Otoño tras otoño se vuelven a posicionar como la prenda de abrigo estrella de la temporada. Sí, hablamos de las gabardinas, nuestras grandes aliadas en el entretiempo.
Aportan tanto a hombres como a mujeres una solución ligera y son un acierto seguro. Además, tienen efecto cortavientos y nos protegen de la lluvia.
Es uno de los diseños con más historia de la moda.
Si en los años 40 era un prenda fundamentalmente masculina, la mujer pronto se dio cuenta de que podría ser una gran adquisición y comenzó a meterla en su armario.
Lo que seguro sabes de esta prenda es que tiene tres colores básicos: marrón, verde caqui o gris perla.
Aunque algunas marcas se han aventurado a teñirlas de rojo, naranja o amarillo, lo cierto es que siempre terminan pasadas de moda, mientras que las otras tres tonalidades adquieren el adjetivo de eternas.
Y es que la gabardina clásica tiene su propia esencia. Su largo debe de ser más allá de las rodillas, su color va desde el arena más cálido al verde más militar, siendo el beige el tono estrella.
Los botones tienen que ser dobles y en un tono más oscuro para que se vea el contraste, con cinturón con hebilla (si te inclinas por uno sin ella porque prefieres el nudo se permite) y con unas solapas en la parte delantera y en la trasera.
¿Cómo combinar una gabardina?
Tradicional o deportivo, el trench se adapta a cualquier vestuario y es realmente fácil de llevar a diario… Sobre todo si se opta por un tono neutro como el negro, el azul marino, el beige o el caqui.
Si la gabardina es de acabado brillante o satinado, te aconsejamos que elijas telas mates para acompañarlo.
Por el contrario, si optas por un trench estampado, te recomendamos que lo combines con ropa lisa.
Las mejores gabardinas para ellas
Las mejores gabardinas para él
Historia de las gabardinas
Gabardina, trench coat, guardapolvo… Muchos son los múltiples nombres para esta prenda de abrigo pero ¿qué sabes realmente de su historia?
Thomas Burberry establece su marca homónima en Basingstoke, un pueblecito al noreste de Inglaterra.
Con solo 21 años y bajo la premisa de que la ropa debía diseñarse para protegerse del caprichoso tiempo británico, creó ‘el algodón de gabardina’, reinventando las prendas para la lluvia que hasta el momento solían ser pesadas e incómodas.
El abrigo resultante fue el Tielocken (considerado el predecesor del ‘trench coat’) una prenda impermeable que se hizo famosa entre los aventureros e investigadores para cubrirse a la intemperie.
Pero fue con la llegada de la I Guerra Mundial, en 1914, cuando se inventa el ‘trench coat’ con un diseño funcional de trabillas para colgar equipo militar, anillas en forma de D para llevar granadas, una solapa frontal para ofrecer protección adicional y un panel impermeable en la espalda para permitir que el agua se deslice fácilmente.
Última actualización el 2024-09-16 at 15:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados