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Cargando...La situación actual de la pandemia es preocupante. Las nuevas cepas del coronavirus están doblegando los sistemas sanitarios del mundo… y esto solo es el principio.
Se abre un nuevo escenario con unas variantes mucho más contagiosas y un peligro mayor.
Y aunque la implantación de las vacunas nos ha dibujado a todos una sonrisa de esperanza, hasta que la mayoría hayamos recibido las ansiadas dosis vamos a tener que cuidarnos como nunca hasta ahora.
Algunos expertos científicos como Michael T. Ostherholm, uno de los principales asesores de Joe Biden para la pandemia, asegura que en estos momentos debemos ponernos en lo peor.
Y la mejor manera de enfrentarnos a lo que parece que se nos viene encima es protegernos de la mejor manera posible. Empezando por la nariz y por la boca, que son la principal fuente de contagio. Y valiéndonos, claro, de una mascarilla. De las más eficientes que existen en la actualidad, entre las que se lleva la palma la FFP3.
Qué diferencias hay entre una FFP2 y una FFP3
Lo primero que hay que dejar claro es que en los dos casos estamos hablando de mascarillas consideradas EPI, es decir, que se incluyen en el capítulo de Equipos de Protección Individual, lo que ya habla bastante claro de cómo las considera el mundo sanitario y de la eficacia de ambas.
Lo segundo que debemos saber es que FFP significa “filtering face pieces”, es decir, piezas de filtrado para la cara. Y hace alusión precisamente a eso, a las capas de material con que están fabricadas, con el objetivo de proteger al usuario de líquidos, partículas, aerosoles y patógenos, que estas mascarillas impiden que inhalemos. Y entre las que incluye, por supuesto, el virus SARS-CoV-2.
Con estos datos podemos ya entender que la diferencia fundamental entre las mascarillas FFP2 y FFP3 (y por supuesto el resto), es la eficacia de filtrado. Mayor en las FFP3 ya que alcanzan hasta un 98% y nos aportan más seguridad para evitar que la gran mayoría de partículas de aire y aerosoles entren en contacto con nuestra boca o nariz, que es por donde más nos infecta el SARS-Cov-2.
Las FFP2 llegan a conseguir una protección entre el 92% y el 94%, que si bien es una cifra muy importante, no es tan alta.
Eso sí, debemos tener en cuenta que tanto una como otra pueden variar un poco su eficacia dependiendo del fabricante.
También existe una diferencia en el precio, ya que los materiales de los que está hecha la FFP3 son mejores. En cualquier caso, además de ser más caras son más escasas, y quizás más difíciles de encontrar.
Pero si no las encontramos, hay que saber que unas mascarillas FFP2 tienen también un nivel de protección muy alto y son las que utilizan muchos sanitarios en centros hospitalarios.
¿Por qué ahora?
Si ya vivíamos una situación complicada, las nuevas cepas británica, sudafricana o brasileña, han venido a complicar las cosas aún más. Y no porque sean más letales, que de momento no consta que lo sean, sino porque su mayor grado de infectividad amenaza con un colapso sanitario sin precedentes. Con todo lo que ello supone.
Debemos ser conscientes de que según calculan los científicos, si viviésemos un incremento del rango de contagios de 1 a 1,4, supondría que cada semana se duplicaría el número de infectados. Y los primeros estudios de las nuevas cepas sitúan su capacidad de contagio en un 50% más.
Así que no podemos estar parados. Y la sociedad no debería seguir haciendo lo mismo que hasta ahora, porque el resultado está claro que no es bueno.
Pero llegado este punto, ¿nosotros individualmente podemos hacer algo?
¡Por supuesto! Tenemos una gran responsabilidad.
Empezando por lo que ya sabemos que debemos hacer, pero ahora con más rigor y cuidado. Hay que ponerse aún más serios en mantener las distancias de seguridad, abstenerse al máximo de entrar en sitios cerrados y juntarse con la menor cantidad de personas no convivientes que podamos.
¡Y debemos apostar por las mejores mascarillas que encontremos en el mercado!
Es una de las advertencias que están haciendo los principales países europeos a sus ciudadanos. En algunos casos es ya una obligación utilizar al menos mascarillas FFP2 para el transporte público y los sitios cerrados, como centros comerciales.
Incluso varios gobiernos están dispuestos a suministrar millones de mascarillas FFP2 a las personas más vulnerables, con todo lo que ello supone, ya que se trata de una mascarilla más cara que las higiénicas o las quirúrgicas.
Y en España, este tipo de mascarillas que se consideran parte de la protección necesaria, ya ha comenzado a ser un tema de conversación ciudadana y de discusión política desde que Fernando Simón habló de ellas.
Claro que a su mayor precio de fabricación se une que de momento están gravadas con el 21% de IVA, por lo que no sería difícil lograr una considerable rebaja en su precio.
Qué tener en cuenta de las mascarillas FFP3
Las FFP3 tienen una eficacia de protección contra el virus superior al 98% en concentraciones ambientales de hasta 50VLA (Valor Límite Ambiental). Es decir, son las más eficaces contra las partículas de aire y los aerosoles en ambientes más cargados de lo normal.
Además, las FFP3 también pueden usarse durante 4 horas, como las FFP2. Eso sí, su precio es un poco más elevado, aunque su apariencia exterior es bastante similar.
Salvo raras excepciones, las FFP3 (al igual que las FFP2) son desechables. Esto se puede comprobar en su etiquetado: si aparecen las siglas NR, significa que son ‘No Reutilizables’, y hay que tirarlas tras el uso estipulado de 4 horas.
Si las mascarillas han superado los estándares de calidad, el envase tiene que incluir un marco con las siglas CE (Certificado Europeo), seguido de cuatro números. La norma UNE EN-149 también asegura que la mascarilla cumple con los estándares de calidad establecidos y que se adapta a la legislación europea.
Además, se trata de unas mascarillas que no solo protegen a quien las usa sino también al resto de personas, ya que si nosotros fuéramos los contagiados, su filtro también es efectivo hacia el exterior.
Y no olvidemos tres normas que debemos cumplir siempre:
- Hay que colocar bien la mascarilla para que nuestra respiración se produzca siempre a través del filtro. Si no la ajustamos y dejamos huecos para que el aire entre y salga por arriba o por los lados, no estará sirviendo para nada. Una buena pista para los que utilicen gafas es que si está bien puesta no se empañarán, porque no saldrá aire hacia arriba.
- Si las mascarillas se humedecen, bien sea por la lluvia, bien por el vaho que nuestra respiración exhala con el frío, hay que reemplazarlas inmediatamente porque perderán su efectividad.
- Hay que cumplir escrupulosamente los tiempos límite de cada tipo de mascarillas. Recordemos constantemente que ahora más que nunca las tenemos que llevar para protegernos, no para evitar multas. Y pasado el tiempo que viene en las instrucciones de uso de cada modelo, la mascarilla pasa a ser un objeto decorativo sin utilidad médica alguna.
Es cierto que si hacemos las cosas bien nos vamos a enfrentar a un gasto serio mensual. Pero no hace falta decir que la salud no tiene precio.
¿Cómo debemos colocárnosla para que sea efectiva?
Las FFP3 están diseñadas científicamente para que se pueda respirar perfectamente sin que exista un solo hueco de aire entre la mascarilla y nuestra piel.
Es posible que sintamos que respiramos peor cuando nos la ponemos, pero si la mascarilla es buena esa sensación es más psicológica, y suele desaparecer al cabo de un rato.
Además, no hay que tocar la mascarilla con las manos sucias, ni dejarla en superficies donde pueda haber gérmenes. Y, por supuesto, nosotros debemos ser los únicos que la manipulemos.
Las mejores mascarillas FFP3
A continuación seleccionamos las mejores mascarillas FFP3 que existen actualmente en el mercado.
Todas estas mascarillas FFP3 son sin válvula, ya que las mascarillas que la llevan son las denominadas «egoístas» y aseguran la protección únicamente para quien las lleva, y no hacia el exterior.
Última actualización el 2024-04-18 at 17:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados