El bricolaje es un hobby de los más extendidos y también de los que, según se avanza en habilidad y conocimientos, requiere unas herramientas más variadas. El catálogo es amplísimo en función de las necesidades.
En este contexto, las pistolas de calor no están orientadas a niveles básicos, pero son de alta y versátil utilidad para quienes sean ya avezados ‘manitas’.
Se trata de una herramienta eléctrica o a gas que genera una corriente de aire caliente con una horquilla de temperatura variable en función de la potencia del modelo, pero que pude superar los mil grados en las más potentes. Viene a ser como súper secador orientado a actividades manuales de diverso tipo.
Como ya hemos señalado, la polivalencia es una de sus principales cualidades. Aportamos algunos ejemplos en los que resultará una herramienta muy práctica:
Sin duda la más genérica ya que abarca gran número de actividades como puede ser la aceleración del secado de pintura o madera húmeda.
También para algunos metales que precisen esta acción. En este contexto, señalar que es muy práctica para desatornillar tuercas que se resisten ya que con la alta temperatura se dilatan.
Esta cualidad es muy apreciable para amoldar tuberías de ese material siempre teniendo en cuenta que el material plástico sea compatible con este tipo de secado.
Esto se logra solo con las de gran potencia y con metales ligeros. Es decir, no es su especialidad ya que hay otras herramientas diseñadas especialmente para esas tareas.
Una de sus principales funciones hasta el punto de que también se llaman decapadoras de aire caliente. Su cometido es dejar limpia la madera a través de la generación de calor.
Una de las funciones que más se agradecerán en el ámbito doméstico ya que ayuda mucho a quitar los molestos restos de adhesivos o pegatinas.
Otra de las funciones que también más se pueden valorar en el hogar ya que es un mecanismo muy práctico para descongelar alimentos.
Distinguimos las siguientes.
Como es lógico, se trata de un componente intercambiable por la que sale el aire caliente y, por tanto, abstenerse de tocarla.
La toma de aire viene a ser el cuerpo de esta herramienta. Es la pieza donde se genera el aire que luego saldrá por la boquilla. El sistema se basa en coger aire del exterior a través de distintas tomas y luego expulsarlo.
Señalamos los dos básicos como es el de la temperatura, normalmente ubicado en la parte posterior, y del flujo del aire que marcará el volumen de expulsión de aire en función de la temperatura prefijada.
Obviamente es la parte por donde se coge la herramienta y, como es norma, cuanto mejor se adapte a la mano, mejor.
Entre las primeras destacamos:
De las desventajas citamos las que siguen:
Por tipo de suministro dos principales:
Su uso se suele dar entre aficionados al bricolaje y su temperatura, siempre con las obvias excepciones, puede alcanzar sobre los 500 o 600ºC.
El margen de temperaturas es muy variable ya que hay modelos en que puede variar desde 50º a más de 600º (se regula en función del uso), otros en los que puede subir a 750º en incluso en el ámbito industrial a los 1000ºC.
La autonomía, con las mismas cautelas que la temperatura, puede rondar la media hora de trabajo en aquellas que no llevan cable a la red que no son pocas. Suelen incorporar pantalla.
También son usadas, aunque su penetración es mucho menor, por los aficionados en versión butano o propano.
Normalmente, este suministro procura mayor temperatura máxima si bien también genera olores que pueden resultar más desagradables.
En cuanto a autonomía también ronda la media hora con cargas de superen los 200 gramos de combustible. En este caso no se incorpora pantalla.
Otro grupo sería el formado por las profesionales o industriales que se suelen alimentar de la red eléctrica con cable o de potentes baterías de litio, alcanzan temperaturas que pueden estar sobre los mil grados y resultan mucho más caras.
A pesar de haber señalado como una de sus mayores ventajas que no genera llama y, por tanto, es más segura, hay que tener en cuenta ciertas precauciones cuando se vaya a usar:
Una excelente opción para los amantes del bricolaje a un precio asequible que, por otra parte, suele ser la tendencia general en esta gama.
En el caso de este modelo aúna una óptima potencia para afrontar todo tipo de tarea doméstica, una útil pantalla digital LCD para facilitar los datos fundamentales y una buena ergonomía que permite agarrarla de manera muy cómoda.
A estas importantes cualidades suma un buen catálogo de accesorios con cuatro opciones distintas para acoplar en la boquilla en función de las necesidades. Además, trae una espátula para rematar algunos restos de pintura, por ejemplo.
Cuenta con dos ajustes de temperatura, uno con un margen inferior y otro con uno superior que alcanza hasta los 650º.
El visor ofrece de manera bien visible la información fundamental como es la temperatura del aire y el flujo al que sale expulsado por la boquilla.
Muy ligera, fácil de manejar y con una variedad de usos que hacen de ella un regalo muy idóneo para manitas de la casa.
Algo más elevada de precio sobre la media de las más básicas sin dejar de ser un artículo asequible y con óptima relación respecto a la calidad que ofrece.
Una pistola de mayor empaque, diseño más moderno y con una excelente empuñadura que se ahorma muy bien a la mano a la hora de trabajar.
A destacar entre sus muchas ventajas una alta potencia que acelera la acción de decapar o cualquier otra que se acometa.
Otra de sus cualidades es la buena presentación con su correspondiente maletín y y un juego de accesorios entre los que se incluye una base para decapar con firmeza cuando se usan las dos manos.
Como es normal en esta herramienta, incorpora distintas boquillas (tres en este modelo) y también una espátula.
La horquilla de temperaturas es muy amplia con un mínimo de 60º y un máximo de 600º graduables en doce niveles.
Una versión mini que se extrapola a su tamaño, potencia y precio. Para tareas muy concretas puede resultar útil, pero no cumplirá en tareas de bricolaje más intensas como es normal por su potencia y desembolso.
Así, su temperatura máxima se queda en 350º. Sin embargo, más que suficiente para labores específicas como, por poner un ejemplo, eliminar las burbujas a la resina o descongelar de manera más rápida alguna bolsa.
Hay que reseñar que es tan básica que no cuenta con ajuste de temperatura y, por tanto, hay que saber de antemano qué prestaciones puede ofrecer con ese calor que expulsa a través de la boquilla.
De una versión mini a una maxi, incluido un precio que le hace entrar ya en el ámbito profesional o en el del aficionado al bricolaje avanzado con margen económico.
Cierto es que su calidad y prestaciones justifican esta notable diferencia. Para empezar, se trata de un modelo que carga baterías y que, por tanto, da mayor libertad a la hora de su uso.
Además de su potencia, una de las bazas más destacadas es la gran rapidez de calentamiento ya que pude alcanzar los 300º en tan solo cinco segundos.
Por señalar alguna mínima objeción, el añadido de la batería le hace que sea menos ligera, pero, así y todo, está en 1,6 kilos de peso.
Una buena opción doméstica con una apariencia y potencia aceptable para un precio más que económico. Muy práctica para tareas pequeñas, pero frecuentes e importantes.
Por ejemplo, resulta una buena alternativa para una tarea tan común como aflojar tuercas y también para los descongelados.
Para su gama, la temperatura tope de unos 550º es más que correcta con un flujo de aire que tampoco desmerece frente a otros modelos de mayor precio.
Ya hemos desarrollado las características de las más habituales, más las de cable para el uso doméstico, aunque las de cartuchos de gas sean también otra opción que puede ser más eficaz en determinadas tareas con los inconvenientes ya mencionados como el de los olores.
En su inmensa mayoría, y más en las usadas en bricolaje que son las que centran esta comparativa, ni son aparatosas ni son pesadas. Es decir, su dimensión y peso no serán parámetros prioritarios en la elección.
Más influencia tendrá que su mango sea lo más ergonómico posible para cogerlo con la mayor facilidad posible.
Variable relacionada de manera consustancial con la potencia que tenga el aparato y el uso más frecuente que le vayamos a dar. Cada modelo cuenta con una horquilla concreta de temperaturas.
El flujo de aire es la variable que marca la cantidad de aire por minuto que se puede expulsar y, obviamente, está también vinculada a la potencia de la pistola.
Un factor interesante si se usa de manera muy frecuente ya que posibilita guardar la temperatura que has fijado y volver a tener la misma cuando se vuelva a encender para reanudar la tarea.
En principio este componente para dar información se reservaba a los modelos de alta gama, pero cada vez es más habitual en las pistolas por básicas y poco potentes que sean.
Última actualización el 2024-05-07 at 06:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
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