No están de moda, pero sobreviven. Ya sea por los muy nostálgicos de la escritura o por su función decorativa, el tintero cuenta con un amplio catálogo de modelos.
De los aquí elegidos hemos situado en cabeza uno convencional de la reconocida marca en esta gama Parker por la fluidez de escritura de su tinta, el secado rápido, uno de los aspectos más importantes, y su ajustado precio.
Sus orígenes históricos son tan remotos que, por ejemplo, en el Museo de Nápoles hay expuestos tinteros romanos cilíndricos y poligonales, de bronce y con incrustaciones de plata con dibujos grabados.
De hecho, estos objetos siguen siendo una codiciada presa en subastas de antigüedades y pueden alcanzar altísimos precios.
De sobra conocida su función, podemos definirlo como un recipiente de muy diversos materiales y de pequeño tamaño ideado para contener la tinta que, a su vez, impregnará la pluma o cargará la estilográfica.
En el mundo de las tintas hay dos grandes opciones de formato.
Como ya hemos avanzado, nos hemos decantado por un tintero convencional de una de las firmas más reconocidas y clásicas en esta gama.
En concreto, se trata de un recipiente de vidrio con amplia base, tapón de rosca y capacidad media (cerca de 60 ml) cuya tinta responde de manera altamente satisfactoria.
Así, proporciona una escritura muy fluida y uniforme sobre la superficie del papel. La intensa pigmentación conlleva una impresión muy nítida y viva.
Se distribuye en cuatro colores: negro, azul, azul-negro y azul lavable y tiene un precio económico en la media por capacidad.
Como cualidad adicional a señalar, las marcas oscuras serán una constante en el momento que la punta de la pluma o estilográfica contacte con el papel.
Pasamos a un segmento muy distinto orientado ya más al ámbito de la decoración y el regalo. Como hemos señalado, en esta línea lo más común es ofrece un pack.
Este es el caso con un tintero de notable tamaño en comparación con otros packs similares que viene acompañado de un soporte de pluma y cinco plumillas de distintos grosores.
Como datos concretos, el soporte mide 19 cm y el resistente y atractivo estuche en el que viene el juego, insertado en una base de papel con motivos caligráficos, cuenta con unas dimensiones de 200 x 120 x 70 mm.
A ello suma como complemento ornamental un pequeño pergamino plegado que se ajusta a unas gomas al igual que la pluma y los plumines.
No es demasiado económico, pero como regalo quedará muy bien, aunque su uso haya de ser esporádico ya que tiene una vocación más decorativa.
Retornamos a la vía convencional, con matices, y a una marca también muy conocida en este segmento.
Como matices ya que se puede considerar un tintero práctico, pero, a su vez, un elemento decorativo gracias a su diseño.
De hecho, se trata de una línea específica de colección muy llamativa por estética, aunque con un precio superior sobre la media más básica.
Por capacidad está en 50 ml y por características destaca la inclusión de un componente específico que potencia la suavidad de la pluma a la hora de escribir.
Incluimos un alternativa distinta con esta bonita caja de madera con un surtido de tinteros orientados al dibujo con plumillas, aunque también es tinta aplicable con pincel o aerógrafo.
Un total de ocho pequeñas unidades (14 ml cada una) que incluye soporte de pluma y plumines de distinto tamaño. Las tintas se pueden diluir con agua para crear distintas tonalidades.
Todo ello, como hemos señalado, muy bien colocado en su caja por un precio que se puede tildar de ajustado para lo que ofrece.
No podía faltar para cerrar una de las marcas clásicas de luxe en este segmento de las estilográficas y derivados.
Este tintero de 60 ml es el modelo tipo que usa la firma para el suministro de sus productos. Lleva compartimento frontal para vaciado de residuos.
Los hay en muy diversos colores y, sobre la media de los convencionales, resultan sensiblemente más caros.
La virtualidad del tintero, con independencia de su aspecto exterior, es ser el contenedor de tinta para pluma o estilográfica.
Aunque en apariencia puedan parecer iguales, hay distintas alternativas. Señalamos las dos principales:
Entre sus ventajas está la mayor variedad de colores y su sencillo mantenimiento. Se absorbe muy bien en el papel.
Entre los inconvenientes son muy poco resistentes al agua y a la luz solar. Por tanto, no es adecuada para trabajos que vayan a quedar expuestos.
Entre las desventajas, la gama de colores es menor y su mantenimiento ya no es tan sencillo como en la opción anterior.
Ya que los pigmentos no son solubles en agua es muy importante evitar que la tinta se seque dentro de la estilográfica. Necesita pues una limpieza más frecuente.
También la denominada ferrogálica con sales de hierro y ácidos de origen vegetal. Se usa poco y lo hace principalmente para aplicaciones que exigen especial tiempo de permanencia.
Los tinteros se fabrican en distintos materiales. Destacamos algunos:
Variable dentro de unos tamaños pequeños con algunas excepciones. Como referencia, los convencionales oscilarán entre 15 y 100 ml con opciones más puntuales por debajo (dos ml) o por arriba (hasta 250 ml).
Aportamos algunos factores a la hora de elegir la tinta que rellenará el recipiente:
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