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Los mejores chalecos calefactables para que el frío no te pare

Los mejores chalecos calefactables para que el frío no te pare
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Entrado el invierno, toda prenda que lleve como apellido ‘calefactable’ es digna de atención. Es el caso de los cada vez más extendidos chalecos de este tipo que, si bien tienen en la versatilidad una de sus principales cualidades, encuentran en los moteros y aficionados a los deportes también en invierno a sus mejores aliados.

De los aquí seleccionados, colocamos a la cabeza de la lista un modelo de Vapesoon por sus buenos materiales y óptimo mantenimiento del calor a un precio realmente asequible.

Por supuesto, como ya decíamos, tiene otras utilidades en deportes al aire libre y también para combatir el frío propio de estas fechas dando un paseo.

Qué es y para que sirve

Empecemos por el final: su cometido principal es mantener el calor corporal. Para ello se vale de hilos que acumulan calor mediante resistencias.

Un chaleco calefactable viene a ser una prenda con calefacción incorporada. Por tanto, uno de los principales enigmas se resuelve en el siguiente apartado. No es otros que saber cómo genera ese calor dentro del tejido.

Cómo funciona el chaleco calefactable

Pues con un sistema bastante complejo de resistencias eléctricas. En los modelos más sofisticados, y ya lo es en sí el sistema, suelen ser de fibra de carbono y van protegidas por un sistema que evita el sobrecalentamiento.

Las resistencias van vinculadas a una fuente de alimentación de pequeño tamaño, ya sea en versión batería o pilas. Se oculta el dispositivo en uno de los bolsillos del chaleco y se conecta de diferentes maneras.

Estas resistencias, junto a la fuente de alimentación, generan la temperatura necesaria para calentar nuestro chaleco térmico eléctrico.

Basta con dar al interruptor para activarlo para que el chaleco se comience a calentar a través de ese sistema de resistencias.

Los mejores chalecos calefactables

Práctico y asequible

Un chaleco de óptimo rendimiento para mantener y potenciar el calor en situaciones climatológicas adversas a un precio bastante asequible.

La composición de sus tejidos da tan buenas prestaciones caloríficas que en algunas ocasiones ni se precisa poner en marcha su plus eléctrico.

La batería incorpora dos puertos USB, uno para activar el chaleco y otro para cargar el móvil. En función de la intensidad del calor su autonomía oscila, aproximadamente, entre las 2,5 y las 5,5 horas.

Tiene tres posiciones, baja, media y alta asociadas a distintos colores en el chivato del interruptor. Los focos de calor están situados, como es lo aconsejable, en pecho y en espalda, lo que le dota de un calor homogéneo.

Por su aspecto exterior parece un chaleco normal y, por tanto, pasa por una prenda de vestir estándar. No tiene más bolsillo que el reservado para la batería, pero tampoco resulta un inconveniente de peso.

Otro de sus ‘pros’ es que usa tela de nylon que se puede lavar sin problema a mano o en la lavadora (como es obvio, antes de ello hay que desconectar la batería).

Versión chaqueta

Opción de gama media de chaqueta para mujer que resulta también muy eficaz a la hora de combatir el frío. Al igual que el modelo anterior cuenta con cuatro puntos de calor en ambos pechos, espalda y cuello, lo que, sumado a las cualidades caloríficas del propio forro polar, garantiza una óptima temperatura.

Como es lógico, su versatilidad es algo menos a los totalmente impermeables, pero, por ejemplo, sería muy adecuado para el ámbito laboral en grandes interiores como naves industriales.

Para mujer

Estilo muy deportivo con un toque de color y precio muy asequible. 3 niveles de calor y 4 zonas de calefacción. Batería no incluida.

Resulta muy cómodo de llevar ya que permite una gran movilidad. El reparto de las zonas caloríficas varía algo en este modelo ya que se ubican dos en la cintura y otra en la parte media de la espalda.

Con capucha

Calentamiento rápido en tres segundos, ocho áreas de calentamiento que cubren su cuerpo. Elementos térmicos de fibra de carbono de calidad incorporados y 3 niveles de calentamiento (140 ° F, 122 ° F y 104 ° F) para generar calor constante durante 6 las partes centrales del cuerpo, incluido el cuello, la espalda, el abdomen y la cintura, ayudan a mantener el calor corporal, promueven la circulación sanguínea y alivian el dolor y la tensión en los músculos.

Dos áreas de calentamiento pueden controlar el calor por separado: dos botones pueden ajustar las diferentes temperaturas de la tercera marcha, puede elegir el área donde se calienta la ropa de acuerdo con la temperatura del clima y la sensación del cuerpo.

Usos más frecuentes del chaleco calefactable

  • Moto: Recomendable que sea fino para ajustarse bien y que la batería sea de larga duración para que aguante un viaje largo.
  • Deportes: Están especialmente aconsejados para esquí, escalada, bici en climas fríos, pesca en zonas igualmente frías, senderismo…
  • Laboral: Muy útiles, por la movilidad que permiten, en trabajos que se tengan que realizar al aire libre a bajas temperaturas.
  • Terapéutico: Al ser una fuente de calor externa, es una prenda muy recomendable para determinadas dolencias como la lumbalgia o el reuma.

Qué tipos hay

Además de en función de las actividades para las que se va a usar de manera preferente, hay otros elementos diferenciadores. Señalamos algunos:

  1. Lavable: Puede ser lavado en seco, a máquina y mano.
  2. Carga: Suele ser a través de puerto USB.
  3. Térmico adelgazante: Suele estar fabricado en neopreno, está orientado a deportistas y no se aconseja si no se ha recomendado antes por un especialista ya que se corre el riesgo de deshidratación.
  4. Por género: Como es obvio hay modelos unisex, pero también con diferentes diseños en función del género.

Qué tener en cuenta antes de comprar un chaleco calefactable

  • Distribución:  El reparto de los puntos de calor en el chaleco es un factor muy importante. Como mínimo, para tener una sensación homogénea, es que lleve uno en la espalda y otro en la parte delantera.
  • Impermeabilidad: Frío y lluvia son a menudo una pareja indisoluble. Por tanto, que sea impermeable no es un asunto menor. Más que recomendable que lo sea.
  • Lavable: La gran mayoría cumple este requisito, pero no está de más asegurarse para evitar un incidente irreversible.
  • Resistencia: Principalmente, resistencia al aire, una cualidad imprescindible si se va a usar el chaleco de manera preferente para viajar en moto.
  • Comodidad: Que sea ligero y cómodo son dos aspectos fundamentales. Aunar esas dos características y, a su vez, proporcionar altos niveles de calor solo está al alcance de los modelos de mayor calidad.
  • Batería: Suele tener que comprarse aparte. Es conveniente saberlo para contar o no con un gasto adicional. Como ya hemos apuntado, en el caso de largos viajes en moto la duración de su autonomía es fundamental.
  • Talla y diseño: Pese a su sofisticación interna, no deja de ser una prenda de vestir y, por tanto, estos dos aspectos genéricos también resultan importantes a la hora de decidirse. Puestos a elegir, dar preferencia al acierto en la talla. Para ello hay que fijarse bien en los cuadros orientativos.

Última actualización el 2024-03-28 at 10:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados