“Pon el mantel” es una de las órdenes domésticas que se heredan de padres a hijos y de generación en generación.
Eso da idea del imprescindible papel que juega en la casa y de la enorme variedad de modelos y opciones que se han ido acumulando a lo largo de los años.
De los manteles seleccionados, nos hemos decidido por la elegancia de una pieza rectangular de la marca Topmail que aúna un vistoso diseño con un material ideado para que las manchas salgan bien tras un lavado y a un precio asequible.
Su sencillez es máxima. Se trata de una cobertura de distintos materiales que se pone encima de la mesa para protegerla durante las comidas o cenas.
Como hemos apuntado existen numerosas alternativas:
Sabido es que no solo resultan compatibles sino muchas veces complementarios con el hule abajo como protector y el mantel de tela encima para dar mayor elegancia a la mesa.
Dicho esto, el hule es, sin duda, mucho más práctico para uso diario y, en general reúne más ventajas, además de la obvio de su más sencilla limpieza.
Por ejemplo, se puede cortar a medida, la variedad actual de diseños les abre las posibilidades, sirven bien para interior y exterior (cuidado con el exceso de calor, eso sí) y suelen ser bastante más baratos.
Destacamos los siguientes:
Hemos finalizado con el anterior apartado con la obviedad de que los manteles rectangulares han de ser mayores que sus mesas para detallar aquí algunas consideraciones.
En el caso de los rectangulares, no hay medidas estándar de caída del mantel por los lados. Lo más práctico es que cojamos un metro, lo pongamos en el lateral de la mesa en la que irá el mantel y marquemos los centímetros que tiene la caída que más nos satisfaga.
En el caso de los manteles redondos, sí que hay algunas referencias numéricas. Así, la caída en este tipo de mesas deberá estar, como consejo, en unos 30 cm. Las variaciones estarían en la horquilla entre 20 y 35 cm.
Resumimos los criterios de compra en tres fundamentales:
En el caso de los manteles más especiales, además del diseño habrá que valorar el material de confección y graduar así si la elegancia que se quiere llega al lino o se queda en algodón.
Como se señalaba, encabeza esta selección un mantel que aúna varias cualidades de peso como un bonito diseño, un tamaño muy holgado, un material ideado para facilitar la limpieza y todo ello por un precio bastante asequible.
Se trata pues de un mantel elegante propio para ocasiones especiales que, por sus dimensiones de 140×200 cm, da para comidas familiares o entre amigos de entre 6 y 8 comensales.
Como referencia, es muy adecuado para mesas rectangulares de entre 1,40 y 1,50 metros de largo y entre 80-90 cm.
Está confeccionado en algodón y lino y, por tanto, no es impermeable ni anti manchas como tal, aunque la suciedad, incluso manchas complicadas, sale bastante bien después del lavado (agua fría y detergente suave) y no hay que plancharlo lo que siempre supone una gran ventaja.
Es decir, más que por factores puramente práctico, el atractivo está más en su estética rematada por unas borlas de 2-3 cm. Está orientado tanto para exterior como para interior y luce mucho en ambos casos.
Hule de moderno diseño para mesa rectangular mediana a un precio muy económico como es habitual en este tipo de manteles.
Especialmente práctico si se usa para terraza ya que aguanta bien la lluvia; algo peor lleva el exceso del calor, pero es, en general, muy resistente.
Otro de las cualidades de este modelo es el buen grosor que, por ejemplo, evita que se noten las tablillas si se pone sobre una mesa de esas características.
El color y los motivos le hacen un hule muy llamativo que, como aspectos prácticos, suma que se lava de manera muy sencilla.
Como es habitual en esta gama está fabricado en PVC con el reverso de fieltro. En suma, un mantel versátil que sirve para diario y también para cenas o reuniones informales.
Bonito mantel en gris para mesa redonda rematado con borlas. Buena calidad de un tejido grueso compuesto por lino y algodón.
El diámetro está algo por encima de 1,5 metros y, por tanto, estaría indicado para una mesa de 80 para que la caída sea adecuada.
El lavado aconsejado por el fabricante es a mano o, como alternativa, en frío delicado si es a máquina. No suele requerir planchado.
Por su sencillo y a la vez elegante estampado puede quedar bien para cualquier ocasión, tanto un desayuno doméstico como una cena romántica.
Cerramos con un clásico atemporal reservado a casas de postín con economías saneadas. Mantel de lino para mesa redonda con una confección también de lo más tradicional.
El caro material y el trabajo artesanal se paga, como es lógico, a un precio muy elevado. Su uso más habitual es para tomar un té o un café.
Viene, eso sí, con sus cuatro servilletas.
Última actualización el 2024-05-04 at 16:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
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