Por antigüedad e historia muy pocos objetos pueden competir con las velas. Todas las civilizaciones recurrieron a ellas con distintas técnicas.
Así, hay constancia de que, a partir del año 500 a. C, los romanos fabricaban velas de sebo, en China con grasa de ballena durante la dinastía Qin en los años 221-206 a. C y en la India con cera de canela hervida para las velas de los templos.
Con este peso histórico y el horizonte temporal parece superfluo incidir en la evolución que han tenido a lo largo de los siglos tanto en materiales como formas o fragancias.
De hecho, su función embrionaria era más práctica, la de iluminar, mientras que en la actualidad es mucho más un cometido aromático y decorativo.
De las aquí elegidas hemos situado en primer lugar un juego de seis unidades de Yinuo Candle por su variedad de fragancias y de vistosos contenedores por un económico precio.
Aunque es de sobra sabido, no está de más una definición genérica que la describe como una fuente de iluminación consistente en una mecha que asciende por el interior de una barra de combustible sólido que puede ser variado.
Esos componentes sólidos han variado mucho en función de las épocas. Como ya hemos señalado, el sebo o la grasa eran algunas de las opciones en siglos pasados. En la actualidad podemos establecer dos grandes grupos:
Como hemos señalado, el riesgo del fuego requiere la adopción de ciertas cautelas:
De las numerosas opciones nos hemos decantado en primer lugar por un pack de seis pequeñas velas perfumadas con contenedor incluido que, por ejemplo, resulta un regalo muy agradecido por un módico desembolso.
En concreto, las velas están elaboradas con cera de soja y de algodón de fibra en el caso de la mecha. Cada una ofrece una fragancia distinta: malvavisco de fogata, azafrán y sándalo, pino rojo, lavanda, higo y abeto y té de limoncillo.
Además, viene en portavelas de hojalata con llamativos y distintas estampaciones cada uno de ellos. A este plus estético suma una óptima duración de la vela ya que su quema se puede demorar entre 12-15 horas.
Viene cada una con su correspondiente tapa y el pack completo se presenta en una caja. Todo preparado para, como hemos recomendado, hacer un bonito regalo.
Empecemos por su hándicap respecto a la media de la gama de velas aromáticas que no es otro que un precio sensiblemente más alto.
Ahí terminan las desventajas ya que se trata de una opción altamente decorativa y con intensa fragancia a sándalo y pachuli.
Como es obvio, te tienen que gustar estos aromas ya que otra de sus características a destacar es que puede alcanzar las 80 horas de combustión dado su tamaño y envergadura.
Así, mide 10,6 x 14,6 cm y pesa algo más de medio kilo. El motivo es que esta vela de cera de soja y mecha de madera se presenta metida en un envase de cristal tallado que potencia su estética.
Un concepto muy original que se configura a través de capas de diferentes aromas dentro de un recipiente de cristal que imita un reloj de arena.
Se distribuye en cinco opciones diferentes en función de los aromas. Este modelo en concreto (Sal y caramelo) es amaderado, suave y elegante.
La parte superior está elaborada a base de piña, mantequilla y sal marina con una capa media de caramelo, vainilla y coco y una base de almizcle.
También opta por la cera de soja, el material más recurrente en esta gama, y tiene una duración aproximada de 45 horas. Buen precio y excelente regalo.
Sin salir de la gama original y vistosa pasamos a este formato de triple mecha para una vela aromática de café con recipiente serigrafiado a juego con esta fragancia.
Cera de soja y mechas de algodón sin plomo para una vela con perfume de larga duración elaborada en su 5% con aceites esenciales. Viene con papel engrasado y con tapa.
Por duración está sobre las 75 horas con un peso cercano a los 400 gramos. El tamaño es muy manejable (10 x 9,2 cm) y su precio bastante asequible para un bonito regalo
Un amplísimo surtido de velas perfumadas contenidas en unos vistosos y multicolores contenedores con tapa a un precio más que ajustado.
En total, una docena de velas de cera de soja de muy diversas fragancias: vainilla, gardenia, bergamota, menta, rosa, higo mediterráneo, romero, jazmín, primavera, fresa, limón y lavanda.
El número de piezas, de apenas 90 gramos de peso, permite numerosas combinaciones que resultarán muy llamativas. Vienen en una caja ya lista para ser un bonito y asequible regalo.
También las determinamos por su tipo de material:
Entre las primeras destacamos:
Sobre las desventajas habría que conjugar en singular ya que la principal es el riesgo cuando hay llamas por medio.
Como ya hemos referido, el catálogo es muy amplio. Entre las opciones posibles distinguimos las siguientes:
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