucho más fáciles de conducir.

 

Última actualización el 2024-10-03 at 13:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados