El delantal es un complemento tan popular como práctico en la cocina, aunque no solo en ella ya que tiene muchas otras funciones vinculadas a distintos oficios.
Como es lógico, no ha sido ajeno a la evolución marcada por el paso de los años y, en la actualidad, su variedad de materiales y diseños poco tiene que ver con la básica tela que se usaba en generaciones anteriores.
Aunque se antoje superfluo por ser tan conocida su función, el delantal se puede definir como una prenda protectora externa que cubre el frente del cuerpo.
Con ello se cumple su objetivo de minimizar los riesgos de mancharse mientras se está en la cocina principalmente preparando algún plato.
A efectos prácticos se usan como sinónimos, aunque muchas fuentes documentales distinguen entre ambos.
Así, el delantal iría fijado a la cintura y cubriría la parte inferior mientras que el mandil incluiría además el peto superior para proteger también esa zona.
Un modelo en el que convergen varias cualidades de peso para auparle al primer lugar de esta comparativa.
Se trata de un delantal ajustable, y por tanto cómodo, resistente al agua, muy importante cuando toca fregar, con un consistente material y con un precio bastante asequible para lo que ofrece.
El sistema ajustable se ubica en cuello a través de una hebilla desplazable y en el vientre.
En el caso de la correa trasera tiene una gran longitud para ahormarse bien a cualquier medida.
Uno de sus puntos fuertes es la consistencia del material gracias a su configuración en tres capas.
La frontal y trasera tienen un agradable tacto mientras que la del medio está reservada para el material resistente al agua.
Otro de los aspectos a destacar es la inclusión de un bolsillo de notable tamaño que puede resultar práctico para llevar encima algún utensilio de cocina que no sea peligroso o el ya imprescindible móvil. Además, viene con un trapo de cocina.
En suma, una excelente opción de mandil para uso doméstico que protege bien tanto de las manchas como de la humedad, resulta cómodo y está muy bien de precio para sus características.
En este caso, se trata de un mandil más básico principalmente por la diferencia en los materiales de confección ya que este es de algodón cien por cien.
Este aspecto le hace menos consistente y menos resistente al agua, pero también tiene ventajas como la gran facilidad de lavado y su menor precio.
Por lo demás, se trata también de un mandil con protección superior que se ajusta al cuello para maniobrar con mayor comodidad.
La fijación es bastante segura y no se desliza evitando así estar pendiente de la hebilla.
Se distribuye en varios colores y también incorpora bolsillos.
En concreto, dos grandes y uno más pequeño que le dotan de gran utilidad para llevar complementos de cocina o pequeños objetos de uso habitual.
Como hemos adelantado, determinados mandiles resultan un original regalo. Es el caso de los personalizados en los que se puede imprimir lo que se quiera.
Este hecho diferencial suele, como en este caso, encarecer el producto, aunque sigue siendo un regalo con el que se quedará bien por un precio asequible.
Como características, está confeccionada con la habitual combinación de algodón y poliéster, es ajustable e incorpora dos bolsillos.
Es decir, se trata de un mandil de calidad al que suma el importante componente estético que le hace más original que los convencionales.
Un modelo que destaca por su resistencia y durabilidad derivada del material de lona con el que está confeccionado.
Ligeramente más caro sobre la media de los mandiles domésticos, pero muy asequible y recomendable.
Buenos acabados en un producto que, además de su eficacia, resulta bastante vistoso en cuanto a su estética con unos resaltados bolsillos.
Es muy útil en la cocina, pero también alcanza para uso profesional en el que hay que afrontar más desgaste. Como recomendación puntual, mejor lavarlo a mano.
Una buena oferta a un precio más que económico ya que se trata de dos piezas. Mandiles domésticos que cumplen con corrección sus cometidos.
Elaborados en poliéster, tienen un tamaño bastante polivalente como lo puede ser su uso más allá de la cocina. Son ajustables.
Buena resistencia para su gama y bolsillo grande para una alternativa de óptima relación calidad-precio.
Al hilo de la diferencia anterior, podemos distinguir algunos tipos:
Destacamos los más habituales:
Es muy importante que permita moverse con soltura en la cocina.
Para ello es muy importante el grado de ajuste de las cintas tanto en la cintura como en el cuello si se trata de un mandil con peto.
Que sea ajustable es una de las garantías más sólidas de la comodidad del delantal.
Ya hemos dedicado un apartado específico a este aspecto.
Los de algodón, ya sea material único o mezclado con poliéster, tienen la ventaja de que se pueden lavar sin problemas.
No es un asunto menor en una prenda expuesta a todo tipo de manchas.
Como se apuntaba en la introducción, la evolución de estos complementos ha sido enorme en el diseño hasta contar con un amplísimo catálogo.
En el mercado se pueden encontrar desde modelos con bolsillos o que mezclan diferentes materiales para hacerlos más eficaces a delantales con divertidas estampaciones personalizadas muy adecuadas para originales regalos.
Factor vinculado al material y muy importante. Si no son de tela, hay opciones que resultan prácticas como el PVC.
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