Las mejores cremas antiinflamatorias para combatir las molestias musculares

En lenguaje coloquial vienen a ser ‘mano de santo’ para combatir dolores musculares o contracturas tan frecuentes como molestas. Las cremas antiinflamatorias se convierten así en un clásico en la caja de medicamentos.

De entre las seleccionadas nos hemos decantado en primer lugar por un tubo de 60 ml de la marca Fisicocrem por su eficaz resultado en las contracturas más comunes, su composición natural en un 90% del total de ingredientes y un precio asequible dentro de esta gama.

Si se practica deporte, se hacen esfuerzos en el trabajo o incluso se está sentado delante de un ordenador mucho tiempo con las consecuentes molestias en el cuello, estos productos resultarán un alivio notable.

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Como es preceptivo en cualquier componente relacionado con la salud es más que recomendable consultar antes a un especialista médico sobre la más adecuada en función de la dolencia.

Qué son y para qué sirven

En síntesis, se pueden definir como cremas o pomadas de uso tópico orientadas a combatir los dolores derivados de la inflamación en músculos y articulaciones.

En resumen, cuentan con propiedades calmantes, relajantes, anestésicas e hidratantes.

Qué ingredientes

Destacamos algunos de los componentes más frecuentes:

• Eucalipto: Antiséptico y antibacteriano
• Árnica: Hierba con propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antimicrobianas
• Cúrcuma: Fuente de nutrientes y sustancias como las vitaminas C, E y K, sodio, calcio, potasio, hierro y zinc
• Sauce: Muy eficaz para aliviar dolores articulares
• Harpagofito: Medicamento tradicional a base de plantas utilizado en el tratamiento de dolores articulares leves. También se conoce como garra del diablo
• Ortiga: Tiene un fuerte poder analgésico
• Uña de gato: Ayuda en procesos antiinflamatorios, fundamentalmente para proceso de artrosis de rodilla o gonartrosis
• Caléndula: Planta originaria de Asia. Los químicos de la caléndula ayudan al crecimiento del tejido nuevo en las heridas y a la disminución de hinchazones
• Jengibre: Gracias al gingerol, compuesto clave de esta planta, cuenta con importantes beneficios antiinflamatorios y antioxidantes
• Melaleuca: Es un aceite esencial que proviene de vaporizar las hojas del árbol de té australiano. Cuando se usa de manera tópica, se cree que el aceite de árbol de té es antibacteriano
• Hierba de San Juan: Entre sus muchas propiedades está la reducción de procesos inflamatorios
• Cannabidiol (CBD): Es una de las 80 sustancias químicas de la planta cannabis sativa. Un compuesto natural que no tiene efectos psicoactivos ni psicotrópicos, y que sí tiene propiedades analgésicas entre otras muchas (anticonvulsionante o ansiolítica, entre otras).

En España el uso de CBD es legal siempre y cuando el producto en cuestión este destinado para su uso externo como es el caso de las cremas.

Las mejores cremas antiinflamatorias

Ideal para contracturas: Fisiocrem

Un gel orientado principalmente a zonas musculares tensas y contracturadas como el cuello, los hombros, las rodillas o la espalda. Es decir, abarca una amplia superficie corporal donde actúa con eficacia.

En cuanto a capacidad está en los 60 ml por un precio que se puede considerar en la media de esta gama.

Otra de sus bazas es que, prácticamente, sus ingredientes (alrededor del 90%) son de origen natural. Entre ellos podemos mencionar algunos de los ya detallados en la introducción.

Así, contiene árnica, caléndula o hierba de San Juan y no incorpora elementos químicos ni conservantes o antioxidantes artificiales o sintéticos.

Gracias a su textura tiene un rápido poder de absorción en la piel sin que, además, genere manchas en la ropa. Su uso está recomendado a partir de los seis años.

Como recomendación de frecuencia, una aplicación de dos o tres veces al día sería correcta sin que haya problema alguno si se hace más veces.

Con aceite de cáñamo: Sodermol

Una de las opciones que hemos destacado entre los posibles ingredientes de este tipo de cremas.

En concreto, incluye aceite de cáñamo sativa (plantas altas y hojas delgadas) que, junto al resto de componentes, tiene propiedades antiinflamatorias, antisépticas e hidratantes.

Todos los principios activos de esta alternativa tienen origen vegetal. Así, al aceite ya mencionado añade extracto de harpagofito, árnica, aceite esencial de romero o extracto de caléndula.

El conjunto añade a las propiedades ya señaladas cualidades descongestivas, calmantes y antiirritantes.

Resulta eficaz con todo tipo de dolores musculares y, por su capacidad de medio litro, permite un uso intensivo por un precio muy asequible.

Formato tarro: ItRare

Cambiamos de componente prevalente para pasar al árnica y de formato ya que se distribuye en tarro con una cómoda tapa abatible.

Ya hemos detallado sus propiedades en la introducción: antiinflamatorias, analgésicas y antimicrobianas. Como ejemplo concreto es muy eficaz en el tratamiento contra los hematomas.

Además, añade otros elementos comunes en este tipo de compuestos como la garra del diablo (harpagofito) o aceites como el de romero o del árbol del té (melaleuca, también desarrollada en el apartado correspondiente).

Pertenece a las cremas de efecto frío que resulta muy práctica para vigorizar y calmar la piel. Óptima capacidad de absorción en la piel y un buen precio para la cantidad de 500 ml que trae de serie.

Ideal para deportistas: Physiorelax

En este caso, si bien tiene propiedades antiinflamatorias, la crema está orientada a deportistas para acelerar la recuperación muscular tras los esfuerzos.

Tonifica de manera rápida y eficaz con la ventaja añadida de su buena penetración en la piel. Su composición es muy variada con en torno a una decena de componentes, muchos de ellos ya citados.

Así, podemos destacar caléndula, árnica, harpagofito, rosa mosqueta, centella asiática o menta.

Todo este cóctel redunda en acciones calmantes, tonificantes, relajantes y refrescantes. Puede parecer barato, pero también hay que tener en cuenta que trae solo 75 ml de crema.

Efecto calor: Kanneh Bossem

Una opción de efecto calor compuesta a base de extracto de cáñamo con ingredientes comunes en estos productos como la caléndula, el árnica o el aceite de romero.

El efecto calor, como ya hemos señalado, procura un efecto antiinflamatorio, analgésico y de alivio del dolor. Por ejemplo, atenúa también los calambres.

Rápida absorción y efecto inmediato en aspectos importantes como la mejora de la elasticidad de tendones y ligamentos.

Efecto frío-calor

En este tipo de cremas podemos distinguir dos grandes grupos:

Con efecto calor

Su cometido es aumentar el flujo sanguíneo. Así, fomentan la reparación de los tejidos y alivian las contracturas musculares.

Muy orientadas al deporte ya que son muy eficaces en la prevención de lesiones y en la preparación del cuerpo para llevar a cabo esfuerzos.

En concreto, se suelen usar principalmente para combatir la rigidez muscular, los dolores lumbares y reumáticos, las contracturas o dolores tan molestos y extendidos como la tortícolis del cuello.

Con efecto frío

Su eficacia se sustenta en la reducción del diámetro de los vasos sanguíneos que contribuye a reducir las inflamaciones.

Están especialmente ideadas para problemas tales como luxaciones, lesiones musculares, esguinces o contusiones.

Modo de uso

Señalamos algunos consejos prácticos:

• Limpiar exhaustivamente la zona afectada sobre la que se va a aplicar
• Secarla bien para que la crema se absorba bien
• Aplicar la crema de forma precisa sobre la zona afectada
• Masajear durante unos segundos para que el compuesto penetre bien en la piel

Última actualización el 2024-04-26 at 12:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados