Los fotómetros, imprescindibles para hacer la mejor fotografía
El fotómetro es un complemento muy útil en el mundo de la fotografía, sobre todo para aficionados de nivel avanzado y, por supuesto, profesionales ya que la luz que mide es un elemento sin el que no se entiende esta actividad.
En determinados ámbitos, como la foto de estudio o en condiciones de escasa luminosidad pasa de ser útil a imprescindible.
Hay que señalar, que si se quiere un fotómetro que no solo mida la luz sino que, una vez hecho, aporte los indicadores de velocidad y apertura de la cámara más adecuados, el desembolso es alto.
Otra cosa es que solo se quiera medir la luz, pero esta alternativa se usa para más para otras tareas, aunque también pueda aplicarse a la fotografía.
Algo de historia
Tiene su origen en Inglaterra a finales del XIX como sustitución de la forma de medición anterior que se hacía con productos químicos.
Los primeros fotógrafos utilizaban placas de selenio, pero resultaban muy limitadas para medir ambientes con poca luz.
Más tarde aparecieron los sensores de silicio que necesitaban del uso de baterías. Estos podían indicar bien la medición con una aguja o mediante una pantalla LCD. Todavía siguen en uso en todo tipo de cámaras.
Qué es y para qué sirve
En esencia, ya hemos apuntado, se trata de un instrumento que mide la luz. A través de sus prestaciones suministra al fotógrafo la información sobre la apertura de diafragma, qué ISO utilizar (sensibilidad de una película o de un sensor de imagen) o qué velocidad elegir para que la imagen salga con la mayor calidad.
Los fotómetros se utilizan en el campo de la fotografía para medir indicadores tales como la reflectancia, la variación de color, el resplandor y otras propiedades.
Aunque son los más extendidos y los aquí tratados, los fotómetros también se pueden incorporar en dispositivos como telescopios, espectrógrafos y densitómetros.
Cómo funciona
Viene a ser un transductor que convierte la corriente eléctrica en una señal mecánica. El origen de esta corriente puede ser una célula de selenio, que suministra corriente cuando la luz impacta en su superficie o una fuente permanente como es el caso de una batería.
Ventajas e inconvenientes
Entre las primeras podemos destacar:
- Mayor precisión que las mediciones de luz que ofrecen las cámaras
- Miden de manera directa la luz
- Mejoran la calidad de la imagen
- No son en general complicados de usar
Entre los inconvenientes:
- Supone un gasto añadido y, normalmente, elevado
- Hay que situarlos justo frente a la zona en la que se quiere medir la luz
Preciso y eficaz: Sekonic L-308X
Situamos en primer lugar un modelo de buenas prestaciones para quienes ya tengan en la fotografía su afición preferida e incluso para quien ya se dedique de manera profesional.
Se trata de un fotómetro digital que, a través de su célula fotosensible, lee la luz y transmite los datos de manera bien visible gracias a un tamaño notable de la pantalla.
Entre los indicadores que muestra de manera automática una vez calibra la luminosidad está la apertura del diafragma y la velocidad de obturación.
El margen de sensibilidad (ISO) va de 3 a 8000. Por tanto, se adapta de manera más que satisfactoria a todos los ISO de la fotografía analógica que, lejos de haber desaparecido, parece que resurge.
A ello suma un óptimo comportamiento en la cualidad más importante de estos dispositivos como es la precisión en la medición lumínica.
Muy ligero y con una gran autonomía con la pila que incorpora. En general, salvo ya fotografía de estudio super profesionalizada, es un fotómetro que satisface las necesidades de casi todos los rangos y niveles fotográficos.
Eso sí, no resulta económico ni tampoco lo son en general los fotómetros específicos para fotografía. Es más, es uno asequible.
Sí son más baratos aquellos que miden la luz, pero no facilitan los datos orientativos a la cámara para que la imagen salga con calidad.
Muy compacto: Walimex Pro Sixtomat
Una opción que destaca por llevar bastante solapada la célula de medición, lo que le da un aire compacto muy similar a los antiguos ‘busca’ anteriores a la era del teléfono móvil.
También se trata de un modelo digital en el rango de precio similar y con un visor muy holgado. Un fotómetro de alta fiabilidad en sus mediciones que se llevan a cabo de una manera muy sencilla.
Su precio, aunque pueda parecer elevado, no lo es tanto si se tiene en cuenta que esta opción da muy buenos resultados en el ámbito del estudio que, normalmente, ya es coto de los profesionales.
Como objeción puntual, también hay que señalar que este desembolso sí debería alcanzar para que la pantalla contara con retroiluminación para evitar que sea complicado ver los indicadores en situaciones de poca luz.
Múltiples prestaciones: Gossen Digipro F
Calidad que se paga para un dispositivo de alta precisión, muy seguro en sus mediciones, de categoría profesional por un precio que ya se va al rango medio-alto. Hay modelos de estudio que pueden ser todavía más caros.
El radio que abarca la medición de la luz va de los 10 a los 50 grados con una horquilla de sensibilidad que abarca de 3,2 a 8000 ISO, en la media de esta gama.
La variedad de prestaciones es acorde con el nivel del fotómetro ya que calibra la luz incidente, la reflejada o medición de flash incidente y reflejado.
Como datos concretos de los indicadores, el diafragma incorpora focales de f/1 a f/90 y velocidad de exposición que va de 1/8.000 segundos hasta la hora.
De la vieja escuela: Sekonic SE L-208
Pasamos a una alternativa que destaca, en comparación con los ya reseñados, por un precio bastante más económico, aunque no es un dispositivo digital sino de la vieja escuela analógica.
Combina la medición de luz ambiente incidente y reflejada e incorpora una zapata para montar sobre la cámara.
Orientado de manera especial a aficionados que quieran perseverar en la técnica fotográfica. Aunque su diseño puede al principio amedrentar por la cantidad de números que aparecen en la rueda, con práctica resultará sencillo.
Como datos concretos mantiene la medición durante 15 segundos para dar más tiempo a evaluar la exposición. Permite un rango de lecturas de velocidad que va de los 30 segundos a 1/8.000 de segundo.
Para ámbito profesional: Sekonic L-858D
De la misma marca que el anterior, una de las que punteras y que mayor penetración tienen en el mercado, pero en las antípodas en cuanto a sofisticación y un precio que ya denota su orientación totalmente profesional.
Todo tipo de mediciones, precisión de alto nivel, amplia horquilla de ángulos de obturación y óptima conectividad.
En suma, todo lo que se puede pedir para trabajar en estudio, principalmente, con luz artificial o en las condiciones lumínicas más diversas en exterior. El único inconveniente señala de manera directa al bolsillo.
Qué tipos hay
Distinguimos en este apartado dos:
De luz reflejada
También conocido como exposímetro. Es el que mide la luz reflejada en objetos y personas y, normalmente, vienen ya incorporados a la cámara.
La desventaja de las mediciones con luz reflejada es que la cámara tiene en cuenta un porcentaje del reflejo conocido como el ‘gris medio’.
En definición sintética y técnica, este se define como una superficie que refleja el 18% de la luz que recibe y absorbe el 82% restante.
De luz incidente
En este caso la mide de manera directa, no reflejada, y de este modo calibra la intensidad de la luz real sin que varíe con el tono del objeto o persona a fotografiar. Muy usado cuando se trabaja con flash.
Cuándo es más necesario
Como hemos adelantado al comienzo, el fotómetro no es un complemento necesario y es usado cuando la técnica o la afición está por encima de la media.
En este contexto general, sí aportamos algunas situaciones en el que resulta altamente eficaz para mejorar la calidad de las imágenes:
-Por supuesto, para fotos de estudio
-Para captar fotografías que demanden largas exposiciones
-Para paisajes nevados por el efecto del blanco en la luminosidad
-Si hay distintas luces dirigidas hacia la persona u objeto que interese sacar. Por ejemplo, en retratos y bodegones.
Cómo usarlo
Ya hemos indicado que no es complejo de manejar, aunque el aspecto de algunos, los analógicos, asuste algo al principio con tanto número.
Aportamos unas pautas generales:
-Seleccionar en la cámara el modo manual
-Hacer lo propio con ISO que debe ser el mismo en la cámara y el fotómetro
-Elegir la velocidad de obturación que también tiene que coincidir en ambos dispositivos
-Colocar el fotómetro, lo más cerca posible, frente a lo que se quiere fotografiar
-Presionar el botón y mirar en el visor la apertura de diafragma que recomienda y los demás indicadores necesarios
Qué tener en cuenta
Uso
No es exclusivo su uso de profesionales o aficionados con mucha experiencia. También puede ser muy útil para quien esté empezando y persevere en mejorar. En función de la gradación de niveles estará también la elección de uno u otro fotómetro.
Es decir, los que se usan en estudios profesionales para, por ejemplo, revistas de moda o de belleza, exceden en mucho las necesidades más convencionales y, por supuesto, el precio resulta muy elevado.
Lectura
En este punto nos referimos en concreto a la mayor o menor capacidad para leer indicadores.
Así, algunos modelos de mayor nivel pueden medir flash, cine o HD. En general, si lo habitual es que se vaya a trabajar con distintas fuentes lumínicas se adquiera un fotómetro acorde a ello que pueda leer varios indicadores.
Pantalla
Aquellos que incorporan pantalla digital se adaptan a los diferentes modos de apertura y velocidad de obturación de la cámara.
De esta manera, si se usa una apertura fija, el dispositivo te indicará cuál es la velocidad de obturación adecuada.
Manejo
La facilidad de uso es un aspecto muy importante en estos dispositivos. Para ello hay que fijarse en aspectos tales como la pantalla ya mencionada, si por ejemplo es táctil y si se ven bien los indicadores.
Lumisphere
El componente que más identifica al fotómetro. Es la esfera blanca que se pone frente al motivo a fotografiar para medir la luz. Su capacidad de rotación o si se puede extraer para colocar otros complementos son aspectos a tener en cuenta.
Disparo inalámbrico
También conocido con el anglicismo wireless. Es muy práctico que se pueda disparar de manera inalámbrica con cámaras de distintas marcas.
Autonomía
Entre los factores de calidad, además de la de los materiales, también está la autonomía de las baterías o las pilas que suele ser muy alta.
Última actualización el 2024-10-07 at 17:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
Tabla de contenidos
- 1 Los fotómetros, imprescindibles para hacer la mejor fotografía
- 2 Algo de historia
- 3 Qué es y para qué sirve
- 4 Cómo funciona
- 5 Ventajas e inconvenientes
- 6 Preciso y eficaz: Sekonic L-308X
- 7 Muy compacto: Walimex Pro Sixtomat
- 8 Múltiples prestaciones: Gossen Digipro F
- 9 De la vieja escuela: Sekonic SE L-208
- 10 Qué tipos hay
- 11 Cuándo es más necesario
- 12 Cómo usarlo
- 13 Qué tener en cuenta