Nikola Tesla, hace ya más de un siglo, comenzó uno de sus proyectos más ambiciosos, con el que buscaba darle un giro completo a las telecomunicaciones: un sistema de transmisión inalámbrica mundial.
Buscaba materializar esto en una antena gigante con la que quería demostrar el poder que podía llegar a tener la transmisión de energía sin cables: la torre Wardenclyffe.
Sin duda, los planes de Tesla eran muy llamativos y atractivos, por lo que no tardó en conseguir fondos e inversiones. Su tesis se basaba en la idea en que era posible transmitir señales de alta frecuencia sin utilizar ningún tipo de cableado.
Así, creía posible enviar señales mediante la atmósfera terrestre, lo que hacía preciso construir un sistema de comunicación y de distribución energética por todo el mundo.
A pesar de todos sus esfuerzos porque esto saliera adelante, el proyecto fracasó, puesto que todos sus inversores decidieron retirarse cuando Guillermo Marconi consiguió realizar transmisiones radiofónicas antes de que finalizase su plan, usando nada más y nada menos que 17 patentes de Tesla.
Esto terminó por dejar al inventor pobre y endeudado, y con la Torre Tesla derribada en 1917.
Sin embargo, a pesar de que el proyecto de Tesla no salió adelante porque se quedó sin financiación, consiguió construir una bobina incandescente que funcionaba sin utilizar cables gracias a un campo electromagnético, y al uso de la inducción magnética.
Este proceso usa campos magnético para generar campos eléctricos. Al crearse un campo de estas características en un material conductor, los portadores de carga se ven afectados por una fuerza, provocando una corriente eléctrica en el mismo conductor.
¿Cómo funciona?
La bobina de Tesla produce arcos eléctricos de gran potencia, estos arcos tienen una temperatura muy alta y debido a esto, las moléculas a su alrededor comienzan a vibrar en diferentes potencias, generando sonido.
Esta vibración se asocia con un patrón filarmónico (ritmo), de tal modo que las moléculas vibren a cierto ritmo y tiempo específico y puedan generar música.
En los últimos tiempos se ha convertido en un gran icono pop. Resulta difícil permanecer impertérrito mientras se la ve despedir sus rayos y se oye su poderoso sonido chirriante, con el que algunos han logrado hasta hacer música.
Un claro ejemplo de esto es la banda ArcAttack, que utilizan las bobinas para crear música a través de las vibraciones que produce la electricidad que se desprende de estas imponentes máquinas.
La música es creada por medio de instrumentos musicales que están conectados a las bobinas para poder medir y controlar las frecuencias y la corriente eléctrica.
En sus presentaciones acostumbran recibir descargas eléctricas provenientes de las bobinas, pero no sin antes ponerse un traje de jaula de Faraday que previenen que las corrientes pasen por su cuerpo y se electrocuten.
Si tú también quieres crear o experimentar con las bobinas de Tesla, hemos encontrado un dispositivo inteligente para experimentos de transmisión inalámbrica en Amazon.
Se puede utilizar para realizar diversos experimentos científicos (como la transmisión de energía inalámbrica) y para reproducir música, a través del Bluetooth de su teléfono.
Esta bobina plana de Tesla puede emitir un rayo de aproximadamente 10 cm. La longitud del arco se puede ajustar a 0-10 cm a través de la perilla.
Última actualización el 2024-11-06 at 19:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados