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Las mejores máquinas para no quedarse sin hielo en el peor momento

Las mejores máquinas para no quedarse sin hielo en el peor momento
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Con todavía verano por delante las máquinas de hielo suponen una alternativa atractiva para asegurar el suministro de uno de los productos más demandados.

De las seleccionadas, nos decantamos en primer lugar por un modelo de la marca VPOK por ser muy adecuada para el uso doméstico familiar, por su estética, por su forma compacta y por tener un precio razonable para esta gama de productos.

Uno de los requisitos más a tener en cuenta en electrodomésticos tan específicos es tener muy claro antes de adquirirlo cuáles van a ser las necesidades reales.

¿Qué es?

Un dispositivo de uso doméstico o comercial ideado para convertir a través de un proceso rápido y eficiente el agua en hielo en distintas modalidades en función de las posibilidades de la máquina.

¿Cómo funciona?

Distinguimos en este apartado tres pasos básicos en el proceso:

  • Entrada del agua: Las máquinas incorporan una entrada de agua desde el exterior que se vierte sobre una bandeja con la forma deseada del hielo. Señalar que un agua con altos niveles de minerales tardará más tiempo en congelarse.
  • Congelación: Esa bandeja, sometida a muy bajas temperaturas, se congela por capas de manera paulatina hasta su solidificación total.
  • Separación: Una vez solidificada se lleva a cabo un proceso inverso con un pequeño calentamiento medido para separar los cubitos del molde y puedan caer en la llamada cuba de almacenaje.

¿Cuánto produce?

Como se intuye depende. En este caso, nos ocupamos de forma prioritaria de los modelos adaptables al ámbito doméstico y no industrial donde los parámetros con bien distintos.

De este modo, digamos, como referencia, que los modelos más sencillos son capaces de producir entre 10 y 12 kg, pero las hay que llegan hasta los 25 kilos.

Qué ventajas tiene

Indicamos aquí algunas de las más importantes:

Rentabilidad: Esta ventaja está estrechamente vinculada al sencillo mantenimiento que requieren estos dispositivos.

No dan problemas, salvo los mecánicos si los hubiera. No hay que estar pendiente más que de usarla cuando se necesite.

El consumo de energía y de agua no resulta elevado y supone, obviamente, ahorro al no tener que comprar bolsas.

Cómoda: Acaba con esa pregunta tan común en las reuniones de ¿quién baja a por hielos? al tenerlos con tan solo echar agua y esperar unos minutos.

Espacio: Por un lado, ocupa su propio espacio, pero lo ganamos en el congelador quitando las siempre aparatosas bolsas. Además, suelen ser discretas y estéticamente no desentonan ni mucho menos.

Higiene: La fabricación casera le dota de un mayor control higiénico al tener controlado el origen del agua.

Dónde colocarla

No basta con saber qué sitio se elige sino tener también en cuenta que su funcionamiento es prácticamente igual que el de una nevera.

Por tanto, hay que dejar margen en los lados y en la parte de atrás para que el aire fluya y se prevengan los calentamientos.

Muy aconsejable ubicarla en un sitio que no tenga apreciables variaciones de temperatura y, por supuesto, sin que la dé directamente la luz solar. Tampoco hay que buscar un lugar frío porque no acelerará el proceso.

Por supuesto, tampoco lo contrario. No hay que ponerla cerca de cocinas u hornos.

Qué tener en cuenta

Cuánto produce: El factor más importante junto al tiempo que tarda en convertir el agua en hielo. Como ya hemos adelantado, en el caso de las domésticas está sobre los 10-12 kilos diarios.
Para hacerse una idea, si tomamos una media de 50 gramos por cubito, una máquina de hasta 10 kilos puede hacer 200 cubitos al día. Una cifra respetable salvo fiestas muy concurridas.

Cuánto tarda: Pues, como es lógico, no hay un tiempo estándar ya que no solo depende de la mecánica de la máquina sino del hielo que se quiere. En todo caso, en los dispositivos de referencia digamos que entre cuarto de hora y 20 minutos.

Cómo se alimenta: Las domésticas funcionan con red eléctrica y cuentan con un depósito variable en capacidad (hasta 4 litros más o menos).

En el caso de las industriales de mayor gama llevan ya una tubería conectada para despreocuparse de los niveles de agua ya que se llenará sola cuando lo necesite.

Qué hielo hacen: Con carácter general todas están capacitadas para hacerlo en forma de cubitos, ya sean huecos o macizos, aunque hay alternativas de modelo que también lo pueden hacer picado. El tamaño de los cubitos dependerá del modelo elegido.

Qué tipos hay

Señalamos los dos principales:

Integral: Llamadas así porque vienen con el depósito de almacenamiento de hielos ya incorporado. Suelen ser las más pequeñas, las más domésticas y las que hacen las piezas más pequeñas.

Modular: Sus tamaños ya varían más. Toman su nombre de la separación entre la máquina propiamente dicha y el lugar de almacenamiento de la producción de hielo. Al ser normalmente apilables las dos partes puede parecer una única pieza.

Mantenimiento

Como ya demos desvelado, una de sus principales cualidades es el mínimo mantenimiento que necesita ya que se reduce a la limpieza tras su uso.

Antes de ello, hay que cerciorarse de que no quedan hielos en su interior, vacía el agua que pueda quedar en el depósito para evitar que se genere moho o mal sabor en la siguiente tanda.

Hecho lo cual, la limpieza exterior de la máquina de hielo es sencilla y no sólo afecta su aspecto ya que cuanta menos suciedad y residuos haya fuera menor será la probabilidad de acaben dentro perjudicando su funcionamiento.

Para la limpieza basta con preparar un recipiente con agua y un poco de jabón suave.

VPCOK: Ideal para uso familiar

Una máquina de excelente rendimiento para uso doméstico de carácter familiar. Por tamaño está emparentado con los robots de cocina y su diseño resulta muy sobrio. Es decir, se acopla sin problema a la cocina.

Muy sencilla de usar, tanto como enchufarla, rellenarla de agua hasta el límite marcado, encenderla y elegir entre los dos tipos de hielo que ofrece.

Con una capacidad de producción correspondiente a 12 litros, en algo menos de un cuarto de hora puedes tener ya los cubitos en la bebida.

Por su gama y precio cumple bien siempre que no se planteen comparaciones extemporáneas. Por ejemplo, duran lo que duran los de molde de congelador.

La contundencia de sus piezas es mucho menor que las del hielo comprado, también su tamaño, y su flujo de producción exige tenerla, mas o menos, una hora encendida para el suministro de unas cuatro personas.

Pese a todo, para el uso doméstico resulta de gran utilidad por cómoda tanto en uso como en lo que evita de bajar a la calle.

Otra opción es hacer tandas y acumular piezas en el congelador, aunque se pierde el hueco que deja precisamente la máquina al quitarte las bolsas.

Klarstein Kristall XL: Cantidad y velocidad

Bastante más cara, aunque de óptimo rendimiento en producción y velocidad además de su vistoso diseño.

No hay problema alguno para sacar los cubitos ya que caen a un recipiente en los dos tamaños que puede hacer.

Como es habitual en estos dispositivos, el uso se limita a llenar el depósito de agua (en este caso 2,5 litros) y elegir el tipo de cubito que desees.

Incorpora un sistema cíclico de tal manera que el agua procedente de los cubitos derretidos se recicla para producir unos nuevos.

La capacidad de producción, según las indicaciones del fabricante, es de 20 kilos de cubitos a lo largo de un día.

La cubitera se extrae como un pequeño cajón, lo que facilita mucho extraer las piezas ya solidificadas.

Klarstein Antarctica: Para muy festeros o pequeños negocios

Incluimos este modelo como ejemplo de puente entre el uso doméstico, sobre todo si se es de organizar muchas fiestas, y el profesional en negocios pequeños.

Como es evidente, la potencia y producción, también su precio, está muy por encima de los modelos hasta ahora analizados.

Su capacidad de producción, de mayor consistencia, se eleva hasta los 26 kilos de cubitos por día con ajustes de sus tamaños.

Pese a que su apariencia tire más a industrial que a doméstica su tamaño todavía es adaptable a las casas ya que su ancho está en el medio metro y su altura no llega a los 80 cm. Eso sí, pesa bastante o sea que mejor elegir un sitio definitivo.

TecTake: Una opción muy popular

Una de las opciones más populares con motivos para ello. Resulta económica, eficaz y además estéticamente es muy bonita.

Siempre con el recordatorio de que volvemos al ámbito puramente doméstico y que, por tanto, su producción es limitada para suministrar veladas de pocas personas o comidas familiares.

No son hielos grandes, más bien pequeños, aunque siempre se pueden echar más, ni tienen una gran consistencia, pero te apañan perfectamente sin la preocupación de quedarte sin existencias.

H. Koenig: Sencilla pero útil

Muy sencilla tanto en prestaciones como en diseño, pero útil para la casa a un precio bastante atractivo.

La capacidad de su depósito apenas supera los dos litros de agua y su ciclo de producción está sobre el cuarto de hora.

En este caso cuenta con tres tipos de hielos siempre con las limitaciones ya mencionadas en estos dispositivos domésticos.

Su carcasa transparente superior permite seguir la evolución del proceso.

Última actualización el 2024-10-03 at 12:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados