Conocida como la marca del cocodrilo, es una de las más reconocidas del mundo y está presente en 120 países. Fue la creadora del primer polo en 1933 y, ya desde entonces, levanta pasiones.
¿Sustituir la clásica y normativa blazer de tenis por una especie de camiseta con cuello de camisa y un par de botones nada más? Resultó toda una osadía para el momento. Una osadía que, todo sea dicho, levantó pasiones, al igual que las levanta la propia marca.
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Y es que sus productos son un lujo, como el clásico polo o las zapatillas de tenis. Un lujo que gusta a todos. La prueba es la imagen que encabeza este artículo, de un comercial lanzado por Lacoste que demuestra que la misma prenda es válida para cualquier generación, sexo o tipo de cuerpo.
Y ese es, precisamente, uno de los puntos fuertes de la marca, y por eso es estupenda para regalar. Y más con descuentos tan sensacionales como estos que hemos encontrado en Amazon… Se la regales a tus padres, a tus hijos, abuelos o amigos… ¡Les encantará!
Con ellos, podrás regalar lujo a precios de lo más asequibles: unas tenis, un reloj, un neceser con buenos acabados y materiales estupendos…
¿O por qué no una sudadera, una gorra o un bolso para mamá? ¿O tal vez es el momento de adquirir una cartera nueva para papá?
La marca tiene productos de todo tipo con los que sin duda triunfarás.
Érase una vez un cocodrilo…
La historia de Lacoste es la historia de una apuesta, un periodista americano y un jugador de tenis: René Lacoste.
Corría el año 1923, en Boston, cuando el joven prodigio del tenis René Lacoste ya despuntaba con tan solo 19 años. El capitán de su equipo, consciente de ello, le promete una hermosa maleta de piel de cocodrilo que observa en el escaparate de una tienda si consigue ganar un partido complicado.
Finalmente el tenista no ganó aquel partido y se quedó sin maleta. Lo que sí hizo, sin embargo, fue demostrar que tenía la tenacidad de un cocodrilo en la pista. Por eso el periodista estadounidense le apodó así.
Y, así, el cocodrilo se convirtió en un símbolo. Tomó forma en 1927, gracias al estilista y diseñador Robert George, precursor de la «customización» (tanto es así que es considerado el padre de esta idea). El tenista le pide que borde sus blazers y años después nace el polo.
El cocodrilo sobre el corazón convierte a Lacoste en la primera marca en poner un logo visible en una prenda.
El polo Lacoste nace en Troyes, al noreste de Francia, en 1933, cuando René Lacoste inició la fabricación de la antaño conocida como chemise Lacoste.
El tenista se sentía incómodo sobre la pista al pelotear. Porque la blazer era rígida y, con toda probabilidad, no era lo más adecuado para jugar al tenis. Por ello decidió diseñar su propia prenda: el polo. Una especie de camisa de manga corta y cuello abotonado que permitía una mejor movilidad.
Fue en las fábricas de Troyens sería, concretamente, donde lo haría realidad. Así fabricaría, en piqué (un tipo de algodón muy ligero), el primer polo de la historia. Su nombre: L.12.12. Un modelo que aún sigue vigente y que tiene cuerda para rato.
Última actualización el 2024-05-06 at 21:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
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