Los mejores deshumidificadores

El deshumidificador es un dispositivo ideado para condesar la humedad y evitar de ese modo que esta se extienda a paredes, suelos u otras superficies. Lo que hace es filtrar el aire de una estancia y depositar el agua que flota en el ambiente en un depósito habilitado en el aparato o a través de una manguera que se pone en el fregadero o en algún lugar para evacuar el líquido.

Es un excelente aliado para impedir la acumulación de moho y el clásico olor a humedad en los hogares. En el caso de que se detecte una de estas dos circunstancias su adquisición resulta muy útil.

De entre la selección que aquí se recoge, hemos destacado un modelo por su eficacia demostrada a un precio muy accesible.

Además de estas dos cualidades citadas (moho y olores) también resulta práctico para prevenir la erosión de objetos o superficies metálicas o aparatos eléctricos. Si la humedad relativa está por encima del 50% el riesgo de corrosión es más que probable.

No menos importante es su propiedad para aliviar los síntomas de personas con alergias o con dolencias que, según investigaciones científicas, se agravan por el exceso de humedad, caso de la artritis o el reuma.

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¿Qué es la humedad relativa?

La humedad relativa determina la relación entre la cantidad de vapor de agua que hay en una masa de aire y la máxima que podría tener. Para hacerse una idea gráfica, en el desierto está en torno al 20%.

¿Cuál es la humedad relativa aconsejable?

El porcentaje recomendado por los expertos estaría entre el 40% y el 60%. Los motivos son fundamentalmente dos:

1. La supervivencia de bacterias y virus infecciosos se reduce de manera considerable si se exponen a humedades de entre 40-70%.
2. La mayoría de los hongos no crecen por debajo del 60%. Con estos parámetros se establece la horquilla citada 40-60.

¿Para qué hace falta?

Además de los ya mencionados motivos relativos al moho, el olor a humedad, la prevención para evitar deterioro de metales o los vinculados a la mejora de la salud, podemos aportar otros más concretos.

Por ejemplo, resulta muy práctico para eliminar olores fuertes si en una vivienda o estancia se ha pintado o se han usado componentes químicos.

Para evitar que la ropa coja olor a cerrado. Además, determinados materiales como la piel se estropean muy fácilmente con la humedad y, por tanto, resulta muy beneficioso para otras prendas.

En otro ámbito ya muy concreto, el deshumidificador es una óptima herramienta para mantener la humedad y temperaturas adecuadas en talleres artes plásticas donde estos factores adquieren gran importancia.

Modo de funcionamiento

La estructura fundamental de un deshumidificador es un ventilador interno encargado de aspirar el aire húmedo. Este aire circula a través de un circuito que, por un lado, remueve la humedad que absorbe y, por otro, revierte aire seco a la estancia donde se ubica.

¿Cuántos tipos hay?

Establecemos dos grandes clases de deshumidificadores según el sistema de funcionamiento:

• Refrigerantes: Son los más habituales. Usan comprensor para cumplir con su cometido. El proceso que llevan a cabo se inicia en un ventilador que aspira el aire del exterior hacia el dispositivo. Después de filtrado pasa a un condensador que se mantiene a muy baja temperatura mediante un gas refrigerante. El efecto vapor que se genera posibilita la separación del agua, que va al depósito, y el aire que se devuelve seco al exterior.
• Desecantes: Menos habituales por ser más específicos. No tienen comprensor ni tampoco refrigerante. El aire exterior también es aspirado por el dispositivo y llevado a un condensador. Este condensador lleva incorporado un rotor impregnado, normalmente, de gel de sílice que conforma el desecante. Este gel es un material altamente capaz de absorber la humedad (higroscópico). El secado se lleva a cabo a través de un circuito de aire.

¿Refrigerantes o desecantes?

Como se apuntaba, los deshumidificadores refrigerantes son los de uso más común. Son más efectivos con temperaturas y una humedad relativa altas. Sencillo de usar y fácil de mantenimiento.

Más económicos y con más amplio catálogo de modelos. Entre las desventajas, son más ruidosos y pesados

Los desecantes están aconsejados para temperaturas muy bajas. Pueden dejar la humedad relativa en torno o por debajo del 35%.

Esta característica les hace, por ejemplo, ser los más utilizados en industrias que precisan de ambientes muy secos para garantizar su producción.

¿Fijo o portátil?

Como es fácil de intuir, el fijo tiene sobre el portátil una ventaja evidente e importante como es su mayor potencia. Por tanto, si el uso que se va a hacer es intensivo y se trata de espacios de grandes dimensiones es la opción.

En el lado opuesto, los equipos compactos apuestan por la baza de la portabilidad muy acentuada con las ruedas y el asa.

Dado que para ser un dispositivo menos aparatoso es imprescindible reducir de manera notable el depósito es muy recomendable observar si tiene incorporada una toma para que el agua vaya directa a un desagüe a través de una manguera.

Qué tener en cuenta

• Dimensión de la estancia: Qué superficie vamos a cubrir con las prestaciones del dispositivo que compremos. Obviamente, a mayor dimensión, mayor potencia será necesaria.
• Tipo de funcionamiento: Si optamos por refrigerador o desecante en función de las propiedades ya citadas de cada uno de ellos.
• Capacidad de extracción: Es decir, los litros de agua que es capaz de extraer el aparato durante 24 horas (puede oscilar entre los 5 y los 35 litros). A más extracción, más potencia necesaria y más consumo eléctrico.
• Peso y volumen: Depende de la alternativa que se elija. En el caso de un fijo, lo aconsejable es fijarlo en el sitio que menos estorbe. Si es portátil, que lo sea en su literalidad y no resulte complicado por tamaño y peso llevarlo de un sitio a otro.
• Opción automática: Los dispositivos que incorporan esta opción regulan por sí mismos la humedad más adecuada y evitan preocupaciones. Aquellos que no la tienen se regulan a través de un humidostato que permite ajustar el rango de humedades para que trabaje el equipo.
• Sistema de filtros: Que sean fáciles de poner y quitar para que se puedan limpiar de manera periódica. Saber antes cuál es el precio de los filtros de repuesto para calibrar el costo de mantenimiento.
• Dispositivo anti-hielo: Es un mecanismo electrónico que evita que se forme hielo en el evaporador y deje de funcionar.
• Función swing: Rejillas oscilantes que llevan algunos modelos para que el aire seco que devuelve se distribuya por la estancia.

Pautas para su limpieza

• La frecuencia de limpieza del filtro es variable, pero, para hacerse una idea, cada 20 días sería recomendable. Mejor usar agua y un detergente neutro suave.
• Para limpiar exterior del aparato se aconseja el uso de un paño húmedo y también detergente neutro. Hay que poner mucho cuidado para que no se vierta nada de agua en el interior ya que se dañaría su aislamiento
• La limpieza del depósito de agua se debe hacer cada 15 días o, como mucho, un mes.

Nobebird portátil 1000ml: Portátil, sencillo, elegante y muy útil

Un modelo de deshumidificador que suscita un amplísimo respaldo a favor de sus prestaciones. Portátil, pero con capacidad de extracción suficiente para conectarlo y olvidarse de él. Para hacerse una idea, en un día puede absorber medio depósito. Además, si se llena deja de funcionar por sí mismo.

Todas sus cualidades se ajustan a las máximas posibilidades que ofrece un dispositivo de este segmento. Es decir, no está ideado para eliminar humedades de grandes espacios que precisarían una mayor potencia y, en consecuencia, un aparato fijo. Sin embargo, para una habitación amplia su óptimo cometido está garantizado o, por supuesto, para vestidores o armarios.

Su funcionamiento es sencillo, así como un aspecto importante como es la extracción de su depósito de un litro de capacidad. A su buen rendimiento práctico suma aspectos externos que también son susceptibles de anotar entre sus ‘pros’ casi como objeto decorativo.

Así, el diseño es sobrio y elegante y, además, puedes elegir tonalidades de luz que dan mayor calidad a la estancia. Su escaso ruido también colabora en generar este buen ambiente doméstico con un bajo consumo eléctrico.

El manejo huye de las complicaciones. Con un botón se enciende y se apaga y con otro se puede apagar el led multicolor que incorpora como baza estética.

Todo ello, factor siempre de primer orden, a un precio más que razonable. Ideal pues para uso en estancias de viviendas medias.

Orbegozo 13653: Rapidez y eficacia

Otra dimensión tanto en tamaño como en potencia y también en precio. Su eficacia en bajar los niveles de humedad en poco tiempo está contrastada. Como ejemplo, en un margen de dos horas puede hacerlo entre el 10 y el 20%. A lo largo de una jornada puede rebajar a la mitad índices del 80%.

Además de su recipiente incluye la opción de toma de manguera por si se quiere orientar a un desagüe. En zonas húmedas y frías los resultados en las viviendas son rápidos y notables. También para sótanos o semisótanos de zonas con climatología menos adversa. Se le puede dar sin problemas un uso intensivo ya que aguanta largas horas de funcionamiento.

Tiene ya extras propio del modelo de gama media-alta que es como el programador. Más aparatoso pero fácil de mover gracias a las ruedas.

Sin embargo, también se detectan algunas pegas como la falta de una pantalla de registre el índice de humedad, el ruido, que sin ser excesivo puede llegar a molestar, y, claro está, el precio.

Sin embargo, el factor económico, con ser importante siempre en la compra de un producto, depende mucho del uso que se le vaya a dar. Es decir, en viviendas con riesgo de grandes humedades a buen seguro la inversión merecerá la pena.

Pro Breeze 500 ml: Cumplidor en corta distancia

Limitado por sus características, también por su bajo precio, a funciones muy específicos. Con apenas un kilo de peso no se le puede exigir una gran potencia pero, adaptado a determinados lugares puede cumplir. Habitaciones pequeñas, autocaravanas, garajes o pequeñas estancias en general.

Con humedades por encima del 50-60% sus prestaciones crecen siempre dentro de su margen de maniobra. Dado su cometido, el depósito, aunque pequeño, no se llena tan fácilmente y concede un margen temporal holgado.

No está pensado para grandes humedades y su limitada potencia comporta una ventaja sonora ya que apenas molesta salvo a oídos muy sensibles. En suma, buena calidad-precio siempre que se sepa lo que uno se lleva a casa y para qué sitio lo hace.

De’ Longhi AriaDry DNS65: Óptimo para uso intensivo

De un extremo a otro. Muy sofisticado, muy elegante, muy caro y con alto consumo eléctrico. Eso sí, a cambio mucha potencia para absorber la humedad e incluso para que la temperatura suba hasta el punto de prescindir en casos de la calefacción en días de frío.

Por supuesto, está preparado para uso extremadamente intensivo de días enteros funcionando. Aunque estas características puedan hacer pensar en un armatoste de aparato, lo cierto es que resulta bastante comedido de tamaño y muy elegante de diseño. Y claro está, hay que pagarlo.

Entre tanto extra se echa de menos que incorpore un higrómetro que dé cuenta en cada momento del porcentaje de humedad.

Aidodo Portátil 900ml: Sencillo y práctico

Tan sencillo como práctico para tareas tan habituales como el secado de ropa. No de queda ahí. Sus limitadas prestaciones, acordes a su diseño y precio, dan para aliviar la humedad en habitaciones de manera bastante eficiente.

Muy sencillo de usar, fácil extracción del depósito, que da de sí más de lo que su tamaño invita a pensar, y, como en modelos similares de esta gama baja, apenas hace ruido.

En principio, da lo mejor de sí mismo con humedades por encima del 40% y en sitios de superficie reducida.

Última actualización el 2024-04-26 at 07:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados