Las durezas en los pies no son para nada agradables, tocarnos los pies y sentirlos resquebrajados no es para nada placentero. Pero no es sólo una cuestión estética, sino el dolor que muchas veces traen consigo las durezas.
Las visitas al podólogo implican un tiempo y dinero del cuál no siempre disponemos, así que muchas veces solo nos queda la opción de quitarnos las durezas nosotros mismos en casa.
Para hacernos esta tarea mucho más sencilla y con los resultados dignos de una visita al podólogo, los expertos han seleccionado algunos de los limadores eléctricos de durezas que nos dejarán los pies como la seda, aunque el favorito ha sido el limador Scholl Velvet Smooth puesto que es la marca líder que cuenta con una amplia experiencia al cuidado de pies.
¿Por qué un limador de durezas?
Los callos y durezas aparecen como consecuencia del roce excesivo del calzado con los pies y se trata básicamente de células de piel muertas que se van acumulando.
Parte de responsabilidad la tienen el calzado apretado o abierto en los talones, los zapatos de tacón, una pisada incorrecta, las malformaciones de los pies, etc.
Por ello tener los pies bonitos y cuidados no es solo una cuestión de estética, claro que si utilizamos un calzado abierto a muchos les agrada llevar los pies arreglados, pero lo más importante es la comodidad y salud que esto conlleva.
En el caso de los talones las durezas que no son tratadas pueden ocasionar agrietamientos dolorosos; los callos no se quedan detrás, pueden resultar iguales o más dolorosos y molestos durante el andar.
Hay algunos aparatos, que solemos verlos en la consulta de pedicura, como una hojilla afiliada similar a un bisturí que quitan de forma estupenda las durezas. Claro que es necesario tener cierta práctica para utilizarlos, puesto manipularlos de forma incorrecta puede ocasionar que nos cortemos. En este sentido, los limadores son mucho más sencillos y seguros de utilizar.
Algunos expertos sostienen que los limadores son mucho más durables, puesto que es más probable que la hojilla pierda el filo mucho antes de tener que cambiar cualquier pieza de un limador eléctrico.
También son mucho más prácticos y rápidos, se pueden utilizar debajo de la ducha y no requieren de tener los pies en agua durante mucho tiempo. Al ser eléctricos, funcionan a una cierta velocidad que permite el pulido de las zonas con durezas en menor tiempo, en comparación con quitarlas a mano cómo sería el caso si utilizáramos una piedra pómez.
El acabado con cualquier limador eléctrico es mucho mejor que al realizarlo a mano, de hecho algunos podólogos los tienen en su consulta puesto que logran el mismo trabajo pero en un menor tiempo.
Aspectos a tener en cuenta
La pieza fundamental de éste tipo de aparatos son sus cabezales o rodillos porque son ellos quienes hacen absolutamente todo el trabajo de limar asperezas. Los modelos generalmente traen consigo varios modelos de rodillos, ya que no todos sirven para lo mismo. Algunos nos valdrán para zonas de mayor dureza, mientras que otros más finos nos ayudarán en el acabado final. La ventaja también, es que en caso de tener la piel muy sensible, podemos escoger el rodillo que mejor se nos adapte.
Debemos prestar suma atención en que los repuestos de los rodillos o hacernos con algunos demás, no sean más caros que la máquina en sí. También es importante asegurarnos de que los recambios existen y no adquirir un limador que luego tendremos que terminar desechando.
Los rodillos girarán a una cierta velocidad para poder limar las durezas. Como no todas las durezas son iguales ni tampoco la sensibilidad de nuestra piel, el limador debe permitirnos seleccionar a qué velocidad queremos utilizarlo, siendo algunas mucho más rápidas para limados más intensivos, pero otras más lentas para limados más suaves.
La potencia del motor, es el factor clave que hace girar a velocidad a los rodillos. Un limador que tenga una potencia mayor revolucionará más veces los rodillos, es decir los hará girar a mayor velocidad.
Algunos de éstos limadores funcionan recargando su batería u otros en cambio, a pilas. Sea cuál sea la manera, tanto unos como otros tendrán una cierta autonomía de funcionamiento, siendo mayor en aquellos cuya batería es recargable. Lo importante es que ésta autonomía nos de la libertad de poder arreglar correctamente ambos pies y que no nos quedemos a medias.
Seguramente los utilicemos debajo de la ducha, aquí el diseño y los materiales juegan un papel importante. El agua puede hacer que el limador se nos escurra, llevándonos de regalo alguna raspadura demás o que el aparato se golpee al caerse. Un diseño ergonómico que permita un buen agarre junto con algún material que nos asegure sujeción, nos ayudará a que el limador quede siempre en nuestra mano.
En cuanto al diseño de los cabezales, es importante que lleguen a cualquier parte de los pies y que cumplan su cometido, es decir, si un cabezal está pensado para limaduras profundas no puede su diseño ser similar a una lima de uñas, sino más bien al de una escobilla metálica.
Un podólogo necesita hacer un debido curso de formación, pero nosotros no debemos hacer lo mismo con un limador eléctrico. Más allá de un manual de instrucciones con algunos detalles, su uso debe ser sencillo, prácticamente intuitivo.
El favorito: Scholl Velvet Smooth Diamond Crystals
Dr. Scholl es la marca por excelencia en el cuidado de pies desde hace ya varias décadas. Han rediseñado la lima de pies desarrollando la última tecnología en sus cabezales, “Diamond Crystals” que incorpora unos pequeños cristales que ayudan a remover de manera mucho más eficiente las durezas de los pies.
Mediante una rotación suave nos ayudarán a quitar toda la piel que no deseemos. No es apta para utilizar bajo el agua, aunque la marca posee una que si permite ser utilizada en la ducha.
El mango es totalmente ergonómico, forrado en goma para asegurarnos un correcto agarre. Para utilizarla basta con accionar el botón de encendido y apagado. Si mientras nos estamos exfoliando los pies ejercemos demasiada presión, como medida de seguridad la máquina se detendrá, para evitar que nos hagamos daño.
Trae incorporado un cabezal indicado para durezas leves. Si nuestras durezas son más pronunciadas, no intentemos quitarlas con este cabezal, puesto que lo único que conseguiremos es dañar la piel, más aún cuando la marca tiene diseñados cabezales específicos para cada dureza.
Si preferimos algún otro cabezal más suave o por el contrario uno con mayores granulaciones que nos permita tratar más intensamente las durezas, lo podremos conseguir aparate. Con la marca no debe preocuparnos los repuestos, son muy sencillos de conseguir y su costo no supera los 10 €. Cambiarlos es pan comido, basta con apretar el botón lateral para que se libere el cabezal y colocar el nuevo a presión.
Funciona mediante 4 pilas AA que se pueden conseguir en cualquier comercio. El costo del limador de durezas es de alrededor de 20€, en línea con el resto de limadores de otras marcas.
Otras opciones
Denicer
Muy similar a la Scholl aunque la Denicer trae algunos cabezales de repuestos, algo que se agradece puesto que conseguirlos se puede, pero no es tarea sencilla.
Su diseño ergonómico de curvas suaves, mucho más elegante que la Scholl gracias a sus detalles en dorado, pero no cuenta con algún sistema de grip o material que nos ayude con el agarre.
Sus cabezales con agregados de arena de cuarzo contribuyen a un limado con mejor acabado. Como cabezales adicionales encontraremos 3 de grano grueso y dos de grano fino, para que elijamos el que mejor se adapte a nuestros pies, o utilizarlos de manera combinada.
A lo igual que el Scholl, cuenta con un botón lateral, que facilita el recambio de los cabezales. El botón de encendido es de seguridad, debemos presionarlo y luego deslizarlo para accionar el limador, si tenemos pequeños en casa y por algún descuido la dejamos a mano, no les será tan sencillo ponerlo en marcha.
El rodillo es resistente al agua, ¡pero cuidado que el resto de la máquina no! La ventaja es que con colocarlo debajo del grifo podremos quitarle los restos de piel removida de manera rápida y efectiva. Además incorpora un pequeño cepillo que nos puede ayudar muy bien con esta tarea.
No lleva pilas puesto que se recarga mediante un USB. Con unas 3 horas de carga podremos tener una autonomía de uso de 40 minutos, algo que a los expertos les parece un poco desbalanceado. Sabremos que su carga es completa cuando la luz LED que se ubica debajo del botón de encendido se torne de color verde.
Como accesorios trae consigo una bolsa para su guardado y transporte, aunque es una lástima que las instrucciones sólo estén en inglés. Su precio también ronda los 20€.
Abody
Una opción un poco más versátil, puesto que el limador Abody además de contar con cabezales de recambio nos permite seleccionar entre dos velocidades.
Cuenta con dos cabezales de uno de grano grueso y otro de grano fino, pero que podemos variar su intensidad gracias a las dos velocidades, de 30 y 40 rpm. Es así que si nuestra piel es muy sensible pero tenemos durezas pronunciadas, podremos utilizar el cabezal de grano fino a una velocidad máxima, si en cambio solo queremos prevenir la aparición de durezas, podemos utilizar el mismo cabezal pero con una menor velocidad. Cabe aclarar que conseguir los cabezales de recambio, no es tarea sencilla pero tampoco imposible.
Su diseño es muy similar al limador Scholl, ergonómico con buenas curvas de agarre y un mango antideslizante.
A lo igual que el Denicer, funciona con una batería recargable mediante USB. Su precio también ronda los 20 €.
Quegar
Si queremos una opción que nos permita utilizar el limador dentro de la ducha, podemos optar por el limador Quegar. Para muchos poder utilizarlo durante el baño es mucho más práctico, puesto que nos ahorramos tiempo, pero también porque si tenemos durezas muy pronunciadas la humedad y el vapor ayudan a eliminarlas de forma mucho más sencilla.
Trae incorporado un rodillo de repuesto, no debemos confundirnos y pensar que se trata de un rodillo con alguna granulación distinta. Algunos expertos sostienen que como son rodillos de granulación media, son más aptos para eliminar durezas que para tratar callosidades. Como medida de seguridad, si ejercemos demasiada presión sobre la piel, el rodillo se detendrá de forma automática.
Su diseño también es ergonómico y si bien en algunos limadores se echa en falta un detalle que facilite el agarre, en éste mucho más, sobre todo para poder manipularlo con las manos húmedas.
No lleva pilas, sino que se recarga conectada a la corriente eléctrica. Como accesorios extra trae un cepillo que contribuye a la limpieza del limador.
Remington Perfect Pedi Reveal
Una opción muy básica pero al mismo tiempo económica, con el respaldo de una buena marca. Posee dos cabezales de recambio, uno de grano grueso y otro de grano extra grueso para tratar diferentes durezas y callosidades.
El rodillo no es curvo como en el resto de limadores, sino recto; además está metido dentro del cabezal y no sobresale de él. Para algunos expertos, este diseño del rodillo hace que no sea tan sencillo llegar a todas las zonas de los pies, incluso al estar tan cerca de la carcasa, restos de piel puede llegar a meterse dentro del limador.
Al menos tratándose de una marca conocida, no es difícil conseguir cabezales de repuesto.
Su diseño es ergonómico pero también se echa en falta algún detalle que nos asegure un poco más el agarre.
Funciona mediante 2 pilas AA, siendo una buena opción si viajamos, ya que no dependemos de la corriente eléctrica. Como accesorio extra incluye un cepillo para su limpieza.
Como ya mencionamos, dentro de los limadores escogidos es la opción más económica, costando alrededor de 14 €.
Última actualización el 2024-10-11 at 23:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados