El tratamiento y acabado de las paredes es uno de los aspectos fundamentales en una obra.
Para hacerlo de manera correcta, por ejemplo, quitar bien los restos de pintura antigua, hay herramientas que resultan de gran utilidad como es el caso de las lijadoras específicas para este tipo de cometidos.
De entre las elegidas hemos situado en primer lugar una de la marca Ginour por su potencia de lijado, sistema de aspiración automático y precio razonable para las prestaciones que ofrece.
La lijadora de pared es una herramienta orientada a lijar de manera rápida y eficaz paredes y techos. Sirve para retirar restos de papel, capas de pinturas anteriores, revestimientos o restos de adhesivo.
Entre las primeras destacamos:
Sobre las desventajas:
Señalamos los siguientes:
Un modelo líder con una más que estimable potencia traducida en un motor de 800W que procura una gran eficacia y rapidez a la hora de alisar paredes y techos. Cuenta con siete velocidades distintas de aspiración con un máximo de 1800 rpm.
Además de estas notables prestaciones incorpora un sistema automático de aspiración que, en unos trabajos que generan tanto polvo, es un añadido de primer orden.
La manguera sale del propio tubo de la lijadora y está unido a una bolsa en la que se depositan los residuos. Viene también con un adaptador para la conexión de una aspiradora externa.
Su cabezal, con un diámetro cercano a los 23 cm, tiene capacidad para girar 360 grados y puede girar con facilidad con objeto de ajustarse a paredes irregulares.
En cuanto a accesorios también alcanza buena nota con sus 12 discos de lija adicionales, adaptadores de conexión, cepillos y hasta bolsa de transporte. No es de los más baratos, pero su relación calidad-precio es óptima.
En la misma línea por precio, aunque con una potencia de motor algo menor (600W) y menos discos como accesorios con un total de seis.
En todo caso, una lijadora de pared que cumple con eficacia su cometido con discos de 225 mm reservados ya a lijadoras de nivel medio-alto dentro de un ámbito más doméstico que profesional.
Para evitar el polvo hay que acoplarlo a un aspirador. Es decir, no incorpora su propia bolsa para que se acumule de manera automática, una diferencia sustancial con el anterior modelo.
Uno de sus puntos fuertes es un agarre ergonómico en forma de T que facilita su uso dentro de lo razonable ya que no es esta una herramienta cómoda por naturaleza.
En cuanto a su extensión máxima, sin accesorios suplementarios, el mango telescópico alcanza los 165 cm, una medida que se quedaría corta para las zonas más altas y techos de paredes convencionales.
Por precio en la gama baja con prestaciones muy interesantes como una estimable potencia concretada en un motor de 710W.
Trabaja también con discos de 225 mm y su velocidad máxima de rotación alcanza las 2100 rpm.
Incluye seis discos de lijas y manguera de aspiración que hay que conectar a un aspirador externo como es propio en los modelos más básicos.
Manejable y ligera dentro de este segmento con poco más de cuatro kilos, aunque, al ser trabajos continuados, el cansancio se irá notando.
Si algo destaca de esta alternativa es su económico precio con una más que notable potencia de motor de 800W y buenos accesorios con 12 discos abrasivos adicionales de 18 cm.
Sin embargo, hay que advertir que se trata de una lijadora de mano sin extensiones y que, por tanto, requerirá escaleras para ir trabajando la pared.
Se configura así con un mango similar al de una taladradora y con dos acoples laterales para enroscar un agarre suplementario.
Es decir, es eficaz y potente, pero su uso requerirá más esfuerzo a cambio de menor desembolso.
Como aspecto positivo añadido, el proceso de aspirado se hace directamente a la bolsa que se engancha a la manguera.
Una lijadora de buena potencia y asequible precio para cerrar. Cuenta con seis velocidades de intensidad de lijado con una horquilla que va de las 900 a las 2000 revoluciones por minuto (rpm).
Su mango telescópico alcanza una extensión de 221 cm que le hace muy adecuado para el lijado total de paredes que suelen estar en esa altura las de tipo más convencional.
Viene de serie con una docena de discos de lija y, en resumen, resulta una muy buena opción por un desembolso muy asequible.
No es que sea un técnica que esté de moda, pero, por si acaso, no está de más asegurar que sí, que la lijadora de pared (siempre sujetas a la potencia) es el mecanismo más rápido y eficaz para alisar una pared de gotelé.
De hecho, con una herramienta de calidad se quita de manera rápida y cómoda con un volumen de polvo menor. En todo caso, acoplar un aspirador a una lijadora de pared es obligatorio si no incorpora un sistema automático.
Si se desgastan muy rápido los discos de lija al repasar el gotelé hay un truco muy práctico. Así, se puede lijar la parte más gruesa, emplastecer y lijar de nuevo sobre el emplaste.
Las recomendaciones de los profesionales sobre el sentido del lijado pasan por hacerlo empezando siempre por un extremo, ya sea izquierdo o derecho, y de arriba abajo. En todo caso, con el uso y la experiencia cada usuario acabará adaptando su técnica a la que más se le acomode.
La mayoría de los modelos cuentan con extensiones para alcanzar en torno a los 2,5 metros de altura que tienen los techos convencionales.
Esta circunstancia añadida redunda en la necesidad de que sea manejable y cómoda dentro de las limitaciones propias de esta herramienta.
Centrado de manera primordial en la limpieza de la herramienta. Con este fin se recomienda un paño seco para eliminar el exceso de polvo que pueda quedar.
En otro ámbito, hay que estar pendiente del estado del disco ya que, obviamente, se desgastan y es necesario cambiarlos.
Última actualización el 2024-05-08 at 22:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
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