
Los llamados ‘Pop it’ se han convertido en el juguete del momento. Esto se lo debemos en gran parte a la red social Tik Tok, que los han popularizado transformándolo en un accesorio viral.
Su éxito ha crecido tanto que ya recuerda al que alcanzaron en su momento los ‘spinners’.
De hecho, los ‘Pop it’ también se engloban dentro de los llamados fidget toys o juguetes antiestrés.
Estos tipos de juegos nacieron para autorregular la ansiedad y ayudar a la estimulación de menores que padecen diferentes trastornos.
De este modo, puede ayudar a niños con trastorno del espectro autista, con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), con problemas de concentración o con problemas de desarrollo de habilidades motoras, entre otros.

Pero, ¿qué es exactamente un ‘Pop it’?
‘Pop it’ es un juguete de plástico con distintas formas y colores que cuenta con burbujas en las dos caras que tiene.
¿Y cómo se juega? Simplemente ‘aplastando’ las burbujas en un bucle eterno.
Sí, como se ha hecho toda la vida con el plástico de burbujas, pero en este caso con la ventaja de que el juego no acaba nunca.
Este bucle eterno otorga a los niños y no tan niños la capacidad de poder estar horas y horas explotando las burbujas, pero sin que estas desaparezcan como en el papel.
Además, estos juguetes se caracterizan por estar disponibles en distintos colores y tantas formas como imaginemos: cuadrado, triángulo, unicornio, dinosaurio… Al tacto, la sensación resulta agradable.
Eficaz contra la ansiedad y las manías
Este aparente simple juguete es ‘recetado’ por sanitarios para aquellos menores que sufran problemas relacionados con manías, como tirarse del pelo o morderse las uñas.
En este caso, sirven para canalizar el exceso de energía y la necesidad de movimiento.
Otra aplicación sería para personas que necesiten focalizar su atención en algo para desviar un pensamiento intrusivo o rebajar un estímulo ansiógeno.
Este ‘desvio’ es, en realidad, lo que nos relaja, no la conducta de apretar burbujas o el objeto en sí mismo.
De este modo, el objeto permite una mayor concentración para distraer a la mente de lo que le preocupa.

‘Pop it’ como recurso educativo
La popularidad de este juguete ha hecho que muchas aulas los incorporen y adapten como recurso educativo.
Otra opción es que las propias familias animen a sus hijos a que los utilicen para algo más que para divertirse.
Por ejemplo, a través de los muchos recopilatorios de juegos que circulan por YouTube.
Uno de ellos es el de la maestra Eugenia Romero, en el que encontrarás juegos de psicomotricidad fina, estimulación sensorial, atención, conciencia léxica, silábica o lectoescritura, por ejemplo.
También hay varias profesoras influencers en Instagram que tienen en cuenta este afamado juguete.
Las más destacadas son ‘La clase de Lore’ o ‘Pizarra de Colores’, ambas proponen juegos para inspirar a otros profesores a llevar este juguete a clase.
‘Lore’ propone una versión especial del juego de mesa Trivial para repasar matemáticas, lengua, sociales y naturales.
Ver esta publicación en Instagram
‘Pizarra de colores’ por su parte, lleva a cabo diferentes juegos para repasar la lectoescritura y las multiplicaciones.
Ver esta publicación en Instagram
Por último, también podemos buscar inspiración en blogs. El más relevante en temática ‘Pop it’ es EduFichas, que propone distintas actividades para trabajar las direcciones, la localidad espacial o la conciencia fonológica, entre otros.
Además, esta web, con motivo de Halloween, ha diseñado material específico (y terrorífico) con esta temática.
En este especial encontrarás tableros para practicar el rastreo visual con dibujos de calaveras, brujas, calabazas o fantasmas.

Última actualización el 2025-04-18 at 14:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados