El escáner ya es un clásico en el mundo de la informática. Como es evidente en un sector que es sinónimo de tecnología, su evolución, tanto en prestaciones, como en tamaño y precio, ha sido vertiginosa desde que en 1984 se presentara el primer modelo en blanco y negro que fue desarrollado para Apple. El anglicismo (scanner) que le ha hecho conocido universalmente se puede traducir por ‘el que explora o registra’.
Un significado que se ajusta a las distintas funciones que abarca en la medicina, la electrónica o la informática. En esta comparativa nos centramos en estos últimos, en concreto en sus modelos de mesa.
De los seleccionados, optamos por el LiDE 300 de una marca puntera como Canon por su satisfactorio rendimiento para el ámbito doméstico a un precio muy económico.
La razón fundamental es que facilita al máximo el archivo de documentación de todo tipo a la que se podrá luego acceder de manera muy sencilla. Su utilidad excede el ámbito profesional ya que todo el papeleo de casa y, muy importante, las fotos familiares estarán a mano y a buen recaudo en el ordenador.
En síntesis, utiliza la luz para convertir documentos o fotografías en archivos digitales que luego pueden tratarse, modificarse y editarse en el ordenador.
Se trata de un proceso algo complejo de explicar que, sin embargo, se lleva a la práctica con máxima facilidad por la simplicidad de sus funciones.
El escáner proyecta luz sobre una imagen que, a través de los sensores, captan los distintos tonos de luz del documento o imagen sobre la que se trabaja. Las zonas más oscuras reflejarán poca luz y las más claras mucha.
Estas variaciones lumínicas, a través de sensores individuales o agrupados en tiras si es de color, son convertidas en señales electrónicas.
Estas, a su vez, son enviadas como datos y previa aplicación de un algoritmo, al ordenador a través de la interfaz.
Es decir, a través de un conversor capaz de traducir la corriente eléctrica al sistema binario de ceros y unos que forma los pixeles o unidades de color que componen la imagen.
Por tanto, la interfaz posibilita que las señales emitidas por un aparato, en este caso el escáner, sean comprensibles para otro, en este caso el ordenador.
En el caso del color, el sensor suele usar la tecnología CCD a base de silicio por la sensibilidad a la luz que presenta este material.
Digamos que este sensor es como un ojo electrónico que recoge la luz y la convierte en señal eléctrica. De este modo, detecta la presencia y cantidad de colores de cada punto de la imagen que filtra en tres: rojo, verde y azul.
Hay una nutrida variedad derivada, por un lado, de su especialización (microfilm, diapositivas) y, por otro, de sus características técnicas. Si nos ceñimos a estas últimos podemos distinguir:
Escáner de una de las marcas punteras que reúne las cualidades más apreciadas para el ámbito doméstico.
Es pequeño, ligero (no llega a los dos kilos), manejable, fácil de instalar y de usar, cumple bien con las funciones básicas y tiene un precio muy competitivo.
No le veremos habitualmente en una oficina, pero en casa resulta muy útil. No está ideado para uso intensivo ni es el más rápido (en torno a unos 15” segundos por página), pero tampoco son inconvenientes de envergadura en este segmento.
Una correcta resolución de colores suma ‘pros’ a este Canon muy recomendable para uso esporádico ya que, por su precio, merece la pena, aunque se use por asuntos muy puntuales.
También se puede digitalizar con paciencia y tiempo el álbum fotográfico familiares, aunque está más orientado a los documentos.
Ni siquiera precisa conexión a la red ya que se alimenta a través de la toma USB. Como es norma general, el cuadro de mandos, en este caso con cuatro botones de funcionamiento, es muy sencillo de utilizar.
Entre las objeciones puntuales, se señalan problemas de compatibilidad con el sistema operativo Windows 10.
Lo suyo es la imagen en todas sus variedades. Fotos, negativos o diapositivas son las piezas más codiciadas y que mejor resultado dan al pasar por su cama de cristal.
Esta especialización comporta, por su mayor envergadura tecnológica, un precio más elevado del dispositivo y suele usarse en otro ámbito vinculado a los profesionales de la fotografía.
Se instala de manera muy sencilla, el terminal lo reconoce al momento (en este caso incluido Windows 10) y su manejo es también muy accesible.
Como se apuntaba, su tratamiento de los negativos es óptimo siempre que se repare antes en la manera correcta de colocar el soporte sobre el cristal.
Ofrece la posibilidad de escanear hasta seis negativos a la vez y cuatro en el caso de las diapositivas.
En cuanto al software hay muchas opciones, entre las comunes, obviamente, importar las imágenes de los negativos o las diapositivas directamente a Adobe Photoshop.
En suma, una opción dirigida principalmente a los amantes de la fotografía con conocimientos avanzados o profesionales del sector.
Un dispositivo que ofrece una muy buena resolución a una velocidad notable. Sin embargo, su cualidad más valorada es su portabilidad.
No llega ni al kilo de peso, funciona con baterías y ni siquiera necesita estar conectado a un ordenador para hacer su trabajo, aunque sí luego para verlo.
Sus archivos digitalizados se guardan en una tarjeta SD que luego se puede volcar al terminal informático.
Este sistema es, precisamente, motivo de alguna crítica ya que se valoraría más que se pudiera hacer de manera directa a través de un puerto USB.
En todo caso, en la gama de escáneres planos y portátiles sin duda está entre los líderes por sus prestaciones.
Otra de las ventajas añadidas es la posibilidad de escanear con comodidad libros ya que la tapa se puede quitar.
En este modelo su cualidad más destacable viene dada por su capacidad para escanear en tamaño A3 sin que por ello sea mucho más grande que uno modelo convencional.
Evidentemente, esta es una gran ventaja en función de los trabajos que se vayan a llevar a cabo. Otra de sus características es la velocidad de escaneo y una resolución bastante aceptable. Todo ello sin que el precio sea elevado.
Muy recomendable para digitalizar obras artísticas. Entre las objeciones, su software tiene margen de mejora. Es decir, más destacable el producto en sí que sus programas. Un problema, en todo caso, perfectamente subsanable.
Una opción que va más allá de lo doméstico, pero que puede ser de gran utilidad para profesionales que tienen la oficina en casa.
Puede parecer caro, pero sus prestaciones son ya mucho más completas y sofisticadas que otros modelos de gama inferior.
Así, es rápido, admite mucha carga de trabajo y, entre otros extras muy a tener en cuenta, escanea por ambos lados y digitaliza sin problemas tarjetas de visita.
Última actualización el 2024-04-29 at 10:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
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