En el día de San Valentín se celebra el amor en todo el mundo. La gente identifica este santo con un angelito cargado con un arco y unas flechas. Este personaje alado es el encargado de repartir por doquier el amor entre las parejas. Pero lo cierto es que es complicado encontrar los verdaderos orígenes de esta celebración.
Una de las leyendas más extendidas, la que algunos tildan como la original, data del siglo XII, donde una famosa complicación de hagiografías llamada «La Leyenda Dorada» recoge la historia de un sacerdote romano llamado Valentín que fue ejecutado por profesar la fe cristiana.
Según cuenta la historia el sacerdote Valentín obró un milagro la noche antes de su muerte y devolvió la vista a la hija ciega del carcelero.
Esta primera versión no encaja demasiado con lo que hoy conocemos por San Valentín pero hay versiones que se acercan más.
Se cuenta que en el 270 dC el Emperador Claudio II había prohibido los casamientos entre jóvenes ya que pensaba que los soldados ejercían peor si estaban ligados a una mujer. El sacerdote Valentín, al que antes hacíamos alusión, casaba a los jóvenes de forma clandestina y por ello fue condenado.
En otra vuelta de tuerca de la historia de este popular sacerdote, es el propio Valentín el que se enamora de la hija del carcelero y le manda una tarjeta. De ser así se trataría de la primera tarjeta de San Valentín de la historia.
Ya en la Edad Media empieza a dedicarse en Europa un día al amor. Aunque el día elegido es el mismo que en la actualidad, el 14 de febrero, la forma de celebrar el amor era bastante más promiscua que en la actualidad.
La tradición era hacer intercambio amorosos entre personas que en realidad no eran pareja o no tenían una relación consolidada. Durante el 14 de febrero había libertad para llevar cabo sus fantasías sexuales sin que eso supusiera una ofensa a las normas de ética y moralidad de la época.
Algo que si se conserva desde la edad media es el intercambio de tarjetas junto con dulces. Era costumbre mandar mensajes declarando sus intenciones «amorosas» acompañadas de cajitas con chocolates. Y es que aunque nos parezca algo muy actual ya en la Edad Media se hablaba de que el chocolate era un estimulante sexual.
La celebración del día del amor liberal de la edad media no convencía nada a la iglesia.
Se cree que en un intento de cristianizar las antiguas fiestas paganas de la fertilidad el Papa Gelasio I vinculó el día de San Valentín con el amor romántico.
En aquella época en Roma se identificaba el 14 de febrero con la Lupercalia, una festividad en la que se honraba a la loba que amamantó a Rómulo y Remo. Unas fiestas que arrastraban el desenfreno de la Edad Media.
De esta manera la iglesia decidió relacionar el 14 de febrero con San Valentín, el sacerdote martirizado por el emperador romano Claudio que aparece en «La Leyenda Dorada» que antes mencionábamos. La iglesia católica se decantó por la versión el que el sacerdote casa a parejas de jóvenes a pesar de la prohibición para celebrar un día del amor más romántico y casto.
La tarjeta con bombones sigue presente en el día de San Valentín desde la Edad Media, es un clásico recurrente pero lo cierto es que funciona. Si buscas otro tipo de regalo aquí van algunos consejos:
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Última actualización el 2024-05-04 at 23:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados