El uso cada vez más extendido de la bicicleta no solo con fines deportivos o vinculados a la naturaleza, sino como medio de transporte en la ciudad, ha derivado en un extenso catálogo de complementos.
De entre ellos, las bolsas y alforjas ocupan un lugar muy destacado por su utilidad.
Es por eso que en CompraMejor hemos elaborado este ranking de las mejores alforjas para viajar con equipaje en bicicleta.
Lo encabeza esta alforja de la marca Vaude, por ser espaciosa y muy polivalente, ya que es adecuada para hacer grandes viajes, y también para la vida diaria.
A tener en cuenta antes de la compra
Sobre las alforjas de bicicleta en general, por si no es usted un experto, hay que tener en cuenta:
La capacidad
La capacidad, el material con el que están elaboradas, la división en compartimentos y, por supuesto, el precio (al que, en algunos casos, hay que sumar el transportín adecuado para fijarlas con garantías).
Otros de los aspectos importantes es que sean herméticas, para evitar que entre, por ejemplo, polvo de los caminos y que cuenten con una óptima portabilidad una vez se baja de la bici.
Es decir, que incluyan correas o asas para su traslado. Que no resulta un detalle menor cuando bajamos de la bici.
Los compartimentos, como se señalaba, también resultan muy eficaces con el fin de mantener el orden en el equipaje que se lleva.
El objetivo genérico de estas alforjas es ir pedaleando lo más ligero posible. Por eso la capacidad elegida dependerá de las necesidades reales que se puedan presentar.
El confort y la durabilidad
También el confort y la durabilidad son parámetros imprescindibles para optar por unas u otras. Y por supuesto, el tipo de bicicleta. Porque de nada sirve una bolsa o unas alforjas estéticamente llamativas si no son útiles.
Importante: Para ahormar la compra a las características técnicas de la bicicleta hay que tener en cuenta, principalmente, el eje de la rueda y el tipo de freno que lleva.
Las mejores alforjas para viajar en bicicleta
Polivalente y espaciosa: Vaude
Para grandes viajes o para la vida diaria, este alforja se adapta a cada plan en bici, ya que la boca se enrolla y se acomoda a la carga. Es, por tanto, muy polivalente.
En segundo lugar, destaca porque tiene una capacidad de 24 litros y admite una carga de 12 kilos. Y para mayor comodidad, incluye un bolsillo interior en el compartimento principal y correa para el hombro.
Además, es impermeable y queda completamente sellada, lo que constituye una ventaja para pedalear en condiciones meteorológicas difíciles.
Los portabultos se ajustan al portaequipajes trasero mediante el sistema QMR 2.0 (Quick Mount Release), con manivela fácil de manejar. Su montaje y desmontaje resulta sencillo.
Está fabricada en densa lona de poliéster y es 100% libre de PVC.
Económica: ROCKBROS
Muy económica y accesible. Tiene buena capacidad de almacenaje, con bolsillos laterales complementarios.
Se le puede enganchar una correa para usarla a pie.
Cuenta con una estructura rígida y un protector que evita daños en objetos sensibles como puede ser, por ejemplo, una cámara de fotos.
Al estar en el manillar, es una alforja muy adecuada para meter un maillot de repuesto, o un chubasquero por si cambia la meteorología.
Algunos problemas detectados en las costuras.
En todo caso, buena relación calidad-precio.
La que admite una carga de hasta 25 kilos: Vaude Aqua Back Plus
De la misma marca que la anterior y con características similares, salvo su capacidad, que en este caso es de 51 litros y admite una carga de 25 kilos.
Como podía esperarse al tener el doble de capacidad, un inconveniente es el precio, que en este caso es más del doble, pues este modelo está disponible en diferentes precios, rondando el mayor los 150 euros.
Está disponible en hasta diez colores diferentes.
Para tener el móvil siempre a mano: Zjchao
Para llevar lo imprescindible muy a mano. El espacio es suficiente para llevar, por ejemplo, un repuesto de cámara o una herramienta, además de los objetos personales más básicos.
La abertura transparente para el móvil en el frontal es muy valorada por los usuarios, ya que permite usar el terminal si es necesario de una manera muy accesible y cómoda.
Los ‘contras’ aluden a la entrada de agua en caso de lluvia y a problemas en el material de fabricación o en los acabados (caso de las costuras).
En todo caso hay que tener en cuenta que es un producto muy económico sin grandes pretensiones, más allá de llevar lo imprescindible con comodidad.
Para viajes largos: M-Wave Traveller
Para viajes de más largo recorrido y muy económica para su tamaño.
Tres componentes que, a su vez, de pueden transformar en mochila o maleta.
Su peso, como es lógico por su capacidad, está por encima de la media y, por tanto, hay que pensar que supondrá un lastre para el pedaleo que solo se justifica por la naturaleza del viaje.
Por eso hay que calibrar bien cuáles van a ser las necesidades.
Llevan unas planchas para que se mantengan rígidas, pero su permeabilidad es mejorable y no las hace muy eficaces en el caso de lluvia.
Pequeña: Selighting
Bolsa pequeña para anclar al sillín.
Se hace mediante correas y, en casos puntuales, con los vaivenes de la orografía pueden aflojarse. Por eso, no sobraría reforzar la sujeción si el viaje va a ser por campo o montaña.
Además de los objetos personales (que pueden ubicarse en un bolsillo independiente) permite meter incluso más de una prenda de ropa o unas zapatillas.
¿Dónde se colocan las alforjas?
Prácticamente, por todo el cuadro de la bicicleta.
Las hay que se instalan en el portaequipaje de atrás y hay bolsas que se fijan al manillar, el cuadro o el sillín.
Recordar, como se advertía al principio, que la estructura metálica de fijación (transportín, portabultos o portaequipajes), salvo que el producto se adapte a la que viene de serie, principalmente en las urbanas o de paseo, supone un gasto adicional.
En todo caso, la seguridad en la sujeción es indispensable en unas bolsas o alforjas que, en determinados casos debido a la orografía del trayecto, se verán sometidas a intensos movimientos.
Las que se fijan a la tija del sillín, con un único punto de anclaje, suelen ser para modelos de bicis con doble suspensión que, por esta característica, no permiten la fijación de portabultos traseros.
Los portabultos fijados en la parte delantera (manillar o incluso en la rueda fijado con unas abrazaderas) suelen utilizarse como complementos del trasero, el más común.
Y, como es evidente, el conjunto completo sólo es recomendable para viajes de varios días que requieren un equipaje de mayor entidad.
Sin duda, el sistema más usado por las alforjas es el anclado en la parte trasera. Tanto en versión deportiva como urbana.
Y, como queda dicho, sus mecanismos de instalación varían en función de las características de las bicicletas a las que se acoplan.
De este modo, hay soportes específicos para modelos con frenos de disco y otros más versátiles que sirven para cualquier tipo de bicicleta.
¿De qué material suelen ser las alforjas de bicicleta?
La mayor parte de ellas suelen ser de materiales impermeables. El motivo es evidente: hasta en verano te puede caer una tormenta.
Pero por supuesto, hay otras opciones:
Cordura
La cordura es un material que resiste muy bien los roces, pero no es impermeable. Otra de sus ventajas es que transpira mejor que otros materiales, factor a tener en cuenta cuando, por ejemplo, se mezcla ropa limpia y sucia.
Plástico
Las fabricadas en plástico ofrecen una amplia variedad muy vinculada a la calidad del material. Por ejemplo, suelen estar reforzadas con nylon y cada empresa trabaja duro para logar la mayor impermeabilidad.
Esa ventaja de ser inmune al agua tiene, en el extremo opuesto, un claro inconveniente como es la falta total de transpiración. Cuando emprendemos un viaje en bicicleta será inevitable meter en las alforjas la ropa sucia, y el plástico asegura el mantenimiento del olor derivado de ello.
Mixtas: de cordura por fuera, de plástico por dentro
También están en el mercado, en la gama media-alta, las mixtas. El exterior está revestido de cordura, y por tanto resiste bien la abrasión, y por dentro de plástico para garantizar la impermeabilidad.
Los portabultos de cuero tienen una función eminentemente estética (a precio de capricho) con modelos en muchas ocasiones de línea retro.
Muy importante es el peso de cada una de ellas en función del material. Porque se trata de ir cuanto más ligero mejor.
¿Cómo elijo el transportín?
Cada portabultos exige un transportín específico en el que fijarlo, aunque hay modelos que se pueden adaptar a varias bolsas o alforjas.
En cualquier caso, la elección de las sujeciones está vinculada a la clase de frenos que lleve la bicicleta (sean de disco o no lo sean) y al tamaño de la rueda (lo habitual es que los transportines abarquen desde las 26 (665 milímetros de neumático exterior) a las 29 pulgadas (622 mm.).
También al material con el que está fabricada la bici.
Por ejemplo, las de carbono precisan de un transportín concreto, ya que carecen de agujeros en el cuadro. Igual caso se da en las de doble suspensión que por su diseño demandan unos anclajes determinados.
Con carácter general se ha de buscar el modelo que posibilite el acople más sencillo de los portabultos.
Otras opciones de compra
Consejos generales
Los cierres deben ser seguros y cómodos, aunque hay matices en función de la duración del trayecto.
Si se trata de llevar lo básico para darse una vuelta (llaves, móvil, monedero, barrita energética…). Por eso, es fundamental que su cierre y apertura sea lo más simple posible con objeto, por ejemplo, de poder maniobrar en marcha y coger lo necesario (evidentemente el lugar de ubicación ha de ser el manillar).
Si se precisan bolsas o alforjas de mayor tamaño para meter ropa u objetos más grandes, se debe buscar la seguridad del cierre por encima de su sencillez de acceso. Cuanto más hermética, mejor. Principalmente en recorridos campestres.
Por otro lado, es muy aconsejable que se reparta de manera equitativa el peso a ambos lados de la bicicleta, para facilitar su estabilidad.
Las bolsas de manillar se suelen reservar para cosas de valor, o a las que se recurra durante la marcha.
Si se compran con correa resultan más útiles para llevarla encima cuando se bajan de manera puntual de la bicicleta.
Las alforjas traseras suelen reservarse para ropa, saco de dormir o elementos propios de una acampada si ese es el objetivo previsto. Para ello, también se aprovecha la parrilla o superficie superior entre alforja y alforja.
Como refuerzos de sujeción, conviene usar pulpos de goma planos para que dejen menos marca.
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Última actualización el 2024-09-21 at 02:20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados
Tabla de contenidos
- 1 A tener en cuenta antes de la compra
- 2 Las mejores alforjas para viajar en bicicleta
- 3 Polivalente y espaciosa: Vaude
- 4 Económica: ROCKBROS
- 5 La que admite una carga de hasta 25 kilos: Vaude Aqua Back Plus
- 6 Para tener el móvil siempre a mano: Zjchao
- 7 Para viajes largos: M-Wave Traveller
- 8 Pequeña: Selighting
- 9 ¿Dónde se colocan las alforjas?
- 10 ¿De qué material suelen ser las alforjas de bicicleta?
- 11 Mixtas: de cordura por fuera, de plástico por dentro
- 12 ¿Cómo elijo el transportín?
- 13 Otras opciones de compra
- 14 Consejos generales