En la era de las billeteras digitales recuperamos el sabor de lo clásico con las billeteras de toda la vida. En concreto, y por acotar, se fueron desarrollando poco después de la introducción del billete en Europa en el siglo XVII.
De las aquí destacadas hemos situado en primer lugar una de la marca Dugraft por su material de cuero, su bloqueo para evitar desagradables sorpresas con las tarjetas, buena capacidad para su tamaño y precio ajustado, aunque no es de las más baratas.
Nos hemos decantado por una billetera de corte clásico tanto en diseño como en material con cuero vintage y texturizado en el exterior. Combina este clasicismo con componentes modernos como el bloqueo RFID ya reseñado en la introducción que potencia la seguridad de las tarjetas.
Es precisamente el espacio para las tarjetas otro de sus puntos fuertes ya que incorpora un portatarjetas de aluminio extraíble. En cuanto a capacidad puede almacenar entre 5-8 tarjetas con un mecanismo automático de acceso rápido. Los detalles de su diseño pasan por su cierre magnético, un pequeño bolsillo interior para monedas y dos ventanas de identificación para meter los carnets.
Como datos específicos, tiene unas dimensiones de 11,1 x 8,3 x 2,4 cm y su peso está en unos 115 gramos. Precio ajustado a sus características, aunque hay modelos sensiblemente más económicos.
Una cartera-billetera más que interesante por la utilidad que reporta por un precio más que asequible. Esta revestida de piel sintética, aunque al desplegarla las tres partes del interior optan por tela de microfibra.
Entre sus características, a destacar su capacidad de hasta 12 tarjetas y documentos y un amplio soporte para los billetes. Está configurada mediante tres compartimentos.
Está provista del sistema anticlonación RFID y lleva un pequeño monedero en el exterior cerrado con cremallera que potencia la estética del producto. Se distribuye en cinco estilos distintos denominados elegante, aventurero, marino, urbano y vintage. En suma, una billetera con una óptima relación calidad-precio.
Un modelo de imitación a cuero que destaca principalmente por incorporar un tarjetero independiente que se integra en el diseño de la billetera. En total, tiene una capacidad para nueve tarjetas de crédito, de ellas 6-7 en el estuche y las restantes en los bolsillos interiores.
Lleva además un útil bolsillo de polipiel para meter billetes y tickets y un pequeño bolsillo para llevar las monedas sueltas. En cuanto a tamaño mide 10 x 7 x 2,5 cm y, como es habitual en los modelos más modernos, también cuenta con protección anticlonación.
Tan pensada para viajes que hasta incorpora un pequeño boli en su interior para tenerlo a mano a la hora de rellenar algún formulario en aeropuerto o estación. Un pequeño detalle que está más que justificado en su precio, mucho más elevado sobre la media, y que tiene su motivo principal en una piel de alta calidad.
Que es una cartera ideal para viajes se justifica además en que su tamaño se ajusta a los de los pasaportes estándar para que lo puedas tener a mano y seguro. Además, tiene capacidad para diez tarjetas y billetero.
Práctica y económica: Teehon
En el otro extremo, por el módico desembolso que requiere, se sitúa está billetera con capacidad para ocho tarjetas y dos compartimentos para billetes. Está forrada con protección RFID para evitar la captación de datos bancarios procedentes de las tarjetas. También cuenta con bolsillo-monedero con botón. En cuanto al material de fabricación opta por la fibra de carbono.
Se puede definir como un pequeño objeto, generalmente del tamaño de un bolsillo, que se utiliza para guardar y llevar encima billetes, tarjetas bancarias, carnés o pequeños papeles como resguardos o tickets. Por tanto, dada esta utilidad están diseñadas con distintos compartimentos en su interior adaptados a los objetos más habituales.
Destacamos las siguientes:
El más clásico es la piel, ya sea sintética o natural, aunque también se fabrican en nylon, por ejemplo, y desde mediados del siglo XX se suman materiales plásticos tales como el PVC.
Que sea un accesorio clásico no implica que no se haya adaptado a los tiempos tecnológicos como evidencia el bloqueador de frecuencia del sistema RFID (Radio Frecuency Identification) que llevan algunos modelos.
Es un tipo de tecnología que se concreta en una pequeña tarjeta o en el revestimiento de la propia cartera y que está ideada para la protección de las tarjetas de crédito.
Así, las carteras y billeteras con este tipo de protección bloquean las ondas de radiofrecuencia que identifican y transmiten datos desde las tarjetas. La RFID es la tecnología que usan los sistemas ‘contactless’ para efectuar los pagos sin necesidad de introducir la tarjeta en el datáfono.
Señalamos algunas opciones:
Última actualización el 2024-05-09 at 15:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
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