El secador es un utensilio clásico en el tratamiento del cabello. Desde su aparición en los felices años 20 del pasado siglo su evolución ha sido constante tanto en tamaños, prestaciones y diseños. También en sus accesorios.
De uno de ellos, el difusor, nos ocupamos. Los secadores con difusor se han convertido en un eficaz cuidado para los cabellos rizados, aunque no exclusivamente.
El difusor es un cabezal circular diseñado para que el aire caliente se reparta de manera uniforme por el cabello.
Incorpora unos salientes en su superficie para separar con mayor facilidad los mechones y dar al pelo mayor densidad y volumen.
Como ya hemos apuntado está orientado para cabellos rizados ya que los define mejor e impide el encrespamiento gracias a la tecnología iónica. También reduce los riesgos derivados del calor que genera el secador.
Este tipo de tecnología carga el flujo caliente del secador de iones negativos que descomponen las moléculas de agua que hay en el cabello.
De este modo, las hace más pequeñas y favorece la absorción. Los iones negativos no abren el tallo piloso por lo que el pelo permanece suave y sedoso.
En síntesis, Los secadores iónicos con difusor distribuyen mejor el calor por todo el cuero cabelludo. Logra una temperatura más uniforme y el pelo, en consecuencia, corre menos riesgo de deterioro.
Hemos elegido como líder en el que convergen características de peso como su elevada potencia, tecnología, calidad de materiales y, en general, una óptima relación calidad-precio.
En concreto, se trata de un secador de 2.200 vatios, una potencia de rango alto en la gama doméstica. Además, incorpora tecnología iónica con las ventajas que ya hemos desarrollado en la introducción.
En cuanto a prestaciones concretas, cabe destacar que cuenta con tres ajustes de temperatura y dos velocidades. También cuenta con la opción de golpe de aire frío para rematar el secado.
Además del difusor trae de serie un concentrador. El cable cuenta con casi dos metros de longitud y la rejilla trasera es desmontable para facilitar su limpieza.
En suma, un secador con difusor que ofrece un secado rápido y eficiente por un precio muy asequible para sus prestaciones.
Un modelo de la misma gama que el anterior, con similar potencia (algo más de dos mil vatios) con un total de seis ajustes repartidos en dos de velocidad, tres de temperatura y golpe frío final.
También cuenta con tecnología iónica para la reducción del encrespamiento. El difusor incorpora un buen número de salientes, en concreto catorce, para definir con más precisión los rizos y aumentar el volumen.
A la tecnología iónica suma la denominada ‘Effiwatts’ orientada al ahorro de energía durante el uso del secador (en teoría la potencia de 2.300 vatios gasto como si fuera de 2.100).
El generador de iones, además de la reducción del encrespamiento, reduce la electricidad estática. Al difusor se suma como accesorio un concentrador de 14 mm para dar mayor precisión al secado.
Pasamos a una opción de gama alta que, como se intuye, resulta sensiblemente más cara, aunque todavía en un margen aceptable para el ámbito doméstico si el uso que se va a hacer es frecuente.
Entre sus materiales incluye la cerámica, una característica que le dota de alta resistencia a la temperatura, pero encarece el artículo. Al igual que los anteriores, y la mayoría de modelos, es iónico.
Por potencia se va ya a cifras propias del campo profesional con 3.500 vatios. Sin embargo, en cuanto a ajustes está en la media convencional con dos de velocidad y tres regulaciones de temperatura.
De vuelta a las alternativas más domésticas un modelo de potencia estándar con 2.000 vatios y un precio algo por encima de la media de esta gama, aunque asequible.
Las regulaciones también atienden a los parámetros convencionales con tres ajustes de temperatura, dos de velocidad y botón de aire frío.
La potencia mencionada genera una velocidad de aire de 95 km/h. Incorpora tecnología iónica y cable retráctil que se extiende 1,6 metros.
Por último, por su originalidad, nos permitimos salimos del carril del secador para quedarnos solo con este difusor adaptable en forma de mano.
De material plástico resistente, esta forma, además de la innovación estética, también permite una adecuada distribución del aire en el cabello.
Duradero y muy ligero, aunque por precio, comparado con secadores básicos, tampoco resulta muy económico. En todo caso, práctico y original difusor.
Destacamos los siguientes difusores:
Como es lógico esta varía mucho entre los modelos domésticos y los profesionales. También el tipo de pelo es determinante para cuantificar la potencia necesaria.
Como recomendación, para cabello fino el tope debería estar en unos 1.200-1.300 vatios. En el caso de un pelo más grueso puede estar en unos 2.000 vatios.
Un consejo adicional a tener en cuenta es usar el secador con difusor a temperaturas más bajas para evitar que se enrede. El secado será más lento, pero los resultados mucho mejores.
Aportamos estos sencillos pasos:
Empezar por las puntas resulta más adecuado en el caso de cabellos rizados. Para ello es muy práctico agachar la cabeza y entremezclar con los dedos el pelo manteniendo el difusor debajo hasta que estén secos.
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