La adversa climatología es una de las principales amenazas para tener las plantas o los cultivos en perfecto estado de revista. En estaciones frías el invernadero doméstico se convierte en un práctico complemento para proteger esquejas, semillas, plantas o tu propia cosecha.
Con este dispositivo, cada vez más extendido, se evitan indeseadas congelaciones y se garantiza una temperatura compatible con la supervivencia de ornamentos vegetales o productos hortofrutícolas.
El origen de estas estructuras está ligado al sector agrícola. En concreto fue el empeño de producir uvas en los Países Bajos, una fruta de países más cálidos, lo que dio origen a finales del siglo XIX a esta alternativa tan extendida en el sureste de España.
En la actualidad, su versión casera también se aplica a pequeños huertos urbanos y a las plantas decorativas. Con carácter general, la adquisición debe ir totalmente ligada al tipo de productos para los que se va a usar.
De entre los seleccionados nos decantamos por un modelo de cuatro estantes de la marca Finether que resulta amplio, muy fácil de montar y tiene un precio ajustado para la capacidad que ofrece.
¿En qué consiste?
Con independencia del tamaño, la estructura de cualquier tipo de invernadero se sustenta en un espacio cerrado, estático y accesible cubierto por vidrio o plástico que permita el paso de la luz.
El paso de los rayos de sol a través del material de la cubierta, ya sea vidrio o plástico, calienta los cultivos o plantas ubicadas en el interior.
¿Qué es el efecto invernadero?
Como consecuencia del calentamiento a través de la cubierta se produce el conocido como ‘efecto invernadero’. Es decir, los productos o vegetación calentada por la radiación solar generan a su vez más calor que es retenido en el recinto cerrado provocando una subida adicional de la temperatura.
¿De qué material?
Con carácter general, las estructuras son de materiales resistentes como el hierro, el acero o el aluminio.
Los de aluminio son los más generalizados y son muy versátiles en el sentido de que admiten todo tipo de coberturas.
Tampoco se oxidan como los de hierro aunque estos tienen la ventaja de ser más resistentes, cualidad importante en cubiertas de vidrio.
¿Cubierta de vidrio o de plástico?
Por estética no hay color a favor de los de vidrio. También son los que mejor dejan pasar la luz. Sin embargo, tienen sus inconvenientes. Uno de ellos referido a su capacidad de aislamiento.
No es la más adecuada ya que es una más extremo en su relación con la temperatura. Se calienta en exceso en verano y se enfría en invierno.
En el caso de las coberturas de plástico las hay de PVC que cuenta con ‘pros’ como su precio económico y la ligereza. Se instalan de manera muy sencilla. Entre los ‘contras’ su translucidez es mejorable.
Por ejemplo, los de polietileno dejan pasar mejor la luz, pero, eso sí, sus paneles son más caros.
¿Dónde debe instalarse?
Es aconsejable un espacio despejado para que luz no tenga obstáculos para traspasar la cubierta. Obviamente con prioridad a los lugares más soleados.
Si la cubierta es de plástico se debe ser cuidadoso para que ninguna rama pueda desgarrarla. Con el fin de reducir los riesgos en caso de viento es mejor ubicarlo en un sitio protegido.
¿De qué tamaño?
Aunque sea una obviedad, el tamaño del invernadero depende del espacio del que se disponga y de la perseverancia en la afición por las plantas o los cultivos con el fin de que no acabe convertido en un aparatoso trasto.
En todo caso, como los avances se dan en todos los sectores, hay soluciones pensadas de gran ingenio. Por ejemplo, los modelos ‘túnel’ que pueden ajustarse de longitud en función de la cantidad de macetas que tengas que proteger.
Otra alternativa eficaz para compatibilizar el poco espacio en casa con la alta capacidad de los invernaderos es comprar uno vertical. Estrecho en la base y alto para albergar más plantas.
La opción del mini invernadero
Muy válida si no se cuenta en casa con más que una terraza convencional. Las ventajas son inherentes a sus características. Ocupan y cuestan muy poco. Son de diseño compacto y se pueden colocar prácticamente en cualquier sitio.
Aun dentro de sus escuetas medidas se pueden encontrar en el mercado hasta con termostato regulador, con cubierta desmontable o con baldas.
Estos modelos son los más idóneos para esquejas y plantas pequeñas que exijan unas condiciones de temperatura y humedad muy determinadas.
Finether 4 estantes: Muy adecuado para el ámbito doméstico
Un invernadero que cuenta con buenas prestaciones para el ámbito doméstico. No es preciso tener un amplio jardín ni una terraza de grandes dimensiones para poner colocarlo.
Sus cuatro estantes le proporcionan una capacidad muy satisfactoria a lo que se une la facilidad de montaje, la ligereza y la portabilidad si se quieren poner las ruedas, algo que resulta recomendable. En suma, una más que buena relación calidad-precio.
La versatilidad de montaje permite que el número de baldas se coloque según las necesidades. Es decir, se pueden poner menos si lo que se quieren proteger son plantas altas.
Es ideal para evitar que se hielen las plantas más delicadas. También para usarlo como alojamiento de semilleros. La capacidad para estos recipientes es de unos ocho aproximadamente.
Uno de los aspectos más sorprendentes, a favor del producto, es que, pese a que puede parecer frágil, resulta bastante estable. Obviamente, siempre haciendo uso de las baldas para macetas y plantas de peso medio.
El material de la cubierta también cuenta con las cualidades que se piden a estos productos. Es decir, permite pasar a la luz, pero no se aprecian entradas de agua a causa de la climatología.
La altura de este invernadero resulta muy adecuada para, por ejemplo, que las personas mayores no tengan que agacharse para cuidar sus plantas.
Relaxdays 10018889: La capacidad como punto fuerte
Más caro que el líder de esta selección, pero también con una mayor capacidad. Orientado ya a casa que dispongan de jardín, patio o áticos.
Es un invernadero muy espacioso y cómodo para el cuidado de las plantas. Buena estética en forma de casita y muy fácil de montar. En todo caso, algunas de las objeciones se derivan de aspectos que tienen que ver más con las precauciones previas al montaje que con el producto en sí.
Es decir, su consistencia no alcanza para aguantar fuertes vientos, pero, como se apuntaba, es muy recomendable situarlo en sitios protegidos. En cualquier caso, hay que contar con el ruido que hará el panel con el aire.
Tampoco sus estantes aguantarán macetas de gran tamaño y peso. La opción es, por si acaso, poner estas en el suelo y reservar las baldas para menores dimensiones. Con de espacio va bien, incluso se pueden poner las más pesadas en banquetas o portamacetas.
Con el fin de que la cubierta tape toda la estructura hay que calibrar la profundidad correcta a la que se encajan las piezas de montaje en el suelo.
Worth Garden: Buen cierre de cremalleras
Una alternativa muy adaptable a cualquier casa por su tamaño o para viviendas con jardín que precisen cuidados más delicados para determinadas plantas. En precio está algo por encima de modelos de similares características.
A su manejabilidad y sencillez de montaje une un elemento muy valorado por los usuarios como es el cierre con cremalleras de la lona transparente.
La extrema ligereza de la estructura puede ser un ‘pro’ si se ubica en terraza de piso o porche de chalet, es decir a salvo del viento. De no ser así, corre serio peligro de desmoronarse.
Ese cierre permite que las plantas queden muy protegidas. Muy recomendable, por ejemplo, para bonsáis o cactus.
Spear & Jackson: El precio de la estética
Otro nivel y otro precio, claro. La estética se paga y en este caso basta con ver el producto. Claro que no todo son ventajas. El montaje es, evidentemente, mucho más complicado. En general, se valora como un producto caro, pero el diseño y los caprichos también tienen su público.
A pesar de su apariencia más robusta las recomendaciones de ubicación en lugares resguardados también son de aplicación.
La abertura superior resulta cómodo para el regado de las plantas. La construcción en madera le dota de una mayor vistosidad, pero también es cierto que su consistencia y, sobre todo, su riesgo al deterioro en función de la climatología es mayor que en otros materiales como el aluminio.
En resumen, idóneo para quien tenga disponibilidad económica para primar la estética frente a otros factores más prácticos.
Mini invernadero Romberg: Óptimo recipiente para semillas
Una buena opción para conseguir que las semillas broten. Compacto y, como es propio de su tamaño muy manejable y con un peso muy ligero. Cuenta con sistema de ventilación regulable en la parte superior.
Dentro del segmento, se trata de un modelo muy específico al que hay pedirle lo que puede ofrecer. Es decir, los materiales de fabricación no ofrecen la misma resistencia que la de otros invernaderos domésticos más grandes e ideados para otros cometidos.
Si se le da el trato adecuado y se usa como soporte para tratar plantas o flores que solo pueden desarrollarse en determinadas condiciones puede resultar útil.
Última actualización el 2024-10-03 at 13:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
Tabla de contenidos
- 1 ¿En qué consiste?
- 2 ¿Qué es el efecto invernadero?
- 3 ¿De qué material?
- 4 ¿Cubierta de vidrio o de plástico?
- 5 ¿Dónde debe instalarse?
- 6 ¿De qué tamaño?
- 7 La opción del mini invernadero
- 8 Finether 4 estantes: Muy adecuado para el ámbito doméstico
- 9 Relaxdays 10018889: La capacidad como punto fuerte
- 10 Worth Garden: Buen cierre de cremalleras
- 11 Spear & Jackson: El precio de la estética
- 12 Mini invernadero Romberg: Óptimo recipiente para semillas