Muchas recetas precisan de ingredientes picados, rallados e incluso en forma de polvo. Ahí entra en juego el rallador eléctrico.
Aunque hacerlo de manera manual siempre es una opción sujeta a la habilidad que se tenga con los cuchillos y a los riesgos que comportan.
Esta otra alternativa es más cómoda, rápida y segura.
En esencia, tal y como su nombre indica, su cometido principal es el rallado, pero la inclusión de distintas cuchillas intercambiables permite que sus funciones vayan más allá y se puedan hacer más cosas según el modelo elegido.
Según la definición genérica al uso, un rallador es un utensilio de cocina empleado para desmenuzar alimentos sólidos mediante restregamiento, tales como frutas, verduras, pan duro, etc.
En el caso de los manuales, suele ser una pieza de acero con un conjunto de perforaciones sobre su superficie que recuerda a una lima.
Sobre ella se pasa una y otra vez el alimento para que se vaya desmenuzando.
Como es obvio, la diferencia fundamental sobre los que nos ocupan es que estos funcionan a través de suministro eléctrico u otras fuentes de energía (algunos con batería).
Sus diseños son pues más sofisticados y, sobre todo, tal y como ya se ha apuntado, realizan muchas más tareas.
No obstante, hay que dejar claro que un rallador, como su nombre indica, no es una picadora y, por tanto, sus prestaciones son diferentes.
Una opción más que interesante de una marca puntera en el sector en la que convergen distintos factores positivos como su compacto tamaño, su eficacia en el rallado y su asequible precio.
Pequeño y ligero (poco más de un kilo de peso) resulta además altamente versátil ya que trae de serie hasta cinco conos para realizar distintas funciones como puede ser el rallado, rebanado o rascado del ingrediente.
Su diseño está muy bien estudiado en aras de hacerlo lo más compacto posible. Como ejemplo, el compartimento situado en la parte posterior en el que se pueden almacenar los conos.
Muy sencillo de manejar, como es norma general en esta gama, ya que basta colocar el rallador, introducir el alimento, encender el dispositivo e ir presionando la verdura a través del tubo habilitado para ello.
Los resultados que ofrece tras el proceso son altamente satisfactorios con unas perfectas rodajas de frutas como manzanas o de otro tipo de productos como pepinos. Una excelente opción a la que acompaña el precio.
Tal y como se adelantaba en el apartado de tipos, esta marca se caracteriza por distribuir ralladores de un diseño muy distinto caracterizado por su pequeño tamaño y gran portabilidad.
Lleva un tambor en el lateral de diámetro mucho más pequeño. Una vez cerrado, el ingrediente se echa por la parte superior, pero sin necesidad de tubo ya que el compartimento está en la misma superficie.
Una vez accionado el tambor (hay que cargar la batería integrada), gira y se desmenuza todo el contenido dentro sin que vaya cayendo de manera paulatina.
Para extraer el rallado hay que quitar la tapa del tambor y extraer el ingrediente desmenuzado.
Una de las desventajas es que la capacidad es menor y el precio no baja mucho sobre algunos modelos convencionales de mayor tamaño.
De vuelta a las alternativas más convencionales, una de precio algo más elevado principalmente por la calidad de sus materiales.
También se trata de un rallador de buena potencia (150 vatios) que procura una rápida, cómoda y eficaz ejecución del proceso de desmenuzamiento de los ingredientes, ya sean frutas o verduras.
Sus cuatro conos le dotan igualmente de una versatilidad notable para moler, cortar delgadas rodajas o triturar desde zanahorias a calabacines.
Otro de sus aspectos positivos es que se desmonta en varias piezas de manera sencilla para facilitar la importante limpieza que requieren estos dispositivos.
Mucho menos convencional es esta alternativa multiuso de pequeño tamaño dentro de los diseños convencionales de tubo de entrada para los ingredientes.
Buena potencia también con sus 150W y amplias posibilidades de cortes mediante sus cinco conos intercambiables.
Corte fino, grueso, rallador de verduras y también puede usarse como exprimidor.
En suma, un producto muy polivalente que ocupa muy poco espacio con un precio asequible sin ser de los más baratos
Calidad de materiales y apariencia de diseño que se pagan bastante por encima de la gama doméstica de este tipo de ralladores.
Pica, corta y ralla todo tipo de verduras de manera precisa y ágil. Incorpora cinco conos para multiplicar sus funciones.
Uno de sus aspectos destacados es que la boca del tubo para los ingredientes es bastante holgada para facilitar la introducción y presión.
Tan sencillo como elegir el tipo de rallador que se quiera (por ejemplo, si se quiere un rallado más fino o más grueso) y colocarlo en el rotor que es movido a través de la electricidad cuando se pone en marcha.
El rallador suele tener forma de cono con un diámetro menor en la parte que se fija al rotor y otro más ancho por donde sale el ingrediente rallado que se introduce por el tubo superior y que se va presionando con un utensilio de la medida del tubo que viene con el dispositivo.
Las posibilidades de estos dispositivos son amplias. Señalamos las más destacadas:
Son los más básicos. Pequeños de tamaño, fáciles de transportar, mucho más baratos, pero con limitaciones y desventajas ya expresadas.
Más aparatosos, obviamente funcionan a través de energía y están configurados en torno a un tambor de rallado.
Los distintos ralladores en forma de cono se encajan en el rotor y los alimentos se meten por el tubo superior presionados por un utensilio del mismo diámetro de la boca de entrada.
También hay otras alternativas más pequeñas y con un sistema de rallado distinto que precisa de un tambor lateral mucho más pequeño (principalmente de la marca Ariete).
Entrarían un poco de prestado en este grupo ya que no se trata en esencia de ralladores.
Sirven para cortar verduras de maneras muy diversas y originales y son muy adecuados para preparar, por ejemplo, pastas vegetales.
Uno doméstico oscilará en potencia los 100 y los 200 vatios. En función del uso será más adecuada una potencia u otra.
Hay que tener en cuenta que cuantas más funciones puedan llevar a cabo, mayor consumo tendrán.
Como es evidente, hemos destacado las grandes ventajas que tienen los eléctricos que son los que centran esta comparativa.
Sin embargo, no está de más apuntar que hay una amplia variedad de posibilidades como manual, giratorio o específicos para queso o verduras.
En los modelos actuales no supone prácticamente un problema por las medidas que se toman para evitar riesgos.
En todo caso, cuando hay elementos cortantes por medio siempre hay que llevar precaución.
Es un dispositivo expuesto a que se queden restos de comida entre su estructura con el riesgo de la generación de bacterias.
Por ello, si se desmonta fácilmente será un factor positivo ya que se podrá lavar mejor.
Se concretan en el tipo de ralladores intercambiables que traiga el rallador.
Algunos solo permiten un tipo de rallado y otros varios con tan solo cambiar la cuchilla o mandolina.
Última actualización el 2024-05-04 at 13:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
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