
Germán Temprano
Artículo actualizado el lunes 29 de marzo de 2021
Las placas de vitrocerámica, hoy tan habituales en los hogares, supusieron en su momento toda una revolución doméstica. Las primeras se remontan a principios de la década de los 70. Su fácil limpieza y el ahorro energético fueron dos de los factores más novedosos.
En este medio siglo de vida, los avances tecnológicos han posibilitado un giro radical en sus prestaciones y diseños.
De los modelos seleccionados, hemos elegido el KFS59RL de la marca KKT Kolbe por su capacidad, eficacia de funcionamiento y un precio razonable en el segmento de las placas radiantes.
¿Qué es la ‘vitro’?
Como material, obtenido a través de técnicas de vidriado, está compuesto por cristales microscópicos dispersos de gran dureza y de extrema resistencia al calor y a los cambios radicales de temperatura.
Como sistema de cocción consiste en el calentamiento de un vidrio que se interpone entre la fuente de calor y el fondo del recipiente que se va a calentar.
¿Cómo funcionan las placas de vitrocerámica?
Depende del tipo que sea:
- Radiantes: Son las más comunes en las casas. Funcionan con una resistencia eléctrica situada bajo la pieza de vitrocerámica. Estas resistencias irradian calor a su alrededor que se transmite a través del vidrio al recipiente de cocina.
- Por inducción: Su modo de funcionamiento se sustenta en un sistema electrónico compuesto por unas bobinas que generan un campo magnético.
En suma, cuenta con un potente imán que se estimula con la electricidad creando ese campo. Este proceso genera calor solamente en la base del recipiente.
Este, eso sí, el recipiente debe de ser de material ferromagnético.
¿Radiantes o por inducción? Ventajas e inconvenientes
Ventajas de las placas radiantes:
- Más versátil: acepta cualquier recipiente como en el caso del gas. Esto puede suponer una ventaja económica ya que no precisa recipientes específicos que suelen ser más caros.
- Muy fácil de limpiar: Una superficie tan lisa supone una gran ventaja a la hora de la limpieza (también en las de inducción). Hay productos específicos, pero tampoco resultan imprescindibles. Por ejemplo, el aceite se quita bien con papel de cocina.
- Calentamiento progresivo: Esta cualidad puede suponer, en determinados casos, una ventaja en guisos o a la hora de calentar ciertas cosas (también un inconveniente si tenemos prisa).
- Precio: Al utilizar una tecnología más antigua, el precio de estos modelos suele ser menor que sus competidores de inducción.
- Eficacia: Su eficacia de funcionamiento no se merma pese a que la placa se vea afectada por algunas capas de impurezas derivadas de su uso.
Inconvenientes:
- Riesgo de quemaduras: Un hándicap importante ya que al apagar se pierde el color rojizo del calor, pero el riesgo de quemarse permanece. Por supuesto, un factor muy a tener en cuenta si hay pequeños en casa.
- Control de temperatura: Es menos preciso.
- Mayor gasto: Si se cocina con frecuencia se notará en el gasto de luz ya que la resistencia no se caracteriza por el ahorro energético.
Ventajas de las placas de inducción:
- Velocidad: Las placas de inducción calientan mucho más rápido que las radiantes. En consecuencia, resultan idóneas para tareas que requieran estado de ebullición.
- Seguridad: Uno de los ‘pros’ más valorados. Una vez calentado el recipiente el calor se evapora de manera muy rápida.
- Ahorro energético: Al suministrar calor solo a la base del recipiente no se escapa calor adicional. Además, el sistema magnético demanda menos energía para calentarse que las resistencias.
- Temperatura más controlada: A diferencia de la resistencia el imán no tiene inercia calórica. Es decir, actúa casi como el gas, pero además sus grados se pueden calcular digitalmente y no subiendo o bajando la llama.
Inconvenientes:
- Precio: En general son placas más caras que las radiantes.
- Menaje específico: Requiere recipientes específicos con sus bases de un metal que pueda interactuar con el campo magnético. Esta demanda exige un gasto adicional en enseres que, además, no suelen ser baratos.
- Habilidad en el manejo: Con las placas de inducción los tiempos de los guisos o de las cocciones se acortan y, por tanto, hay que tener cierta pericia hasta acostumbrarse con la regulación del calor.
En qué fijarse antes de elegir una placa de vitrocerámica
- Seguridad: Como ya hemos adelantado, uno de los requisitos más importantes en estos dispositivos. Hay que fijarse en que lleve, por ejemplo, un sistema de bloqueo que impida el encendido involuntario. También es recomendable contar con un temporizador que marque el número de minutos a partir de los cuales el apagado es total y con un sistema automático de desconexión.
- Potencia: Se pueden fijar, con carácter general, tres tramos de potencia. Los modelos más primarios suelen tener en torno a 250 vatios. El segmento intermedio iría de esa cifra a los 750 W y el más alto desde ahí hasta unos 2.000 vatios aproximadamente, aunque las hay de potencia bastante superior en función de los puntos de calor que traigan. Obviamente, la elección de la potencia debe ir en sintonía con el uso intensivo o no que se dé a la placa sin olvidar que el gasto energético es proporcional. Ni tampoco que es necesario tener contratada la potencia adecuada para que aguante en el caso de placas grandes que se pongan a la vez.
- Tamaño: Como es de lógica aplastante, el tamaño de la placa depende de manera directa del espacio con el que se cuente en la cocina y con el número de miembros que se sientan a la mesa. En una familia numerosa al menos se necesitarán cuatro focos y la mitad para personas solas o parejas.
- Enchufe: No es un asunto menor. Habitualmente, estos productos, debido a su elevada potencia, vienen con un cable para un enchufe con toma de tierra. El enchufe no siempre viene de serie con las placas y, por tanto, es conveniente consultar cuáles son las necesidades adecuadas para la conexión al suministro eléctrico.
Cómo cuidar la placa de vitrocerámica
Además de la limpieza, hay varias recomendaciones que ayudan a evitar el deterioro de estas placas.
- No calentar nunca recipientes vacíos.
- Atinar bien en el cazo o cacerola a la hora de echar la sal ya que, al igual que el azúcar, son partículas bastantes agresivas con el vidrio.
- Evitar colgar encima de la superficie de cocción objetos de cocina que sean pesados y/o punzantes ya que si se caen pueden dañar el producto.
- No colocar nunca encima ni papel de plástico ni de aluminio por motivos de seguridad.
- Pese a estos útiles consejos, es muy complicado mantener las placas libres de rayones o costras de restos acumulados. Hay que decir que estas circunstancias no repercuten en su funcionamiento aunque sí en su estética.
Breve tutorial de limpieza
- Para desprender la suciedad es útil el uso de una espátula teniendo cuidado de no rayar la superficie.
- Esperar a que se enfríe y aplicar unas gotas de algún producto específico de los muchos que hay en el mercado.
- Pasar una bayeta y luego un trapo seco.
- Lo más recomendable es cumplimentar el proceso estándar de limpieza cada vez que se use.
- No es nada recomendable el uso de estropajos por ser demasiado agresivos en esa superficie.
KKT Kolbe KFS59RL: Gran capacidad a buen precio
Un modelo muy atractivo por precio ya que se corresponde con una placa de tamaño válido para las necesidades de una familia con varios miembros.
Sólida placa radiante y con muy buenos acabados. Destaca también por un montaje relativamente sencillo si se opta por la autosuficiencia. A ello colabora un buen manual de instrucciones.
Cuenta con un sistema deslizante para el control de la temperatura de los focos de calor que da muy buen resultado.
También resulta muy destacable que su diseño incluye dos de las zonas de cocción, de las cuatro con la que cuenta, con doble opción de tamaño.
Una de ellas es la reservada para los asados. Por tanto, sirve para casi cualquier tipo de recipiente.
Como ya se ha advertido, para placas de este gran tamaño, la potencia contratada con el suministrador eléctrico es muy importante.
De este modo, algunas de las objeciones que se hacen por falta de potencia cuando se enciende más de un fuego acaso pueda estar vinculado a este hecho y no a la capacidad del dispositivo.
Lleva de serie también importantes mecanismos de seguridad como un sensor integrado que controla el nivel de la temperatura para que no suba en exceso y evitar así riesgos.
Bosch Serie 6 PID651FC1E: Co-líder en modo inducción
El poder de la inducción en todo su esplendor, incluida su principal desventaja: el precio. Por lo demás, podría ocupar el liderato con holgura por sus prestaciones y funcionalidad.
Dos conceptos definen su ADN: potencia y rapidez. Y, puestos a elegir, nos quedamos con este último.
Un producto sólido de una marca puntera que supone un salto cualitativo importante en cuanto a sus prestaciones y otros cuantitativo también sustancial si se mide en euros.
Por capacidad está en la gama medio con tres puntos de calor. Eso sí, se trata de un cálculo algo engañoso ya que el punto de cocción más grande da de sí como para depositar un recipiente que dé de comer a una familia numerosa.
La sensación que transmite no podía ser mejor: fiabilidad. A ello suma un fácil manejo y una eficacia sobresaliente en sus cometidos.
Roza la perfección si el presupuesto acompaña y si el uso que se va a hacer de esta placa es lo suficientemente intensivo como para que merezca la pena su compra.
Teka TR 951: Potencia y solidez como puntos fuertes
Una placa radiante con un precio superior a la media, pero también con bastante más superficie de cocción que la mayoría.
En resumen, la relación calidad / precio resulta muy aceptable aunque el desembolso sea mayor.
Por diámetro de sus puntos de calor cubre prácticamente todos los diámetros de recipientes (salvo forma específica para bandeja de asados).
Su cuadro de control es bastante completo con un programador de tiempo de cocción y la opción stop & go pensada para que, al pulsar por una interrupción temporal, baje a la vez la potencia de todos los puntos encendidos.
Como es obvio, la potencia es muy alta y las siempre importantes medidas de seguridad correctas con auto desconexión ante posibles olvidos de apagado y bloqueo para evitar riesgos a los más pequeños.
Amzchef 3000W: Pequeña pero óptima opción
Una alternativa muy adecuada para cocinas pequeñas y personas que viven solas y en pareja.
Si se dispone de un presupuesto más abierto, esta placa de inducción de dos puntos es una excelente opción.
Cierto que es bastante más costosa que las mismas de su gama en versión radiante, pero también que su precio resulta asequible a cambio de unas prestaciones bastante más óptimas.
A ello suma un discreto y elegante diseño y un manejo muy sencillo a través de su panel de control táctil.
Balay 3EB714XR: El valor de lo seguro
Modelo medio por capacidad de una de las marcas punteras en el sector. Sencillez en el diseño y fiabilidad en las prestaciones.
Cumple con holgura todo lo que se espera de una alternativa clásica y lo hace con un precio bastante razonable.
Muy adecuada para quien busque un producto práctico sin sofisticaciones extras que incrementan el precio y son de dudosa utilidad.
Última actualización el 2021-04-11 at 08:50 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
Tabla de contenidos
- 1 ¿Qué es la ‘vitro’?
- 2 ¿Cómo funcionan las placas de vitrocerámica?
- 3 ¿Radiantes o por inducción? Ventajas e inconvenientes
- 4 En qué fijarse antes de elegir una placa de vitrocerámica
- 5 Cómo cuidar la placa de vitrocerámica
- 6 Breve tutorial de limpieza
- 7 KKT Kolbe KFS59RL: Gran capacidad a buen precio
- 8 Bosch Serie 6 PID651FC1E: Co-líder en modo inducción
- 9 Teka TR 951: Potencia y solidez como puntos fuertes
- 10 Amzchef 3000W: Pequeña pero óptima opción
- 11 Balay 3EB714XR: El valor de lo seguro