En un tiempo de expansión de la tendencia ‘dog friendly’, también en el sector de los hoteles, de las casas rurales o de los alojamientos turísticos en general, la seguridad de la mascota y, también muy importante, el cumplimiento de la normativa, tiene en las rejillas de coche su natural aliado.
Para los amantes de los perros, viajar con ellos es parte esencial para disfrutar de su tiempo de ocio o de las vacaciones sin tener que preocuparse de dejarlo con alguien o en alguna residencia sin demasiadas referencias.
Se trata de un dispositivo orientado a la protección de la mascota y a garantizar su total seguridad en los traslados en coche.
Para ello delimita el espacio con una rejilla donde se ubicará el animal al que, de esta manera, se le impide provocar indeseados percances por sus imprevisibles movimientos.
También evita arañazos o suciedad en los asientos.
Un modelo que cumple dos de las ‘b’ más recurrentes a la hora de comprar algo, es buena y barata.
La tercera de bonita no viene el caso ya que estamos ante un artículo de máxima funcionalidad.
Ese aspecto lo cumple de manera sobrada ya que convergen en esta rejilla algunas de sus cualidades más apreciadas: es ligera, resistente, de máxima versatilidad y se coloca sin problemas.
Como es general en estos topes, la altura no es regulable. En este caso es de 30 cm (cubriría bien hueco hasta con un par de centímetros más). Sin embargo, la anchura sí y mucho.
Así, abarca entre 90 cm y 1,30 metros lo que le da una horquilla amplísima para ahormarse a la mayoría de los vehículos incluidos monovolúmenes y furgonetas de tamaño convencional.
Viene de serie con enganches de tres tamaños diferentes para ajustarse a distintas distancias del reposacabezas.
Si se quiere, aunque no resulte imprescindible, siempre se pueden reforzar los agarres con bridas.
Tampoco molesta en la visión por el retrovisor, aunque hay que señalar que esta es una cualidad generalizada en este tipo de productos de rejilla.
Un modelo también tipo rejilla algo más caro y muy sencillo en su diseño totalmente rectangular.
Está fabricado en alambre de acero lo que le dota de una siempre apreciable resistencia.
No precisa de ninguna herramienta para su montaje con una muy amplia horquilla de ajuste a lo ancho que oscila entre los 91 y los 145 cm.
Se fija a las barras metálicas de los reposacabezas a través de unos ganchos flexibles.
Si resulta insuficiente para la firmeza, a veces puede bailar un poco, se puede añadir alguno más o, como decíamos, reforzar con bridas.
Las barras que soportan la rejilla vienen diseñadas con cuatro agujeros que se corresponden a los niveles en los que se puede introducir el enganche de tal modo que se tengan distintos márgenes a la hora de agarrar al reposacabezas.
A la solidez y resistencia, gracias a su material de fabricación, suma la ligereza ya que apenas pesa dos kilos.
Como ya hemos adelantado en la introducción, hay dos tipos principales de separadores. Las rejillas y las barras. Este modelo pertenece a este último.
Orientado a perros de gran tamaño, en este caso se trata de un modelo muy consistente gracias a sus seis barras soldadas de alta resistencia.
Se ajusta por presión y no precisa, por tanto, herramientas para su montaje.
Se coloca de techo a base de maletero y se ajusta la distancia de las barras verticales a través de unos mandos giratorios.
Su estructura hace imposible que el perro pueda saltar a los asientos y, en cuanto a visibilidad, no es tan nítida como con la rejilla ya que cubre por encima de los reposacabezas, pero, en todo caso, dependerá del volumen de la mascota.
En comparación con la media de productos de esta gama, uno de los inconvenientes más evidentes de este separador es el precio.
Podemos definirla como una opción minimalista de barras que, sin embargo, resulta muy práctica y fácil de instalar.
Solo cubre la parte que va de los reposacabezas al techo, pero es suficiente para garantizar la seguridad.
Lo hace mediante un ajuste telescópico a los laterales del vehículo.
No solo de esa manera ya que también lleva unos resistentes enganches para los reposacabezas que se regulan con un mando.
Nos salimos algo del carril con este modelo de malla que, como es lógico, está pensado para mascotas que sean absolutamente de fiar en los viajes.
Como ventajas obvias su instalación más que sencilla y su bajo precio. Entre los inconvenientes que es un material que no aguantará ningún percance si el perro se pone nervioso.
Es elástico y va unido con cuatro ganchos. Esa elasticidad le permite ser apto para casi todos los vehículos, pero, como hemos advertido, no para todos los perros.
Distinguimos dos principales:
Como es lógico, la estructura esta diseñada mediante barras.
Habitualmente se fijan en los reposacabezas de los asientos traseros.
Así se conforma una división entre el maletero del coche y la zona de asientos.
Las hay de tipo tubular que se ajustan a presión desde el suelo al techo del vehículo. Se ajustan, en general, a lo alto y a lo ancho.
Se ajusta parecido en los reposacabezas de los asientos traseros.
Suele ser un dispositivo más ligero y, en consecuencia, también menos resistente.
La diferencia más sustancial con la de barras es que tiene diseño de red y se ajusta solo a lo ancho.
Última actualización el 2024-05-01 at 23:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
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