La utilidad, sencillez de uso y comodidad bien pueden ser tres de las principales bazas de los atornilladores eléctricos.
Al ser una de las herramientas más comunes en los hogares y tener un precio razonable, su uso se extiende gracias a los esfuerzos que evita y a su mayor precisión.
Con esta herramienta, la torsión, es decir, la maniobra de girar el tornillo a base de hacer presión con la mano queda a cargo del motor.
La versatilidad es una de sus principales ventajas con aplicación en los ámbitos profesionales y domésticos.
Su variedad de prestaciones les hace ser eficaces para todo tipo de labores, desde el ajuste de maquinaria industrial hasta pequeños trabajos de bricolaje en la casa.
Por un precio más que económico este modelo resuelve con eficacia las labores propias de un hogar.
Destinado a los cometidos más habituales en este ámbito como montaje de muebles o bricolaje. Su potencia resulta satisfactoria para eso.
A su utilidad, dentro del sector para el que está concebido, añade un buen número de extras, entre ellos un completo juego de cabezales, y de prestaciones complementarias como luz artificial. Todo con una buena presentación dentro de un maletín de material bastante resistente.
Por su tamaño resulta muy manejable, gracias también a su mango ergonómico.
Esta manejabilidad es una característica muy aconsejable cuando se trata de atornillar en zonas de difícil acceso.
A ello ayuda que el brazo cuenta con dos posiciones para adaptarse a la ubicación de los tornillos.
Se puede poner en posición longitudinal tras liberar un bloqueo, una de las opciones mejor valoradas por los usuarios.
La facilidad de uso también es extensible a un aspecto muy importante como es el cambio de brocas que se hace en unos instantes.
La duración de la batería es correcta. Una herramienta que se hace indispensable para los ‘manitas’ domésticos.
Modelo de una de las marcas punteras sólido y muy apto para uso intensivo.
Por potencia, pese a estar orientado al ámbito doméstico principalmente, puede afrontar tareas de mayor exigencia.
También responde sin problemas en determinados ámbitos profesionales como el de la electricidad.
Una de sus ventajas respecto al suministro de energía es que, además de la duración óptima de la batería, se recarga rápidamente.
El agarre de las puntas es muy firme y seguro con un cambio rápido y sencillo de una a otra.
Una herramienta que da sensación de compacta y duradera sin dejar de ser muy manejable.
La objeción más común es su precio que, aunque no es desorbitado, sí está por encima de otros dispositivos de gama similar.
Como en tantos casos, el prestigio de la marca en el sector es un factor a tener en cuenta.
Entre los aspectos puntuales ya referidos a la herramienta en sí, una de las desventajas apuntadas pasa por la falta de regulación en la potencia.
Es decir, las revoluciones por minuto son fijas cuando se presiona el gatillo.
Destornillador eléctrico con diseño tradicional de una de las firmas más conocidas en este sector de herramientas.
Esta forma le permite ser muy adecuado para llegar a lugares estrechos y difíciles.
No hay que sacar conclusiones por su pequeño tamaño ya que su potencia está por encima de su apariencia.
Afronta sin problemas las tareas de bricolaje, montajes de mobiliario o reparaciones domésticas. A ello ayudan sus puntas que son muy resistentes.
En cuanto a la batería, su duración es óptima aunque, entre las objeciones, está que, al ir incorporada y no poder extraerse, si se agota o da problemas, lo da la herramienta en su conjunto.
Un lujo de herramienta que se paga. Es decir, el principal inconveniente es el precio.
Un atornillador que hace funciones también de taladro de altísima calidad, potente y versátil que puede salir con garantías del ámbito doméstico.
Todo ello con un peso muy ligero y una manejabilidad excelente.
Estas características permiten trabajar de manera muy ágil, un factor positivo muy a tener en cuenta sobre todo en sectores profesionales.
Por supuesto, como exige su precio, está fabricada en resistentes materiales con baterías de litio que garantizan una gran autonomía.
También viene acompañada de distintos cabezales y extras.
Modelo de cable en la gama media-alta de precio. Como es norma en estos dispositivos la potencia es su principal ventaja.
Además, esta no disminuye como pasa cuando se va descargando la batería. Otra, no menor, es la posibilidad de graduarla a través del anillo numerado.
Esta fuerza de motor le dota de una mayor versatilidad en los ámbitos de aplicación. Cumple con creces en casa, pero también afronta obras de mayor calado.
El mayor inconveniente estructural de estos dispositivos con cable es, obviamente, su dependencia de enchufes y que te dan menor libertad de movimiento.
Básicamente, en el interior de este aparato se produce la conversión de energía eléctrica en mecánica a través de un motor.
Al pulsar el gatillo la energía pasa del motor al mandril (boquilla donde se insertan las brocas) mediante un sistema de engranajes.
En función del modelo, se pueden seleccionar distintos engranajes y modular así la velocidad que genera. La energía se transmite a través de cable o batería.
Depende del uso previsto. Los de cable suelen ser más potentes, rara vez se detendrán por la dureza del material a atornillar. Su durabilidad suele ser mayor.
Como inconveniente, evidente, su menor maniobrabilidad al depender de enchufes o alargadores.
Por contraposición, los de batería son extremadamente cómodos. Los avances tecnológicos ofrecen ya motores de gran potencia en esta gama.
Por lo general se utilizan para una frecuencia alta de trabajos aunque siempre se ha de estar pendiente del nivel de las baterías.
Las baterías que se ofrecen en el mercado suelen ser de iones de litio, las más recomendables, de níquel cadmio o de níquel hidruro metálico.
Habitualmente, los dispositivos orientados al uso doméstico vienen de serie con baterías de níquel-cadmio. Estas deben cargarse y descargarse por completo cada vez.
En las de litio, de coste más elevado, se pueden recargar sin tener que esperar a que se agote la energía.
De manera abrumadora, los atornilladores eléctricos tienen más ventajas que el manual salvo en el precio.
Al no ser tampoco excesivo, al menos en el ámbito de uso doméstico, enumeramos algunos de los factores positivos.
Las diferencias sustanciales son el tamaño y el peso. Menores en ambos casos en el atornillador.
Para trabajos caseros que no requieran mucha complejidad ni excesiva presión para fijar los tornillos es más recomendable un atornillador eléctrico.
Las razones ya han sido apuntadas: mucho más ligeros y cómodos de usar.
En el ámbito de obras de mayor dimensión o reparaciones llevadas a cabos por profesionales resulta más práctico el taladro atornillador, más complejo y costoso.
En todo caso, no hay que olvidar que la variedad de modelos posibilita que, de un modelo u otro, haya opciones para todos los bolsillos.
Última actualización el 2024-04-29 at 04:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
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